quarta-feira, 19 de agosto de 2009

Argentina: Buena relación, pero con el gobierno legítimo

Fernando Cibeira
Página 12

El gobierno argentino subió un escalón más su enfrentamiento con el gobierno de facto de Honduras. Ayer, la gestión de Roberto Micheletti decidió responder a la medida tomada la semana pasada por la Cancillería argentina de expulsar a la embajadora hondureña en Buenos Aires: en un comunicado informó el cese de las funciones del personal argentino en Tegucigalpa. Pero como Argentina no reconoce al gobierno de Micheletti, anticipó que no sacará a sus funcionarios. “El personal argentino que se encuentra en Tegucigalpa no tiene ninguna fecha de partida”, respondió el canciller Jorge Taiana en la conferencia de prensa posterior al encuentro con su par mexicana, Patricia Espinosa, en el que el tema Honduras se llevó un buen rato. El canciller remarcó ayer en más de una ocasión que el gobierno argentino mantiene relaciones “normales y amistosas” con el gobierno de Honduras, pero con el que encabeza el presidente “legítimo” Manuel Zelaya.

Taiana permanecerá hasta hoy en México encabezando una misión comercial que trajo a casi 60 empresarios y un grupo de legisladores. Pero se sabía de antemano que en la reunión que tenía prevista ayer con Espinosa junto a las cuestiones económicas se hablaría de Honduras. Ambos cancilleres formarán parte de la misión de la OEA que planea aterrizar en Tegucigalpa para buscarle una salida al problema. Originalmente, la misión debía realizarse por estos días, pero se suspendió porque Micheletti no acepta que la encabece el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza. Todavía no se sabe a ciencia cierta cuándo tendrán luz verde para el vuelo. Espinosa especuló ayer que sería lunes o martes de la semana que viene, pero lo cierto es que no hay precisiones.

Pero poco antes de que comience el encuentro, desde la embajada argentina en Honduras le informaron a Taiana del comunicado de cuatro puntos de la Secretaría de Relaciones Exteriores del gobierno de facto. Allí se sostuvo que Honduras funda sus relaciones diplomáticas en base a los principios del Derecho Internacional como “la no injerencia en los asuntos internos así como la igualdad soberana entre los Estados”, que el envío de misiones diplomáticas “se efectúa por consentimiento mutuo” y que, por tanto, se decidió que la relación entre Honduras y Argentina “se canalizará a partir de esta fecha por medio de la embajada argentina en Israel”.

Agrega que en lo que respecta al personal argentino destacado en la embajada, “que por ende termina sus funciones en Honduras”, se lo tratará “con base al principio de la estricta reciprocidad, igual trato, plazo y facilidades al que se conceda a los funcionarios hondureños acreditados en Argentina”.

Pasado

El jueves pasado, el Palacio San Martín decidió el “cese de funciones” de la embajadora hondureña en Buenos Aires, Carmen Ortez Williams, luego de que manifestara su apoyo al gobierno de facto. Hasta ese momento si había seguido en el cargo era porque supuestamente era fiel a Zelaya, pero luego se dio vuelta. El propio Zelaya le pidió su remoción a Taiana cuando conversaron en la cumbre de la Unasur en Quito.

Lo extraño fue que Honduras esperara hasta ayer para reaccionar. Cerca de Taiana imaginaban que tenía que ver con la visita que inició ayer a ese país una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), encabezada por dos funcionarios argentinos.

Por otro lado, desde el vamos Argentina se ubicó entre los países más activos de la región en la defensa de la restitución de Zelaya. La presidenta Cristina Kirchner viajó a Washington para participar de una reunión de la OEA –que presidió Taiana– en la que se debatió la cuestión y luego formó parte del frustrado primer intento del presidente destituido por volver a su país. Además, motorizó durante la última cumbre del Mercosur la declaración de los presidentes en la que anunciaron que desconocerían cualquier medida emanada del gobierno ilegal de Micheletti. La propuesta prendió. Luego se repitió en la Unasur e incluso también en el encuentro que los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mantuvieron el lunes en Brasilia.

Con estos antecedentes se podía suponer una reacción de parte del gobierno de Micheletti. Taiana fue consultado dos veces sobre la decisión hondureña durante la rueda de prensa en el primer piso del moderno edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. “No conozco ningún ultimátum del gobierno de Honduras hacia la Argentina. La relación con el gobierno constitucional del presidente Zelaya es muy cordial y no hemos recibido del gobierno constitucional de Honduras ningún ultimátum, así que no creo que deba referirme a ninguna otra cosa al respecto”, se limitó a contestar en la primera ocasión.

En la segunda oportunidad se explayó un poco más. “La cancillería de Honduras la dirige la canciller Rodas, que es canciller del presidente Zelaya”, dijo en referencia al comunicado. Y agregó que “en cuanto al personal diplomático argentino que se encuentra en Tegucigalpa, no tiene ninguna fecha de partida”.

Futuro

Argentina tiene un embajador designado para ocupar la representación en Honduras, pero ya había anticipado que no lo enviaría en tanto permanezca el gobierno de facto. Así que en Tegucigalpa se encuentran dos diplomáticos y unos pocos administrativos afectados por la resolución tomada por Micheletti. Taiana esperaba anoche hablar con la Presidenta para decidir los próximos pasos.

Uno de los puntos que desconcertaban del comunicado era que Honduras resolviera que la relación se canalizaría a través de la embajada argentina en Israel. La semana pasada, cuando Argentina echó a la embajadora, se estableció que el vínculo se mantendría mediante la representación hondureña en Washington, que por lo menos está en el mismo continente. “Suponemos que es porque sienten que no tienen ningún aliado confiable en la región e Israel le da la certeza de que no va a expulsar a su embajador”, analizaba anoche un funcionario en el hotel Sheraton María Isabel del Distrito Federal, donde se aloja la comitiva argentina.

La esperanza ahora pasa porque la misión de la OEA a Tegucigalpa sirva para destrabar la situación. Ayer, tanto Taiana como Espinosa se mantuvieron firmes en el “apoyo incondicional” a Zelaya y en considerar “inadmisible” conceder cualquier tipo de legitimidad al gobierno golpista. Pero aun si finalmente la misión obtiene el visto bueno para viajar, las dudas pasan por imaginar cuál puede ser la salida ante una gestión que, con medidas como la de ayer, “está subiendo la apuesta”, como reconocían en la Cancillería. Los ministros ayer tiraron ideas pero se excusaron de hacerlas públicas antes de hablar con los otros miembros de la comisión. Espinosa dio una pista al halagar la trabajosa propuesta que semanas atrás elaboró el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, que llevó adelante una mediación. Pero es la misma propuesta que Micheletti rechazó porque incluía la vuelta de Zelaya a Honduras.

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