segunda-feira, 31 de janeiro de 2011

Una transnacional forajida en el Chile ultraliberal de Piñera



Jean Ortiz
Le Monde diplomatique


En Chile, se le llama «la minera» a la compañia minera Los Pelambres , la transnacional Luksic de capitales japoneses y chilenos, como antaño se le llamaba «la Frutera» , en Guatemala, Costa Rica, a la United Fruit Company, el omnipotente pulpo.

La Minera ha instalado el mayor basurero químico (tranque de relave) de América latina (12 piscinas), entre dos picos medianos de la Cordillera de los Andes, en la zona angosta de la «cintura de Chile», Municipalidad de Los Vilos, provincia de Choapa, región de Coquimbo. El lugar, aunque no militar, está sin embargo ocultado en Google Earth. Un hecho consumado de mucha relevancia.

El vertedero, que terminará midiendo unos 240 metros de altura, se ha construido, según la transnacional, «en total conformidad con las leyes», y sin pagar apenas impuestos. Para eso sirven los «paraísos» ultraliberales. Bien es sabido que esa legalidad, bajo regímenes liberales, no vale más de tres pepinos, sin legislación ecológica fuerte, y frente a las miles de coimas ya repartidas por la minera a unos y otros. Hemos podido comprobar in situ que ya el basurero, conocido como «tranque de relave» de el Mauro deja casi sin agua a los habitantes del valle de Choapa, 8 kilometros más abajo, y envenena los aquíferos, el aire, los animales, las aves… Hemos visto cultivos muy afectados, y campos de nogales raquíticos. Para enmascarar sus crímenes medioambientales, la Minera ha comprado parte de las comunidades, ediles, políticos : el alcalde de Salamanca considera que «ella se porta como un buen ciudadano» (Revista El Ciudadano, segunda quincena de diciembre de 2010), y también a la mayor parte de los dirigentes, periódicos, prensa. Y vaya, como es «buena ciudadana», multiplica su participación en operaciones caritativas, culturales, medioambientales, sociales… Con tremenda generosidad, donó 130 milliones de pesos para la Teletón. Y además, contribuye a la distribución de agua potable a las comunidades con camiones aljibes.

Ha provocado multiples daños, desestructurando las relaciones sociales ancestrales dentro de las comunidades; según este mismo periódico (El Ciudadano), ha destruido más de 500 sitios arqueologicos, eliminado 70 hectareas de canelo, etc.

Según los vecinos de la comunidad de Caimanes (1600 personas), que luchan desde hace 10 años, enarbolando banderas negras en los tejados, un fallo del Tribunal Supremo, rehusado por la compañía, plantea que la ubicación es geológicamente impropia (suelos demasiado blandos, riesgos sismicos, lluvias abundantes, inadecuación de la cortina de arena que no toma en cuenta la presión ejercida, etc.).

En este lugar perdido, 11 miembros de la comunidad, entre los cuales 3 mujeres, han dado fin a 81 días de huelga de hambre, desestimada tanto por la compañia como por las autoridades, una forma de lucha extrema, jugándose el pellejo por indignación y ética. La Minera les ha acusado de «pretender conseguir beneficios financieros exponiendo la vida» ; varios de los huelguistas han quedado con graves carencias visuales. Su lucha ha sido silenciada cuando, al mismo tiempo, se montaba el show politiquero e hipermediatizado para rescatar a los 33 mineros de San José de Atacama, verdaderas estrellas. Hoy en día, un grupo de accionistas gestiona los intereses y la imagen mediática de éstos.

Juan Villalobos y Juan Ruiz, voceros del Comité de Defensa de Caimanes nos comunican que «1 800 toneladas de basura química llegan a diario. La Minera consiguió las autorizaciones a base de engaños, comprando a las autoridades. El agua que bebemos es amarilla, y las teteras verdes por el arsénico, el plomo y demas metales pesados. La Minera juega con nuestras vidas. Habrá un dia en que el pueblo de Caimanes será borrado del mapa en unos cuantos segundos».

El alcalde piñerista de Los Vilos, Juan Jorquera Niño de Cepeda, de quien depende la Comunidad de Caimanes, nos habla sin rodeos : «No tengo facultad legal para intervenir frente a la Minera. Ni siquiera me han permitido personarme en el lugar del relave. La voluntad politica del gobierno es insuficiente.» El Estado considera que «las normas legales han sido respetadas y se lava las manos», «somos municipios mendicantes». «Durante los 81 días de huelga de hambre, la prensa se quedó muda. La Minera está por encima de nuestras leyes».

El ministro de Minería, descaradamente, opina que se trata de un asunto «entre privados». El Presidente democrata cristiano del Senado, Jorge Pizarro, reconoce «la debilidad de las normas vigentes cuando se instaló la Minera, en 1994, la ausencia de un marco legal medioambiental. Nuestro país, y más particularmente la region de Illapel, esta repleto de numerosos relaves, sin ningún control, sin catastro para ubicarlos. Estamos frente a un grave problema, y estamos empezando a tomar medidas, pero las transnacionales tienen mucho dinero y gran influencia. Hubo algunas fiscalizaciones, pero resulta dificil confiar en ellas, dada la potencia de la Minera». En el país de un ultraliberalismo pirañesco, con un presidente fascinado por Sarkozy, se puede secuestrar el agua y envenenar a toda una comunidad, con plena impunidad.

Caimanes: Los condenados del agua




En Chile, una transnacional, la Minera Pelambres, se adueña del agua de unas comunidades rurales, la envenena, con total impunidad. Los comuneros resisten desde hace 10 años. A finales del año 2010, hicieron una huelga de hambre de 81 días. Un documental acusador de Dominique Gautier y Jean Ortiz.

domingo, 30 de janeiro de 2011

Italia: La máquina del fango



Roberto Saviano
El País

"Para ver lo que tenemos delante de las narices", escribía George Orwell, "se necesita un esfuerzo constante". Comprender lo que está ocurriendo en Italia parece sencillo y sin embargo es algo muy complejo. Hay que hacer un esfuerzo que coincide con la última posibilidad de no soportar la barbarie. Porque como siempre ocurre, el fango y la censura llegan y la máquina del fango escupe contra todo aquel al que el Gobierno considere enemigo.

La libre circulación de ideas constituye la base de nuestra constitución y es lo mínimo para cualquier democracia que pueda considerarse realizada. Es increíble que, no solo en Italia, haya gente que invierta energía e intervenga no en la narración de los hechos, sino en quien los cuenta. Se invita, por ejemplo, a no contar la situación de emergencia de Nápoles por culpa de las basuras para no deslegitimar a la ciudad: por lo tanto, no son las basuras las que ensucian a la ciudad, sino el que habla de ellas. Se invita a no explicar que en el Norte la 'Ndrangheta busca constantemente nuevos caminos para entrar en contacto con la Liga, nuevos ámbitos para hacer inversiones. Si no hablas de un problema, no existe. Es una especie de teoría de lo inmaterial, pero en realidad permite comprender lo fundamental que es la necesidad de contar. En 2010, en todo el mundo, fueron asesinados 110 periodistas. Solo en México, en los últimos 14 meses, han sido ejecutados jóvenes que habían abierto blogs, que habían fundado radios, reporteros de los periódicos más importantes. Caídos a manos del narcotráfico, que es hoy el más poderoso del mundo y que ha decidido impedir la comunicación de lo que está pasando en México con una elección totalitaria, en la eliminación sistemática de cualquiera que intente solo contar. La censura, terrible cuando las que la practican son las organizaciones criminales, se vuelve insostenible cuando llega a la sociedad civil.

Es deber y necesidad de los intelectuales, sobre todo en este oscuro momento de Italia, contar, decir que no somos todos iguales, que no hacemos todos las mismas cosas. Es cierto, todos tenemos debilidades y contradicciones, pero el error es distinto del crimen, y la corrupción es distinta de la debilidad. Mientras, se intenta colar el concepto de que todos somos deformes para cubrir las deformidades de algunos y deslegitimar las palabras de quienes se oponen.

Hay una bellísima oración de Tomás Moro: "Dios, ayúdame a tener fuerza para cambiar las cosas que puedo cambiar, para soportar las cosas que no puedo cambiar, pero, sobre todo, dame inteligencia para comprender la diferencia". Este es el momento en el que nosotros podemos encontrar la fuerza para cambiar y comprender por fin que no debemos creer que todo lo que ocurre es inevitable y, por lo tanto, solo podemos soportarlo.

Euforia, baño de sangre y caos



Robert Fisk
The Independent

Los tanques egipcios, los manifestantes sentados sobre ellos, las banderas, las 40 mil personas que lloraban y alentaban a los soldados en la Plaza de la Libertad, mientras rezaban alrededor de ellos, los Hermanos Musulmanes sentados entre los pasajeros de los tanques. ¿Se debería comparar esto con la liberación de Bucarest? Sentado sobre uno de los tanques fabricados en Estados Unidos, sólo podía recordar esas maravillosas películas sobre la liberación de París. Un par de metros más allá, la policía de seguridad de Hosni Mubarak, con sus uniformes negros, todavía les disparaba a los manifestantes que estaban cerca del Ministerio del Interior. Era una celebración de una victoria salvaje e histórica: los mismos tanques de Mubarak estaban liberando la capital de su propia dictadura.

En la pantomima del mundo de Mubarak –y de Barack Obama y de Hillary Clinton en Washington–, el hombre que aún se autoproclama presidente de Egipto realizó la más absurda elección de un vicepresidente para calmar la furia de los manifestantes. El elegido fue Omar Suleiman, el jefe de los negociadores egipcios con Israel y un antiguo agente de Inteligencia, un hombre de 75 años y con varios años de visitas a Tel Aviv y a Jerusalén así como con varios infartos que los prueban. Cómo este funcionario va a ingeniárselas para hacer frente a la rabia y el deseo de liberación de 80 millones de egipcios queda librado a la imaginación. Cuando les conté, a quienes estaban alrededor de mí en el tanque, sobre la designación de Suleiman comenzaron a reírse.

Las tropas, en ropa de fajina, riéndose y hasta aplaudiendo, no hicieron ningún intento de borrar el graffiti que la multitud había pintado sobre los tanques. “Fuera, Mubarak” y “Tu régimen está acabado, Mubarak”, aparecía en cada una de las tanquetas que recorrían las calles de El Cairo. En uno de los tanques que daban vuelta alrededor de la Plaza de la Libertad estaba uno de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Beltagi. Más temprano, había pasado cerca de un convoy de vehículos blindados que estaban apostados cerca del suburbio de Garden City mientras la gente se abría paso entre las máquinas y les llevaban naranjas a los soldados, aplaudiéndolos como patriotas egipcios. Más allá de la alocada elección del vicepresidente de Mubarak y la designación de amigotes en un gobierno sin poder, las calles de El Cairo demostraron que los líderes de los Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) no entendieron nada. Se acabó.

Los débiles intentos de Mubarak al declarar que se debe terminar con la violencia, cuando su propia policía de seguridad fue responsable en los últimos cinco días de los actos más crueles, encendió más la furia de aquellos que pasaron 30 años bajo su sanguinaria dictadura. Prueba de ello son las sospechas de que muchos de los saqueos están siendo llevados a cabo por policías de civil, así como el asesinato de 11 hombres en un área rural hace 24 horas para destruir la integridad de los manifestantes que están tratando de sacar a Mubarak del poder. La destrucción de un importante número de centros de comunicaciones por parte de hombres con los rostros tapados, que deben haber sido coordinados de alguna forma, también levantó el alerta y surgió la idea de que los responsables serían los agentes de civil que habían golpeado a los manifestantes. Pero las quemas de comisarías en El Cairo, Alejandría y Suez así como en otras ciudades no fueron obra de los policías de civil. A última hora del viernes, multitudes de hombres jóvenes atizaron el fuego a lo largo de la autopista de Alejandría.

Infinitamente más terrible fue el vandalismo en el Museo Nacional de Egipto. Después de que la policía abandonara el lugar, los saqueadores traspasaron la puerta del edifico pintado de rojo y destruyeron estatuas faraónicas de cuatro mil años de antigüedad, momias egipcias e impresionantes botes de madera que fueron originariamente tallados para acompañar a los reyes en sus tumbas. De nuevo, debe decirse que circularon rumores de que la policía había causado estos actos vandálicos antes de haber abandonado el museo el viernes por la noche. Todo parece recordar lo del museo de Bagdad en 2003. El saqueo no fue tan grave como el de Irak pero el desastre arqueológico es peor.

Los manifestantes se reunieron anoche, en círculo, para rezar en la Plaza de la Libertad. Y también hubo promesas de venganza. Un equipo de la cadena televisiva Al Jazeera encontró un depósito de 23 cadáveres en Alejandría, aparentemente asesinados por la policía. Muchos tenían sus caras horrorosamente mutiladas. Otros once muertos fueron descubiertos en un depósito en El Cairo. Los familias, que se congregaron alrededor de sus restos ensangrentados, prometían represalias contra los policías.

El Cairo ahora cambia de la dicha a la más sombría cólera en cuestión de minutos. Ayer por la mañana, crucé el puente del río Nilo para ver las ruinas del cuartel del partido de Mubarak. Enfrente, seguía en pie un poster que promocionaba las bondades del oficialista Partido Nacional Demócrata (PND), las promesas que Mubarak no pudo cumplir en treinta años. “Todo lo que queremos es la salida de Mubarak, nuevas elecciones y nuestra libertad y honor”, me confió un psiquiatra de 30 años.

La denuncia de Mubarak de que estas manifestaciones eran parte de un “plan siniestro” está en el centro de su pedido de reconocimiento internacional. De hecho, la respuesta de Obama fue una copia exacta de todas las mentiras que Mubarak ha estado usando durante tres décadas para defender su régimen. El problema es el habitual: las líneas del poder y de la moralidad no llegan a unirse cuando los presidentes estadounidenses tienen que tratar con Medio Oriente. El liderazgo moral de los Estados Unidos desaparece cuando tienen que confrontarse los mundos árabe e israelí. Y el ejército egipcio es parte de esta ecuación. Recibe 1300 millones de dólares de ayuda estadounidense. El comandante de esa arma y un amigo personal de Mubarak, el general Mohamed Tantawi, estaba en Washington mientras la policía trataba de aplastar a los manifestantes. El final puede ser claro. La tragedia aún no terminó.

sábado, 29 de janeiro de 2011

Egipto: Gráfica de una desconexión anunciada



Geraldine Juárez
Alt1040

Hay eventos que marcan la historia y el día de ayer fue uno de ellos, el apagón al internet egipcio se recordará tristemente. Irónicamente, Egipto considerada la cuna de la civilización occidental, es también ahora la prueba de la incivilización política. Afortunadamente los egipcios no piensan darse por vencidos y no queda la menor duda de que Mubarak es un dictador que ahora tiene un asunto más del cual rendir cuentas: la desconexión del internet.

ALT1040 informó ayer del momento de la desconexión, ahora ya tenemos datos más exactos. No hay que olvidar que la desconexión sucedió después de que en Twitter se reportaba un bloqueo en el servicio de SMS y Blackberry. Bloqueos a Facebook y Twitter también precedieron el apagón. En IRC y en Twitter durante todo el día hubo rumores acerca de la posible desconexión total, debido a la protesta masiva que tendría lugar el día de hoy. Al mismo tiempo Access Now pedía donaciones de ancho de banda para Egipto.

Jake Appelbaum -desarrollador de TOR- actualizó sus pruebas de traceroute para encontrar cuál era el problema. Afirma que esta desconexión fue intencional. Arbor Networks publicó el día de hoy una gráfica que indica que a las 17.20 EST, el tráfico hacia y desde Egipto a través de ochenta diferentes ISPs, simplemente se desplomó. Solo hace unas horas en Twitter comenzó a correr la versión de que el gobierno bloqueó sus servidores DNS, y se pide utilizar el de Google para saltar la censura. Detalles más, detalles menos, Egipto apagó el internet por razones políticas.

No es la primera vez que se desconecta a un país o región, Burma fue desconectado el 27 de septiembre del 2007 por protestar contra su gobierno. China desconectó la región de Xinjiang en 2009 durante siete meses como medida para evitar las protestas. Las implicaciones de la desconexión a la red en un momento de crisis son gravísimas: significa apartar a millones del mundo y encerrarlos en un cuarto oscuro.

¿Que pasaría si la censura no fuera solo un acto de violencia gubernamental sino un crímen? Tonterías como la Ley Sinde o ACTA que pretenden ofrecer un marco legal para bloquear webs y desconectar individuos para proteger un régimen de propiedad, equivale hacer lo mismo que el régimen de Mubarak hizó ayer pero con una máscara de la democracia bien puesta. Los gobiernos -especialmente el de Estados Unidos- deben dejar de balbucear dobles discursos acerca del internet y la libertad de expresión, al mismo tiempo que se declara que Mubarak no es un dictador.

El internet tiene que ser reestructurado urgentemente de alguna forma que permita evitar técnicamente que un dictador como Mubarak ordene a Vodafone o cualquier otro ISP desconectar a sus ciudadanos. Pero en una dictadura, la ley -a diferencia del internet- no tiene mucho que decir, no es sorpresa que la escena blogger sea tan sólida en Egipto, ni que Mubarak haya decidido atacar directamente al internet.

quinta-feira, 27 de janeiro de 2011

¿Se está muriendo la Naturaleza?



Juan Gelman
Página 12

Es misterioso y todavía no hay explicación científica: desde los últimos días del año pasado se registran muertes casi simultáneas de peces, aves y otras especies en cuatro continentes. El primero de estos fenómenos que se hizo público aconteció en Maryland, a fines de diciembre: dos millones de peces aparecieron muertos en las playas de la bahía de Chesapeake. Días después, en Arkansas: amanecieron 5000 mirlos muertos en las calles y 200.000 peces muertos en el río Arkansas. Noticias parecidas comenzaron a venir de diferentes rincones del mundo.

En la playa inglesa de Thantet, condado de Kent, se encontraron estrellas de mar, cangrejos, esponjas, langostas, caracoles y anémonas sin vida; en Nueva Zelanda, centenares de peces y decenas de pingüinos; en el sur de Vietnam, 150 toneladas de peces; pulpos en el puerto de Vila Nova, Portugal, centenares cada mañana desde el 3 de enero; 400 tórtolas caídas de los árboles, muertas, en Faenza, al norte de Italia, el 6 de enero; pérdidas similares en Argentina (100 toneladas de peces en el río Paraná), Brasil (15 toneladas de sardinas, corvinas y peces gato), en Chile (más de un millón y medio de langostinos en la playa de Quenchi, Chiloé), en Canadá, Alemania y otros países. Son hechos que se han registrado antes. Lo que hoy llama la atención es su coincidencia en el tiempo.

Abundan las explicaciones más diversas de esta supuesta anomalía, aunque lo cierto es que las investigaciones no han arrojado resultados firmes. Más bien al revés: despiertan nuevas preguntas. ¿Una suerte de envenenamiento general? No se han hallado hasta ahora elementos que confirmen esta hipótesis. ¿El uso de pesticidas? Esto se podría aplicar a las aves, difícilmente a los peces. Hay inferencias místicas: se acerca el año 2012, portador del Apocalipsis. Otras son francamente disparatadas. Un veterinario sueco explicó así las muerte de unos cien grajos en Suecia: “Nuestra teoría principal es que los fuegos artificiales asustaron a las aves y éstas se posaron en la ruta, pero el cansancio les impidió levantar vuelo y las atropelló un coche”. Debe haber sido un automóvil formidable.

Algunos expertos proponen que la causa radica en la brecha abierta en el polo norte del campo magnético de la Tierra, que la envuelve y protege de los vientos solares y de la caída de asteroides y otros objetos que vagan en el espacio. Para las aves, va. ¿Y los peces? El vocero de la Comisión de Pesca de Arkansas, Keith Stephens, opina que los peces tambor que terminaron en Chesapeake podrían haber sido víctimas de una enfermedad, dado que todos pertenecían a la misma especie. No deja de ser una especulación. También se menciona el calentamiento global y es bien probable que todos esos factores influyan. Pero el problema de base radica en otro lugar.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) acaba de dar a conocer una lista de las diez especies que corren el mayor peligro de extinción: el tigre, el oso polar, el gorila de la montaña, el pingüino magallánico, el rinoceronte de Java, entre otras. Son víctimas desde hace años, siglos, de la depredación humana. La tortuga laúd, la más grande de todas, que ha logrado sobrevivir 100 millones de años sobre este planeta, está diezmada por la caza y su hábitat corre peligro por el aumento del nivel de los mares. Hay peces cuyo destino es convertirse en sushi: “Un solo ejemplar de atún rojo se subastó en Tokio al precio record de 32,49 millones de yenes, aproximadamente 400.000 dólares por un solo pescado”. ¿Cuánto tiempo le quedará al atún rojo antes de desaparecer?

Unas 900 especies vegetales y animales se han extinguido en los últimos 500 años, según una infografía del sitio Mother Nature Network, y más de otras 10.000 corren el peligro de seguir su suerte. Pero es de un siglo a esta parte que este lance se acelera: la acción del hombre es más rápida que el ritmo de reproducción natural de la flora y la fauna. La ballena gris no está precisamente a salvo y tampoco ecosistemas como el mayor arrecife de coral del mundo, la Gran Barrera de Coral, a veces calificada como el ser animal vivo más grande del planeta. Ubicado frente a la costa australiana de Queensland, se extiende a lo largo de 2600 kilómetros y es visible desde el aire. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad en 1981, pero no faltan los que prefieren el patrimonio propio.

La súbita muerte de aves y de peces era en la antigüedad un presagio seguro de catástrofe que no siempre se cumplía. En el siglo XXI es una realidad tangible. La Naturaleza, ¿se muere o la están matando?

quarta-feira, 26 de janeiro de 2011

Conversación sobre Chile con Jorge Arrate



Fernando de la Cuadra
Gramsci e o Brasil

Jorge Arrate (Santiago, 1 de mayo de 1941) abogado, economista, académico, investigador, escritor y político chileno. Graduado en la Universidad de Chile, con estudios de post-grado en la misma universidad y Harvard University. Militante histórico del Partido Socialista, fue ministro de Estado de los presidentes Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle y embajador en Argentina durante el gobierno de Ricardo Lagos. En el año 2009 fue designado como candidato a la Presidencia de la República por el bloque de izquierda “Nuevo Pacto Democrático y Popular”, un referente que congregado en torno al “Juntos Podemos”, reunía a otras fuerzas de la izquierda extraparlamentaria.

Como intelectual y escritor ha publicado varios libros, de los cuales podemos destacar: La fuerza democrática de la idea socialista (Documentas, 1985); Pasión y razón del socialismo chileno (con Paulo Hidalgo, Ediciones del Ornitorrinco, 1986); Pasajeros en tránsito (Catalonia, 2007); y Salvador Allende ¿sueño o proyecto? (Lom, 2008).

En esta entrevista el ex candidato a presidente de la República abordó temas como la derrota de la Concertación y los desafíos que existen para organizar una nueva fuerza de izquierda, pasando por una relectura del legado allendista (“ni calco ni copia”), resaltando el importante papel de la democracia y señalando caminos para construir un país más justo, inclusivo y fraterno.

La derrota de la Concertación

¿Cuando ya se está cumpliendo un año del gobierno de Sebastián Piñera, como evalúa el desempeño de su administración?


Pienso que el triunfo de Piñera representa un corolario de un proceso de decadencia de la Concertación, ya sea por desgaste o por incapacidad, por falta de voluntad o por diferencias internas que hizo que la Concertación dejara de ser aquello que fue cuando nació - en 1988 en el plebiscito, en 1989 en la primera elección presidencial – y terminara convirtiéndose en una coalición de reformas muy graduales de un status quo establecido. Ahora digo un corolario porque a veces tiende a ponerse en el centro el tema que ganó la derecha el 2010, siendo que la derecha ganó por un proceso de descomposición que venía en curso. Lo que si a mi juicio la elección de Piñera puso fin a ese ciclo, un ciclo que efectivamente terminó, que es el ciclo de expansión y desarrollo de los efectos del sistema electoral binominal. La derecha creció y llegó a ser la mitad más uno de los que votan, siendo que históricamente la derecha siempre poseía aproximadamente un tercio, pero comenzó a crecer, a desarrollarse, a consolidarse, a plantear su proyecto más abiertamente y finalmente triunfó.

¿Y cuáles serian las consecuencias de este proceso?

Diría que se inicia un nuevo ciclo en que el tema ya no es el sistema electoral binominal, sino que el objetivo de la derecha hoy día es consolidar un sistema político, un régimen político de alternancia binominal. Es decir, de dos fuerzas tipo demócratas y republicanos, blancos y colorados en Uruguay o liberales y conservadores en Colombia o laboristas y conservadores en Inglaterra…Entonces, consolidar ese sistema en que puede haber una alternancia, pero la alternancia es siempre dentro del mismo esquema. En ese esquema la izquierda es un actor secundario. Y mi planteamiento, es que el desafío que tenemos hoy en esta coyuntura es precisamente construir un tercer protagonista, una izquierda protagonista.

En algunos documentos que usted ha escrito sobre la “Nueva izquierda” o en entrevistas que ha concedido a diversos medios[1], recalca la importancia de aunar fuerzas en torno a una izquierda plena, heterogénea, crítica y futurista, pero aún cuando comparto en términos normativos dicha aspiración, lo que observo en Chile es que la izquierda está muy fragmentada, existe una enormidad de pequeños grupos y colectivos de izquierda – movimiento nueva izquierda, socialistas allendistas, iniciativas por más izquierda, etc. – y, por otro lado, rememoro esa alianza histórica desde la época del Frente Popular entre comunistas y socialistas. En ese sentido, ¿es posible reconstruir esa alianza histórica de estos dos grandes partidos, aglutinando en torno de ellos al conjunto de las fuerzas de izquierda?

Para responder a esta pregunta, uso una frase de Mariátegui que dice “ni calco ni copia”, entonces lo que fue la experiencia de la unidad socialista-comunista - y yo me formé en esa generación – es una gran experiencia que se traduce en el allendismo, pero ni calco ni copia, porque lo que es Chile hoy día no es lo que era hace 60 años, el mundo ha cambiado y naturalmente el país, con una sociología que implica ser bastante más finos en el análisis, pues han habido cambios sociales muy grandes, con una gran cantidad de grupos y segmentos que han emergido y que no se sienten representados por el actual sistema político. Entonces, yo diría que domiciliar al Partido Socialista en la izquierda es para mí un gran objetivo, ojala que logremos que el Partido Socialista vuelva a recuperar su sitio en la izquierda. Pero aún así en la actualidad la unidad entre socialistas y comunistas no daría cuenta del arco y la amplitud de lo que es la izquierda, las fuerzas sociales, culturales y políticas que quieren un cambio de verdad, más libertad, más igualdad. En síntesis, en buena hora si los socialistas vuelven a domiciliarse en la izquierda, que es lo que creo tienen que hacer. Pero eso no basta, porque hay en día grandes segmentos de la población que no quieren ser ni socialistas ni comunistas y que son de izquierda.

¿Usted cree que este nuevo referente tiene condiciones de “encantar” – a pesar que el concepto está un poco sobre utilizado – a esos diversos segmentos de la izquierda?

No estoy plenamente seguro. Creo que lo que estamos emprendiendo ahora puede ser un paso, estamos haciendo una convocatoria a las entidades y personas que quieren construir una fuerza de izquierda anti-neoliberal que busque alianza con las otras fuerzas de izquierda y no la contraposición, porque mi deseo es hacer una contribución en lo que queda en mi larga actividad política, es generar precisamente un protagonista de izquierda y no a encabezar batallas dentro de la izquierda, porque para eso no estoy disponible. Creo que es una tarea muy difícil, pero por eso es un desafío que hay que asumir, porque hay que asumirlo, para quienes pensamos así es un deber.

Parafraseando a Gramsci, representa un compromiso ético-político.

Así es.

El legado de Salvador Allende

Y como vislumbra el legado de Allende en este proyecto. Porque Allende es una figura que para muchas personas es el gran líder del siglo pasado, pero para algunos sectores progresistas Allende no es una referencia importante…


Bueno, a mi no me gusta mucho el término “progresista” porque creo es un chicle que ya ha masticado demasiada gente. Hubo una cumbre progresista en la que estuvo Clinton, Tony Blair, junto con Lula, Cristina Fernández, no sé si estuvo Correa…

En realidad yo me refería a aquellos sectores progresistas a ser sumados en una propuesta alternativa, pensando en la idea de Enrico Berlinguer respecto a la construcción de un bloque histórico que impulse los cambios desde una perspectiva socialista y democrática.

Creo que para hacer cambios en Chile se requiere de una izquierda poderosa y capaz de entenderse con otros sectores. No estoy en contra de los acuerdos de la izquierda con el centro o los llamados progresistas, porque tenemos que hacer una política de mayorías. Pero el punto es qué es lo que tiene prioridad hoy día, van los bueyes adelante o va la carreta. Es decir, una opción es construir un movimiento unitario de izquierda y de centro para derrotar a la derecha. Y la otra opción –que no es contradictoria con unir fuerzas- consiste en poner la primera prioridad en construir un protagonista de izquierda, porque no hay un protagonista de izquierda solido. Nosotros sacamos un 6,2% en las elecciones, el Partido Comunista tiene tres diputados…la izquierda es un actor secundario en Chile. Entonces la pregunta que hay que hacerse es como hacemos para transformarnos en un actor principal. Para ello tenemos que ser una izquierda pactista, capaz de asumir compromisos y alianzas. El punto es desde donde se hacen los acuerdos, si se hace desde casi la insignificancia o se hace desde una fuerza que ha sido capaz de superar sus diferencias, por lo menos coordinarse, plantear una plataforma mínima que no signifique olvidar o dejar para las calendas griegas los grandes objetivos que nos hemos planteado.

Volviendo al legado de Allende. En una entrevista, el escritor Jorge Edwards señalaba que en el Chile actual Allende era una estatua.

Mire, yo creo que Allende le daría la razón a Edwards, porque en un momento recuerdo haber escuchado a Allende decir: “Yo soy carne de estatua”, en el sentido que tenía una misión histórica…ahora entiendo que en el sentido que lo dice Edwards, posee una connotación peyorativa. En todo caso Allende es la figura más grande del siglo XX chileno, representa el líder del único proyecto que en 500 años de historia ha querido transformar la sociedad y que estuvo a punto de hacerlo. Para mí es un referente que marca toda mi vida política. Entonces, yo soy un allendista, pero sin calco y sin copia…

Chile en la actualidad

Tengo la clara impresión de que Chile ha entrado desde hace varios años en un proceso de conservadurismo moral, fuertemente condicionado por las formas que asume la cultura de este nuevo capitalismo al que hace referencia Richard Sennett.[2] O sea, las personas están preocupadas de consumir y consecuentemente de trabajar afanosamente pagar las deudas, con escasa participación, con fragmentación de la vida social, con ciudades segregadas, sin espacios públicos donde las personas convivan activamente, etc. En ese contexto, ¿usted cree que el país podrá retomar un camino delineado por la acción colectiva, la participación y la solidaridad?

Bueno, yo creo que usted apunta a una cuestión básica en todo análisis de diseño político donde se contemple la dimensión cultural. O sea, Chile siempre fue un país más encerrado sobre sí mismo con relación a otros países como Argentina, que tuvo una política migratoria abierta y la nuestra fue una política migratoria más selectiva. Los chilenos a veces no nos damos cuenta de que estamos al final del mundo, somos finalmente un islote raro y largo. Eso se convirtió tempranamente en Estado antes que muchos países de América latina, con el predominio de una burguesía y de una iglesia que establecieron a lo largo del siglo XIX un sistema muy autoritario, sin bien con rasgos democráticos formales, que tuvo un periodo de apertura en el estado de compromiso desde 1932 hasta el golpe militar. Entonces Chile ha sido siempre un país culturalmente conservador donde las noticias siempre llegan después y las cosas siempre ocurren después de que han ocurrido en el resto del mundo. Chile acaba de reconocer a Palestina después de Brasil, Argentina, Ecuador y otros países latinoamericanos. Y además la ha reconocido sin los limites de antes de la guerra de los 6 días. Eso es típico de lo que es la cultura conservadora chilena de no arriesgar, es un país que está menos abierto al mundo, a pesar de que hoy día el mundo se ha reducido por la vía de las tecnologías de la información y las comunicaciones, de la música y de la globalización, para recurrir a un concepto que tiene un fuerte impacto en Chile. Entonces, el tema que plantea usted es una lucha permanente de largo plazo “desde abajo” en un país donde el pensamiento conservador ha ido estableciendo una hegemonía muy fuerte. En los últimos 20 años es la derecha la que parece más gramsciana: fundaron universidades, controlan la educación, se han preocupado por controlar todos los medios de comunicación, o sea, es la batalla cultural…

Pero si uno piensa que Chile vivió la experiencia de la Unidad Popular, que es una síntesis de todo un proceso histórico que se inicia en 1938 con el Frente Popular y cuya población fue reconocida como poseedora de una vasta cultura política ¿En qué quedó toda esa herencia, simplemente se extinguió?

La verdad es que la dictadura fue muy brutal y su objetivo fue exterminar, literalmente exterminar lo que había sido la izquierda en Chile, comunistas, socialistas, miristas. Junto con eso, se produjo una yuxtaposición entre un proceso mundial hacia la constitución del mercado como una institución rectora de la sociedad, el libre mercado a ultranza y un régimen político autoritario. Lo interesante desde el punto de vista analítico de Chile es esta mezcla entre la libertad extrema en lo económico y autoritarismo en lo político. Entonces, el golpe fue muy fuerte, el golpe desarticuló, el golpe extinguió…Aquí hay una generación completa que fue barrida, incluso en términos etarios se aprecia un hoyo, un espacio de las dirigencias políticas de la izquierda, particularmente es el caso del Partido Comunista, que estuvo 17 años perseguido para exterminarlo y 20 años excluido del sistema político. Que no fue el caso del Partido Socialista. Y el MIR es un caso extremo de persecución. En tal sentido, ese gran movimiento social que representó la Unidad Popular en Chile -que junto con la revolución mexicana y la revolución cubana fue uno de los grandes acontecimientos del siglo XX-, la dictadura y las tendencias mundiales lo golpearon muy fuertemente.

La izquierda chilena sufrió cuatro derrotas consecutivas. La primera el golpe de 1973. La segunda el fracaso de la política del Frente Patriótico Manuel Rodríguez y la estrategia de insurrección, en 1986 con el atentado fallido y en 1987 con la internación de armas en Carrizal Bajo. Tercero, la caída del muro de Berlín y el fin de los regímenes de partido-estado de Europa del Este a partir de 1989. Y cuarto, la derrota de los socialistas que en 20 años no sólo no pudieron darle un sello más de izquierda a la Concertación, sino que la Concertación les dio a ellos un sello más de derecha.

Aunque también podríamos pensar que la última derrota es la parte culminante de un proceso en el cual la izquierda no fue capaz de recuperarse de la represión que sufrió durante 17 años. O sea, es la continuidad o quizás síntesis de la derrota ocurrida en los años 70.

Bueno si, la culminación de la derrota socialista es a mi juicio el gobierno Bachelet, porque Lagos era un socialista más social-demócrata y Bachelet era una socialista de la línea marxista-leninista del Partido Socialista, que incluso había sido contraria a la participación en el plebiscito de 1988 y resultó ser un gobierno que “entregó la oreja” rápidamente, más allá de los avances que se produjeron en distintas materias.

Por ejemplo, en materia cultural.

Sí, pero yo me refiero a los pilares básicos de un modelo económico y político que no fueron tocados. Por ejemplo, en el gobierno de Lagos se creó el Plan Auge[3] dentro del sistema de salud, que es un gran avance, pero no trató el tema fundamental de la salud privada versus salud pública o de la universalización de los derechos de salud. Tal es así que hoy día el Auge está siendo objeto de un proceso de privatización por la vía de los bonos Auge. Y algo parecido pasó con Bachelet, todo el cambio al sistema previsional que ella planteó, tampoco se pudo realizar y terminó transformándose en una política asistencial. Ahora, ¿por qué no se pudo realizar? Porque no habían las mayorías, porque la derecha se opuso sistemáticamente. El problema de la Concertación es que nunca quiso decir eso y la gente no supo. Porque todo se firmaba con un previo acuerdo. Cuando Bachelet asumió se firmó un gran acuerdo por la educación. Pienso en la famosa foto en que están todos cantando la canción nacional con los brazos arriba, la derecha con la Concertación unidas y la presidenta Bachelet al medio.

Eso después de las repetidas manifestaciones de los pingüinos que al final se negaron a firmar el documento elaborado por la comisión.[4]

Justamente.

Ahora debemos admitir que Bachelet tuvo -al igual que Lagos- un conjunto de restricciones o constreñimientos estructurales para hacer las reformas. Algo parecido a lo que sucede actualmente con Obama en Estados Unidos.

El punto es que Obama planteó un cambio en salud muy profundo, no pudo llevarlo a cabo totalmente, pero todo el mundo sabe en Estados Unidos que no lo permitieron los republicanos coludidos con las empresas de planos de salud. Aquí no, aquí todo se reviste de consenso. En sus primeros discursos Bachelet habló de llamar a un plebiscito para decidir sobre el Tribunal Constitucional o el sistema electoral. Después nunca más se volvió a tocar el tema. La Concertación optó al final por ni siquiera mandar los proyectos al Congreso. Sabemos que por el sistema binominal en el Congreso no están las mayorías suficientes. Entre otras razones, no están por culpa de la propia Concertación, porque ella nunca quiso hacer un pacto electoral con la izquierda para generar las mayorías que permitieran, por lo menos, modificar las leyes orgánicas. Nunca lo quiso hacer, hasta que tuvo la necesidad por cálculo electoral de hacerlo en la última elección. Pero la responsabilidad del conglomerado es que durante 20 años no quiso hacer ese pacto para generar mayoría. Segundo, cuando los senadores designados ya no le servían a la derecha y le correspondía a la Concertación designarlos, terminó con la institución de los senadores designados, lo que implico una renuncia explícita a tener mayoría en el Senado. Y después se hizo la reforma constitucional del 2005 y se la llamó como la “Nueva Constitución”.

En todo caso, esos eran compromisos que había asumido la Concertación en función de una política de Estado.

Es cierto, un gobierno es de todo el país y eso lo entiendo y lo sé, pero yo creo que la actitud de un gobierno debe ser también explicarle a la ciudadanía porque las cosas que quiere hacer no las puede hacer. Y para explicárselo tiene que plantear los proyectos y llevarlos a discusión y llevarlos a votación. Pero aquí no, aquí la derecha estableció un sistema de consenso previo a la votación de los proyectos. Usted sabe que la derecha exigía negociar antes de votar. Lo sé porque cuando fui Ministro de Trabajo envié un gran proyecto de reforma laboral –el más significativo que se haya enviado- apoyado por todos los partidos de la Concertación, el gobierno, etc. y la derecha exigió negociar antes de votar la idea de legislar, porque si no votaba en contra. Bueno, después yo negocié, negocié con el Senador Tagle – que era un senador designado- elaboramos un proyecto y perdí igual, la “idea” de legislar. Y a todo el mundo le quedó claro que era porque la derecha no quería legislar en materia de relaciones laborales. Las peleas hay que darlas.

El problema parece situarse en el hecho de que al final todo queda bajo el tapete y las personas no se enteran de lo que acontece en los salones del gobierno, del congreso o en el comedor de algún político conspicuo, como sucedía con las negociaciones que eran realizadas entre Longueira y Lagos. Incluso los militantes socialistas tampoco se enteran de los acuerdos que realizan sus cúpulas partidarias.

En el último periodo el Partido Socialista se ha transformado en un partido con un peso muy fuerte de los dirigentes y los funcionarios. Y bueno, hoy día vemos los debates internos, vemos lo que pasó con la discusión sobre el reajuste salarial de los funcionarios públicos, las divisiones ante el próximo congreso…yo creo que es un proceso de rehabilitación difícil.

Las propuestas de la campaña

Cuando releo las propuestas que usted efectuó durante su campaña, me parece que los temas planteados son bastante amplios y necesarios para el país, como la convocatoria a una asamblea constituyente o la nacionalización de las riquezas mineras o inclusive cobrar a las empresas mineras un royalty ajustado a sus lucros…

Efectivamente, mi discurso en la campaña fue de sentido común, o sea, lo que decía era: si uno convive con su familia, con su mujer, con sus hermanos, con sus hijos, no es lógico que haya un acuerdo familiar en torno a cómo quiere que las cosas funcionen. Es lo mismo con el país, tenemos que discutir en torno a cómo queremos una Constitución democrática. Una vez en al inicio de la campaña en una entrevista en la radio me señalaron que era complicado plantear eso de la Asamblea constituyente -las encuestas me daban el 1% en ese momento- y yo le dije al entrevistador, bueno de que se preocupa tanto si somos un 1% vamos a tener el 1% de los constituyentes. Eso en relación a la constituyente.

Ahora con relación a las mineras, acabo de leer hoy en la mañana una información de un experto que dice que el cobre va a llegar dentro de 12 meses a US$ 5 la libra. ¿Usted se da cuenta las ganancias, usted se da cuenta lo que se van a llevar?

Se va a incrementar aún más la fortuna de la familia Luksic

Bueno, tenemos 3 o 4 familias y grupos económicos entre los 500 más ricos del mundo, según datos de la revista Forbes. Es decir, casi el 1% de los más ricos del mundo son chilenos, mientras nuestra población de 16 millones es 0, 00... Lo que demuestra que el poder económico en Chile es extremadamente concentrado, es un país del 10%, aunque lo que realmente importa es el 1% y hay un 9% que está colgado. A esa población hay que darle crédito para que se endeude y para que consuma y después aplicarle los intereses. Alguien me dijo que en la constitución de Brasil los intereses sobre intereses están prohibidos.

Si, es una práctica prohibida en la legislación brasileña

Pero aquí en Chile se aplican intereses sobre los intereses, eso se llama el anatocismo en derecho. Y que intereses!! Es una tasa altísima de interés para un país que tiene solamente un 3% de inflación.

Sobre la democracia y el socialismo

En su libro “La fuerza democrática de la idea socialista” publicado en 1985, se plantea una relación virtuosa entre socialismo y democracia que expone en forma anticipatoria ese debate en el medio latinoamericano y chileno. Dada la actualidad del tema ¿Ha pensado republicar este libro?


No, aunque quizás sea el libro más importante que he escrito hasta ahora, porque es el libro de la renovación. Pero ya han pasado 26 años y la mayor parte de las cosas publicadas en ese entonces, hoy tienen distintos matices. Hay un capítulo sobre Eugenio González que estaba pensando el otro día retomarlo y escribir un artículo sobre la actualidad de este gran teórico, porque allí está aquello que yo llamo la “estrategia de coincidencia y desafío” entre los socialistas con los comunistas y la democracia cristiana, donde los socialistas hacen una especie de articulador o pegamento de este bloque. Y lo que ocurre después es que los socialistas y los demócrata-cristianos se niegan a hacerlo con los comunistas. Eso es paradójico, ya que los socialistas nunca estuvieron por excluir al Partido Comunista y al final aceptaron, digo aceptamos, excluirlos. Porque la Democracia Cristiana imponía ese veto. Entonces, es lo que he dicho posteriormente a la publicación de ese libro, en Chile no hubo un “compromiso histórico”, en Chile lo que hubo fue un centro-sinistra a la Craxi, que es el acuerdo italiano entre demócrata-cristianos y socialistas, sin los comunistas. Que justamente nunca fue la perspectiva de Allende, pues todo el esfuerzo y la acción política de Allende se concentraba en reunir a la izquierda en primer lugar.

Finalmente, ¿Cuál es su agenda para construir esta nueva fuerza de izquierda y darle un mayor protagonismo?

Estamos con un grupo de personas convocando para fines de este mes a una reunión con los que quieran participar en la creación de una nueva fuerza que le dé prioridad a su propio proyecto, que busque entenderse con las otras fuerzas de izquierda y que se constituya en un actor protagónico. En eso está participando la izquierda cristiana, los socialistas allendistas, el grupo por “más izquierda”, etc. Y estamos tratando de armar un referente heterogéneo, diverso, basado en siete, ocho o nueve puntos de acuerdo fundamental que traten de contribuir para agrupar a la izquierda. Ahora no estamos cerrados al Partido Socialista ni a sectores del Partido por la Democracia, ni a sectores del Partido Radical, ni siquiera a sectores la propia Democracia Cristiana. Y por supuesto nuestro primer aliado natural debiera ser el Partido Comunista, porque a pesar de la diferencia de matices que tengo con el PC, fui candidato con el apoyo del Partido Comunista y en la campaña percibí que el cariño, el afecto y la admiración que les tengo es mucho mayor hoy día, porque conocí directamente a sus bases. Así es que nada más lejos de mi ánimo que entablar una disputa con el PC. Existe una diferencia fraternal, que no me voy a abstener de darla por más cariño que les tenga y que es parte del debate político.

Creo que estamos en un momento que para construir una fuerza de izquierda moderna, futurista, orgullosa de su pasado pero con la mirada puesta adelante y para reconstituir esta izquierda lo primero que hay que hacer es des-demonizarla y asumir lo que uno es. Nosotros estamos abocados a reunir a personas, entidades que se identifiquen con un pensamiento de transformaciones sociales profundas y, en términos de segmento, nuestra primera prioridad es el 50% de los chilenos que no participan: blancos, nulos, abstenciones, no inscritos, chilenos que viven en el extranjero y los jóvenes. Entre los jóvenes tenemos a una gran masa que repudia al sistema, que repudia la política y que repudia a los políticos en general. Ahí es donde la palabra “re-encantar” juega su rol. Por eso que el reencantamiento tienen que hacerlo otros jóvenes y aquí lo que tenemos que hacer las generaciones con más años es pasar el bastón de la posta, aquí hay que levantar cinco o seis figuras que estén entre los 35 y los 40 años. Lo que personas con más experiencia podemos hacer es contribuir siempre. Por mi vocación política que está viva, no me voy a ir para la casa, voy a seguir trabajando, aunque hoy día sea minoría dentro de la minoría…

NOTAS
[1] Se puede consultar la serie de entrevistas y artículos que fueron compilados en la publicación “Un horizonte para la izquierda”, Santiago, Imprenta Caburga, octubre de 2010.
[2] Ver Richard Sennett, La cultura del nuevo capitalismo, Barcelona, Anagrama, 2007.
[3] Plan de Acceso Universal con Garantías Explícitas en Salud (AUGE) es un sistema que beneficia al conjunto de los ciudadanos en 40 tipos de patologías en sus diversas etapas, como cáncer, cardiopatías, diabetes, neumonía, SIDA o esquizofrenia.
[4] Nos referimos al informe elaborado por el “Consejo Asesor presidencial para mejorar la calidad de la educación”, el cual estaba integrado por 74 miembros de los cuales solamente 12 eran representantes de los estudiantes.

segunda-feira, 24 de janeiro de 2011

Manuel Alegre: “Em Democracia não é vergonha perder, vergonha é fugir ao combate”



Esquerda.net

Manuel Alegre assume a derrota, rejeita comparações com outras eleições e reafirma o combate em defesa do Serviço Nacional de Saúde e da escola pública.

No discurso da noite eleitoral, o candidato presidencial assumiu a derrota: “Assumo pessoalmente esta derrota. Rejeito qualquer comparação com outras eleições. Cada eleição tem a sua dinâmica própria”, disse Manuel Alegre, sublinhando que “em democracia não é vergonha perder, vergonha é fugir ao combate e não saber pelo que se luta”.

Manuel Alegre saudou o PS, o Bloco de Esquerda e demais partidos e movimentos cívicos que o apoiaram e realçou ainda: “A derrota é minha não é daqueles que me apoiaram. Tenho pena e peço-vos desculpa por não ter conseguido fazer melhor”.

Reforçando, o candidato declarou ainda: “Quem falhou fui eu não ter conseguido o resultado que pretendia. Aliás, todos os candidatos, a começar pelo vencedor, tiveram também menos votos. Isso em nada diminui a legitimidade da sua eleição”. Por fim, Manuel Alegre salientou ainda: “Todos os que me apoiaram vão continuar a lutar pelo SNS e a escola pública”.

Italia: Berlusconi acorralado



Gorka Larrabeiti
Rebelión

Cuatro son las patas de la poltrona en que lleva sentado Berlusconi desde hace casi 20 años: la Santa Alianza con el Vaticano, la violencia de su régimen de populismo mediático, el apoyo de la Liga Norte y la mansedumbre de la oposición. Se trata en este artículo de los dos primeros factores y sobre la gestación de una nueva oposición extraparlamentaria.

Italia espera la penitencia que impondrá hoy a Berlusconi el Consejo de la Conferencia Episcopal italiana, cuyo Secretario se reunió el sábado con Benedicto XVI. La Santa Alianza de Silvio Berlusconi -el que se proclamaba “Ungido por el Señor”- con el Vaticano pasa por horas bajas. El escándalo pornopolítico ha alcanzado una dimensión tal que, presionados por parte de los obispos, parte de la Curia, asociaciones de base (Acli, Libera, Noi siamo Chiesa) y parte de las órdenes religiosas (Paolinos, Combonianos) primero el Secretario de Estado vaticano y después Benedicto XVI, se vieron obligados a hacer sutiles comentarios sobre la moral pública en las instituciones. La tardanza y la tibieza de las alusiones tangenciales del Vaticano a Berlusconi no sorprenden. Ya le costará al Vaticano encontrar un aliado tan conveniente como Il Cavaliere, el cual se ha batido con todas sus armas mediáticas y políticas no sólo en favor de la ideología teocon (eutanasia, aborto, píldora RU-486, crucifijo en las escuelas, conflicto de civilizaciones...) sino también de las finanzas vaticanas en varios sentidos. Durante sus años de gobierno, son muchos los tratos de favor que Berlusconi ha concedido a la sanidad o la escuela privada católica. No olvidemos tampoco las exenciones de impuestos a los inmuebles de la Iglesia o la destinación del 8 por mil del RPEF a la Iglesia católica (en realidad, este fue una invención de Giulio Tremonti, ministro de Economía). Pero sobre todo, téngase presente que durante el ventenio berlusconiano se ha producido un cambio de poder en las finanzas italianas, que de ser un feudo laico en la época de Agnelli o Cuccia, han pasado a estar dirigidas por personalidades del mundo católico, en especial de Comunión y Liberación y del Opus Dei.

Vaticanistas como Giacomo Galeazzi sostienen que al Vaticano no le interesa romper abruptamente con Berlusconi, ya que el aislamiento de Berlusconi supondría el fortalecimiento de una izquierda catocomunista que propondría un Estado más laico y, por si fuera poco, el Vaticano perdería el púlpito mediático que Silvio Berlusconi le brinda. De ahí que se prevea un distanciamiento ligero del actual Presidente del Consejo de Ministros. Y emerge con fuerza la figura de Giulio Tremonti, ministro de Economía actual, buen amigo de Ratzinger, el cual ha apreciado la teoconización de Tremonti, antiguo laico. Para escribir el libro “El miedo y la esperanza”, Tremonti consultó un discurso de Ratzinger de 1985; para escribir la encíclica “Caritas in veritate”, Ratzinger recomendó a los teólogos que colaboraban en ella la consulta de “El miedo y la esperanza” de Tremonti, un hombre que goza del favor del cardenal Angelo Scola (Comunión y Liberación), así como del banquero de Ratzinger, Ettore Gotti Tedeschi.

El malestar del mundo catocomunista es grande. Don Aldo Antonelli anunció que no celebraría misa ayer. Noi siamo Chiesa pide desde hace tiempo un distanciamiento radical del gobierno presidido por Berlusconi. Se acabaron los días del catoberlusconismo en que el Secretario de Estado y Berlusconi coincidían en cenas y exposiciones; se terminaron los encuentros fortuitos de Silvio Berlusconi con Ratzinger. El nuevo referente del Vaticano en Italia parece ser Giulio Tremonti, que está haciendo de todo para ampliar el consenso en su favor. Anteayer en la presentación de una reedición de dos discursos sobre la austeridad de Enrico Berlinguer hizo comentarios amables a la obra de Pier Paolo Pasolini y elogió la figura del histórico dirigente comunista.

Ahora bien, que el Vaticano, ese pilar fundamental del berlusconismo, falle no implica que Berlusconi esté visto para sentencia. Al Presidente del Consejo de Ministros italiano le queda el arma que lo llevó al poder y que lo ha vuelto intocable en todos estos años: la violencia de su populismo mediático. Según los últimos sondeos, después del caso Ruby apenas se ha producido cambio en la intención de voto de los electores. ¿Cómo puede ser que un Presidente de gobierno que llama en primera persona a la máxima institución policial y pide que liberen a la “nieta de Mubarak” y que se la “confíen” a una asesora que llegará no pague por esa flagrante concusión? Porque en Italia, en palabras de Umberto Eco, se vive en un régimen de populismo mediático. En 10 días Berlusconi ha publicado dos videomensajes: el primero, el domingo 16 de enero, lo emitieron parcial o totalmente todos los telediarios de todas las cadenas. Duraba ocho minutos, y la cima de la narración emotiva llegó en el momento en que el Presidente del Consejo de Ministros italiano anunció que tenía desde hacía tiempo una relación estable que jamás habría permitido excesos sexuales en su presencia (nada más se ha vuelto a saber de la susodicha). El segundo, publicado el miércoles día 19 de enero, igual. Dura 10 minutos. Para tramar su defensa, se reunieron el lunes con Berlusconi Fedele Confalonieri, presidente di Mediaset, Pasquale Cannatelli, Consejero Delegado de Fininvest, así como sus hijos Piersilvio, Marina y Luigi. A la hora del café, acudieron Alfonso Signorini, director de la revista Chi y presentador del programa Kalispera (canale 5, Mediaset); Alessandro Sallusti, director de Il Giornale, periódico propiedad de la familia Berlusconi; Giorgio Mulè, director de la revista Panorama (también Mediaset), Mauro Crippa, director general de información de Mediaset, y Franco Currò, Director de relaciones exteriores de Fininvest. La menor de edad Ruby fue entrevistada el miércoles 19 por Alfonso Signorini, presente en esa reunión.

Así funciona el populismo mediático: imponiendo por la fuerza los mitos. En la versión de Berlusconi, el violador es el violado, las prostitutas víctimas, los jueces inquisidores, la Ley injusta y el público, juez. Al espectador le cuesta violencia no aceptar esa narración emotiva a la que le empuja Berlusconi. El último retrato del Istituto Nazionale di Statistica explica por qué muchos italianos caen este engaño. Según dicho estudio, sólo uno de cada dos italianos (56%) declara haber leído el periódico al menos una vez a la semana durante el año 2009. En las regiones del sur de Italia (Basilicata, 41,2%; Molise, 45,7%) ese porcentaje no llega ni siquiera uno de cada dos. Sólo el 43% de la población dice que ha usado Internet en los últimos 3 meses para leer periódicos, noticias o revistas en Italia. Italia figura en el puesto número 18 en número de copias de periódico por habitante por delante de Eslovaquia, Polonia, Lituania, Bulgaria y Rumania.

Los últimos datos del Osservatorio de Pavia-Cares, un observatorio que mide el pluralismo informativo en los medios audiovisuales, indica que se mantiene la manipulación informativa que ha sufrido Italia en los últimos años. Un ejemplo: estudiando datos relativos a los últimos cuatro meses de 2010, se ve que en el telediario de RAI 1 el tiempo informativo dedicado al gobierno más la coalición mayoritaria supera el 50%, pero en los telediarios de las cadenas de Berlusconi el dato es sencillamente violento: 75,2% en el TG4 dirigido por uno de los denunciados en el caso Ruby, Emilio Fede. Este abuso informativo lo recibe una sociedad en grave crisis económica y formativa: hay dos millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan (el 21,2% de los jóvenes entre 15 y 29 años), uno de los peores datos de la Unión Europea. Imagínense el impacto que ha podido tener en este marco socioeconómico y cultural el modelo berlusconiano. Las escuchas telefónicas del caso Ruby revelan el triunfo de un sistema de valores atroz en buena parte de la sociedad: padres que empujan a la prostitución a sus hijas con tal de obtener salidas profesionales, obsesión por el lujo y dinero, dinero, dinero.

Decía Rossana Rossanda con mucha razón: basta de excusas. Sólo con indignación no se podrá derrotar tan violento régimen. Hacen falta fuerza, determinación y organización. Parte de Italia, la oposición parlamentaria, en lugar de rebelarse, espera la penitencia hodierna del Vaticano a Silvio Berlusconi para tramar un gobierno de unidad nacional. En cambio la parte más indignada del país, integrada por el sector del metal de la CGIL, los movimientos por el territorio (desde el movimiento contra la base EEUU en Vicenza al movimiento contra el vertedero de Chiaiano pasando por los humillados ciudadanos que sufrieron el terremoto de L'Aquila) y los bienes comunes (referéndum por el agua pública), estudiantes, investigadores precarios, trabajadores del espectáculo y activistas sociales han dado ya un paso más allá de la indignación y siguen organizándose. Ayer y anteayer este movimiento, Unidos contra la crisis, siguió consolidándose. El próximo 28 de enero la FIOM ha convocado una huelga general en la que participará todo el movimiento Unidos contra la crisis. La indignación de este movimiento no se conforma con penitencias y mira más allá de la figura de Berlusconi. Lucha contra la receta neoliberal que se intenta aplicar para salir de esta crisis y pelean por una democracia de derechos sociales.

domingo, 23 de janeiro de 2011

Radiodervish "Rosa di Turi"



Musicalización de la carta de Gramsci escrita en julio de 1929, conocida como "La rosa di Turi", escrita a Tania Schult.

En una de sus partes dice: "En el tercer año (de prisión) la masa de estímulos latentes que cada individuo trae consigo de la libertad y la vida activa, comienza a extinguirse y queda aquel indicio de voluntad que se agota en las fantasias sobre grandiosos planes jamás realizados... Por cierto, sabes, la rosa revivió completamente; de repente empezó a sacar botones, luego hojas hasta quedar totalmente verde... De todos modos la planta si se dio y el año que viene con toda seguridad tendra flores, ni siquiera esta excluido que este mismo año salga alguna rosita sumamente timida...; en fin, desde que el espacio ya no existe para mí, el tiempo me aparece como una cosa corpulenta".

sábado, 22 de janeiro de 2011

Grano de trigo



Alfredo Zaiat
Página 12

El conflicto con el núcleo de la producción agropecuaria más rentable, que adquirió mayor intensidad a partir de marzo de 2008 por la resistencia a los derechos de exportación móviles, derivó en un proceso notable: la exteriorización, con alcance masivo, de riquezas y miserias de un sector relevante de la actividad económica. Hasta esa explosión, la realidad del campo se difundía por la suerte del clima y las cosechas, las jornadas de diferentes record en la Exposición de Palermo, las alianzas políticas conservadoras de grupos reaccionarios reunidos en la Sociedad Rural, los festivales de doma y folklore y algunas protestas de productores pequeños y medianos que adquirían repercusión nacional, aunque con escasa reacción en la esfera política, como prueba la desaparición de 80 mil explotaciones entre los censos agropecuarios de 1988 y 2002. La situación del campo estaba reservada a especialistas sectoriales y a un lugar marginal de la difusión informativa con su respectivo anunciante privado.

A partir de la actual crisis muchos cientistas sociales redescubrieron la problemática agraria y empezaron a preparar sus investigaciones. El tema agropecuario es dominante si se aspira a comprender el sendero histórico del desarrollo argentino. Sus protagonistas han sido sujetos fundamentales en la construcción del imaginario colectivo sobre el destino de país. La particularidad del momento es que la cuestión agropecuaria ha adquirido una centralidad avasalladora en el debate económico. Ese lugar preponderante se explica por la irrupción de un poder económico que aspira a ser hegemónico, que ha estado presente a lo largo de la historia nacional y que se ha reconfigurado desde mediados de la década del noventa, con más fuerza en la primera década del nuevo siglo, con actores de las finanzas y de la industria. En la batalla contra la Resolución 125 ese viejo-nuevo poder se hizo visible para ocupar y no abandonar el centro del escenario económico-político.

La revolución tecno-productiva, con el ciclo siembra directa-semilla transgénica-herbicidas, y precios de los commodities elevados con una moneda doméstica maxidevaluada, junto a una reversión del ciclo local de valorización financiera, han sido las principales condiciones para la conformación de ese núcleo de poder atravesado por una trama multinacional. Su predominio no desplaza la existencia de una gran heterogeneidad de la estructura agraria con su diversidad de agentes sociales. La actividad agropecuaria está integrada por variados subsectores con sus respectivos procesos productivos que requieren de abordajes específicos. En estos años de discusión sobre la distribución de la renta agraria, esas situaciones que en gran medida involucra a pequeños y medianos productores, como la actual tensión por la comercialización del trigo, han provocado desvíos en hacer evidente el avance de ese viejo-nuevo poder económico.

Pese al agotamiento de adjetivos descalificativos de dirigentes de las entidades patronales del campo, y que en estos años ha sido su más dura pelea política, la administración kirchnerista no tuvo la intención de desarticular el modelo de organización productiva en el agro expresada en ese bloque de poder. En los últimos dos años, ha comenzado una incipiente, a veces contradictoria, revisión, forzada por la derrota de la 125, reconociendo la presencia de otros sujetos agrarios. Esto hace más compleja la comprensión de la tensión política con el núcleo dominante del campo y para descubrir los mecanismos de construcción de ese orden económico. Una enseñanza de este largo conflicto es que mostró cómo reaccionan grupos económicos ante una gestión política que pretende intervenir en cómo se reparten rentas extraordinarias. Excedentes que dependiendo de cómo se distribuyen entre los actores sociales determina el modelo de desarrollo. Esta disputa es por uno agroindustrial exportador, entendiendo industrial por la molienda de la soja en aceite, o por uno de reindustrialización, con un patrón que aún no está revisado en profundidad.
Esa tensión constante fue provocando en el Gobierno una reacción defensiva virtuosa que, para dar respuestas a demandas puntuales de los productores, ha instrumentado medidas y organismos de control que exigen el blanqueo de la actividad. Esa estrategia profundizó la brecha con toda la cadena agropecuaria, ya no sólo por las retenciones, modelo de desarrollo y bloque de poder económico, sino por el elevadísimo grado de informalidad del sector, que quedó en evidencia por la propia dinámica del conflicto. Un porcentaje importante de las operaciones agropecuarias violan las reglas fiscales en el eslabón de la comercialización y de la exportación con el consiguiente empleo de trabajadores en el marco de la informalidad, en algunos casos en condiciones infrahumanas.

En esa instancia, además de cuestionar el Estado por fijar retenciones, el reclamo ideológico y político por la acción estatal en el mercado agropecuario está motivado por su intervención en la fiscalización de sus cuentas y relaciones laborales. Por eso no hubo ni habrá medidas oficiales, ni una nueva Junta Nacional de Granos para proteger a los pequeños productores, que aplacará la resistencia de un sector acostumbrado a operar parte de su producción en el circuito informal.

En este proceso complicado, una cuestión básica de cualquier análisis es considerar que a partir de la derrota de la 125 la administración kirchnerista quedó a la defensiva, aunque sin levantar la bandera blanca como aspiraban la Sociedad Rural junto a sus socios históricos y los nuevos entusiastas. La creación de un ministerio del área y la sucesión de medidas, incluyendo subsidios y abundantes fondos de asistencia, a favor de los productores forma parte de ese contexto político. El Gobierno ha brindado beneficios que en cualquier análisis comparativo con otras actividades productivas serían considerados exagerados. Un problema puntual en el eslabón de comercialización del trigo, que se explica por los tradicionales abusos monopsónicos (concentración de compradores, acopiadores, molinería y exportadores) junto a la existencia del circuito marginal de venta, se abordó primero con un acuerdo-compromiso de pagar el “precio pleno” y luego ante la deficiencia de esa iniciativa se liberó las exportaciones y se lanzó una línea de crédito por 840 millones de pesos a tasa cero para los trigueros.

El informe más reciente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) sobre la rentabilidad del productor triguero da cuenta de su bonanza, resultados publicados el jueves pasado. Ese relevamiento está en línea con el elaborado por la Bolsa de Cereales, que en su último reporte destaca que “el inminente cierre de la campaña triguera 2010/11 lograría una productividad de 34,5qq/ha, record histórico del cultivo en nuestro país. Perfilando así una producción final de 15 millones de toneladas, 7,1 millones más que la pasada campaña”. La estación experimental INTA Pergamino calculó que el margen bruto promedio de rentabilidad de la producción triguera, con los descuentos adicionales de molinos y exportadores, se ubica en unos 173 dólares, cuando la media histórica es de 110 dólares. Ese resultado es el segundo mejor, después de 2008, desde la salida de la convertibilidad, y sólo detrás del registrado en 1996 durante esa década. O sea, la cosecha 2010 de trigo es la tercera mejor de los últimos veinte años en rentabilidad para el productor. Para la presente campaña, el INTA estimó que un productor pequeño de hasta 80 hectáreas obtendrá entre 13.840 y 24.000 dólares por el trigo, y uno de tamaño medio, de unas 200 hectáreas, recibirá de 34.600 a 60.200 dólares.
Hoy es el trigo, ayer fue la carne, mañana será el maíz, la leche o el girasol, y después, las retenciones a la soja. En cada uno de esos reclamos, mientras van capturando cada uno de los beneficios otorgados por el Gobierno, como el de los créditos trigueros que referentes del sector recomiendan ansiosos aceptarlos, se expresa la presencia dominante del viejo-nuevo poder económico instalado ya como un actor central de la escena nacional.

sexta-feira, 21 de janeiro de 2011

Las cenizas de Antonio Gramsci


Joaquín Estefanía
El País

"¿Me pedirás tú, muerto descarnado, abandonar esta desesperada pasión de estar en el mundo?" (Las cenizas de Gramsci, Pier Paolo Passolini)

Hoy en día se lee poco a Gramsci (1891-1937). La destrucción del socialismo real y la desaparición del Partido Comunista Italiano (PCI), el más importante e influyente de Occidente, se ha tragado la obra de quien ha sido uno de los más originales pensadores marxistas de la historia. Filólogo, periodista (cofundador de la revista L' Ordine Nuovo), dirigente antifascista, teórico del marxismo, hombre de acción como líder del comunismo italiano, conviene recordar a los más jóvenes la figura de Antonio Gramsci, el hombre eternamente enfermo -sufrió una deformación de la columna vertebral que empezó a ser visible desde los siete años, y murió de un derrame cerebral- y condenado por Mussolini a más de 20 años de prisión.

Durante los 10 años que duró la dejación de libertad, pese a sus limitaciones físicas, elaboró una obra teórica que redujo el dogmatismo e introdujo frescura en el marxismo más mecanicista y ortodoxo, dada a conocer a través de 32 cuadernos que ocuparon casi 3.000 páginas. Los Cuadernos de la cárcel fueron publicados en castellano, en seis tomos, en una mítica edición de Ediciones Era, preparada por el Instituto Gramsci, con prólogo de Valentino Gerratana. Durante muchos años esos seis tomos fueron de obligada lectura para todos aquellos que se interesaban por la renovación del marxismo y su adecuación a las condiciones de la segunda parte del siglo XX.

Uno de los intelectuales españoles que más tiempo y esfuerzo dedicó al estudio de la obra de Gramsci fue, no por casualidad, Manuel Sacristán, que editó una indispensable Antología (Siglo XXI, 1974) con la que muchos ciudadanos de este país nos aproximamos a Gramsci. El historiador marxista Perry Anderson dijo hace mucho tiempo que Sacristán había sido el teórico marxista español más importante, y en esta apreciación han coincidido su selecto grupo de discípulos (reunidos en la revistas Materiales y su sucesora Mientras tanto), y muchos que, sin serlo, han resaltado su papel como científico social de primer orden. Redescubrir a Gramsci tiene la ventaja de volver a poner en circulación, más allá de esos círculos, a un autor de culto como Manuel Sacristán.

Años antes de la publicación de la Antología sacristaniana de Gramsci, en 1965 apareció en España la primera edición del otro bloque de sus escritos desde las prisiones fascistas (1926-1937): las Cartas desde la cárcel, editadas por Cuadernos para el Diálogo y traducidas por la inolvidable Esther Benítez. Estas lettere dal carcere habían sido publicadas por primera vez en 1947 y constaban de dos centenares de misivas dirigidas a su familia y amigos. En la edición de Cuadernos ya habían aumentado a 418. Ahora, se edita en España (Veintisiete Letras) una versión cuasi definitiva (su editor no descarta que aparezca alguna más), con 478 cartas del epistolario de Antonio Gramsci por las sucesivas cárceles italianas (Milán, Bari y Formia) en las que Mussolini lo tuvo encerrado, y por una clínica a la que fue trasladado al final de su vida, tras la condena por conspiración de 20 años, cuatro meses y cinco días. El fiscal que le acusó declaró: "Tenemos que impedir que este cerebro funcione durante 20 años".

Francisco Fernández Buey, uno de los discípulos predilectos de Sacristán y otro de los intelectuales marxistas españoles que mejor conocen a Gramsci, es el encargado de la edición y de la elaboración de un sugerente prólogo de esta nueva versión de las Cartas desde la cárcel. En él relata las condiciones en las que escribió el turinés y cómo era consciente de que las misivas -en las que se manifiestan sus inquietudes literarias, la preocupación por la historia y la política y también el conmovedor desvelo de Gramsci por su familia, por su mujer Yulca y por sus hijos- no eran estrictamente privadas, sino que estaba escribiendo para que fuesen leídas por el censor de la cárcel, las autoridades fascistas y por la dirección del PCI.

Decíamos antes que esta edición de las Cartas... era una buena ocasión para subrayar el papel y la obra de su introductor en España, Manuel Sacristán. También es una oportunidad para resucitar la figura del íntimo amigo de Gramsci, el economista Piero Sraffa, a quien dirige algunas de las misivas, sepultado por los partidarios del pensamiento único. Sraffa, también turinés y nacido poco después de Gramsci, es el eslabón perdido entre un economista conservador como lord Keynes (a quien las paradojas de la historia ha conducido a ser reivindicado por los progresistas) y un comunista como Antonio Gramsci.

A través de Sraffa, Keynes se interesará por la enfermedad fascista del sur de Europa y, sobre todo, por la tragedia personal de Gramsci. Este, por la mediación de Sraffa, supo del debate económico que se estaba produciendo entre las dos guerras mundiales y, sobre todo, el que se estaba originando en Cambridge con una generación incomparable de economistas como Joan Robinson, Nicholas Kaldor, Maurice Dobb, Hicks, Robertson, además de Keynes y del propio Sraffa, que dedicó su tiempo en Gran Bretaña a combatir al Duce y luchar por la libertad de Gramsci y de otros profesores universitarios encarcelados. Mussolini envió un telegrama al padre de Sraffa calificando sus artículos como "un acto de derrotismo bancario puro y duro, y un acto de sabotaje a las finanzas italianas". Por cierto que la única obra de este economista, Producción de mercancías por medio de mercancías, fue traducida en España por un jovencísimo profesor de Teoría Económica llamado Luis Ángel Rojo, que años después sería gobernador del Banco de España.

Gramsci dio a la ética de la resistencia el sentido de su vida. La estancia en las prisiones explica su aserto del pesimismo de la inteligencia y el optimismo de la voluntad. Escribíamos que ahora se le lee poco. Desgraciadamente. En el prólogo de las Cartas desde la cárcel, Fernández Buey remata: "Pero se le puede leer como a un clásico. Y las cartas que escribió desde la cárcel, como un documento histórico de la tragedia del comunismo del siglo XX, como el testimonio de una resistencia que durante décadas hizo a muchos mejores. Como una página del libro blanco de un ideal".

quinta-feira, 20 de janeiro de 2011

El asesinato de Lumumba



José Steinsleger
La Jornada

En la mañana del 30 de junio de 1960, en Leopoldville (hoy Kinshasa), el rey Balduino I de Bélgica pensó que tras declarar en persona la independencia de la República Democrática del Congo, pueblo y colonos quedarían eternamente agradecidos con la metrópoli colonial. Pero algo salió mal.

Patricio Lumumba, joven primer ministro del gobierno presidido por Joseph Kasavubu, tomó el micrófono y los encargados del protocolo quedaron tiesos: “Nunca más seremos vuestros monos”, dijo Lumumba en las narices del rey. El monarca de la Casa Real de Sajonia-Cobenza-Gotha empalideció, y tuvo que oír las desgarradoras palabras del líder nacionalista: “Durante los 80 años del gobierno colonial, sufrimos tanto que no podemos alejar las heridas de la memoria. Nos han obligado a trabajar como esclavos por salarios que ni siquiera nos permiten comer lo suficiente para ahuyentar el hambre, o encontrar vivienda, o criar a nuestros hijos como los seres queridos que son…

“Hemos sufrido ironías, insultos y golpes nada más porque somos negros… ¿Quién podrá olvidar las masacres de tantos de nuestros hermanos, o las celdas en que han metido a los que no se someten a la opresión y explotación? Hermanos, así ha sido nuestra vida.”

Totalmente inesperado en la agenda (una ceremonia ordenada y agradecida con el amo blanco), el discurso estremeció a los pueblos del África negra y el mundo colonial. En Bélgica, la prensa conservadora atacó a Lumumba, manifestando que su muerte sería “…una bendición para el Congo”.

El diario católico La Libre Belgique estimó que algunos ministros lumumbistas “…se han convertido como primitivos e imbéciles, o como criaturas comunistas”. Marcel de Corte, profesor de moral y filosofía de la Universidad de Lieja, expresó de Lumumba: “Es un bárbaro que hace llorar de rabia a los oficiales, cuando bastaría un gesto viril de uno de éstos para librar al planeta de su sangrante despojo”.

En Los últimos 50 días de Patricio Lumumba (investigación de G. Heinz y H. Donnay) se apunta que desde antes del histórico discurso, Lumumba era considerado en los medios europeos como el político congoleño a quien había que separar a toda costa del poder. El periodista P. de Vos, dirigente de importantes sociedades coloniales, escribió que deseaba ver al líder nacionalista “…muerto con una bala en su pellejo… Sé que habrá en uno de los asilos de Kasai, un loco que se encargará de este trabajo”.

En septiembre de 1960, el coronel Joseph Mobutu (quien de 1965 a 1997 gobernó despóticamente el país que rebautizó con el nombre de “Zaire”), dio un golpe de Estado, y Lumumba fue detenido en las afueras de Kinshasa. Liberado por su escolta y militantes del Movimiento Nacional Congoleño (MNC), el líder retornó a la ciudad, donde arengó a la multitud.

Simultáneamente, las potencias imperialistas entraban en acción. A un mes de la toma de posesión del gobierno, con el respaldo de Washington, París y Bruselas, el títere Moisé Tshombé declaraba la secesión de Katanga, ubérrima provincia minera que durante la Segunda Guerra Mundial fue la principal fuente de caucho, y minerales como el titanio y cobalto. El uranio usado para las bombas atómicas que Estados Unidos arrojó sobre Hiroshima y Nagasaki provino de la mina Shinkolobwe, una de las tantas administradas por el “Congo Belga”.

Lumumba pidió ayuda a Moscú, y Allen Dulles, jefe de la CIA, sugirió quitarlo de en medio “…lo antes posible”. El presidente Dwight Eisenhower autorizó la acción. El ejército y los cascos azules de la ONU arrestaron a Lumumba el 10 de octubre. El premier consiguió nuevamente escapar, y trató de llegar a Stanleyville (hoy Kisangani), su principal base de apoyo. Finalmente, fue detenido por los hombres de Mobutu.

El 10 de enero Lumumba fue embarcado en un avión civil belga y piloteado por un belga, que lo trasladó a Elizabethville (hoy Lubumbashi), capital de la provincia de Katanga. Durante las seis horas del viaje, mercenarios belgas y soldados congoleños lo torturaron y golpearon sin piedad.

Ludo de Witte, sociólogo flamenco, quien en 2000 publicó una enjundiosa investigación con base en archivos oficiales belgas y documentación de Naciones Unidas, desbarató la versión oficial de Bruselas, que durante 30 años atribuyó el crimen a “ajustes de cuentas” entre las distintas facciones congoleñas.

La tarde del 17 de enero, Lumumba y sus colaboradores Mauricio Mpolo y José Okito, fueron amarrados a un árbol y asesinados uno tras otro por militares belgas en una ejecución supervisada a corta distancia por Tshombé. De Witte probó que la operación llamada Barracuda fue dirigida por el capitán belga Julián Gat.

Otro belga, el comisario Gerard Soete, jefe de policía de Tshombé, confesó a la televisión de Bruselas VRT (y también a De Witte) que se le ordenó hacer desparecer a las víctimas con ácido sulfúrico. De recuerdo, Soete se quedó con dos dientes de Lumumba, y una bala incrustada en el cráneo.

Compasión selectiva y la patología de la desigualdad



Francis Shor
Common Dreams

"Creemos que las segundas oportunidades", declaró el vicepresidente de marketing de los Cleveland Cavaliers. Este pronunciamiento acompañó al anuncio de la oferta de trabajo presentada a Ted Williams, el indigente de la "voz de oro", voz y rostro empobrecido cuyo video se difundió en YouTube. Más allá de su elevación por los medios de comunicación a un nivel económico visible y viable, Williams se convirtió en un claro ejemplo de la compasión selectiva de la América corporativa y de su público consumidor.

Hace más de 50 años, el Dr. Martin Luther King, Jr. nos recordó que "la verdadera compasión es más que arrojar una moneda a un mendigo; no es casual ni superficial, la verdadera compasión. Se trata de ver que un edificio que produce mendigos necesita una reestructuración”. ¿Qué es este edificio que genera los millones de indigentes que pueblan nuestras ciudades? ¿Por qué la pobreza ha crecido a un nivel, sin precedentes modernos, de casi 50 millones, superando incluso las estadísticas y la realidad de lo que el Dr. King observó en la década de 1960?

Es evidente que la desigualdad, inherente al tipo de capitalismo contemporáneo que se practica en los Estados Unidos, es la fuente de esta tasa constantemente creciente de pobreza. Como señaló el crítico social recientemente fallecido, Tony Judt, en su texto fundamental, Ill Fares the Land: “La desigualdad, entonces, no es sólo poco atractiva en sí misma, sino que corresponde claramente a los problemas sociales patológicos que no podremos enfrentar a menos que ataquemos a su causa subyacente”. Sin embargo, en gran medida, seguimos paralizados por nuestra propia respuesta individualista y privatizada a esos problemas sociales.

Para agravar las cosas, de la indigencia a la pobreza, está el crecimiento descontrolado de la desigualdad en la última década. El 0,1% de los estadounidenses gana más que los 120 millones más pobres de entre nosotros. La expansión de la desigualdad es más evidente en el hecho excepcional de que el 1% de la población posee el 70% de todos los activos financieros. No sólo no hay voluntad política para enfrentar a esta enorme desigualdad, sino que, de hecho, hay un contra movimiento de los dos partidos políticos para adoptar una política de austeridad que impondrá aún más cargas financieras en la clase pobre y trabajadora de los Estados Unidos.

Esta misma clase política, controlada por las corporaciones, deliberadamente evita abordar otra fuente clave del desequilibrio económico que empobrece nuestro presupuesto federal, los gastos de mantenimiento del imperio. Más allá de los 700 mil millones de dólares del presupuesto del Pentágono, los costos de las guerras y las bases militares alrededor del mundo cuestan miles de millones de dólares. La acusación que hizo el Dr. King en el discurso citado conserva su urgencia moral: “Una nación que continúa, año tras año, gastando más dinero en defensa militar que en programas de mejora social, se está acercando a la muerte espiritual".

Es difícil imaginar que este “deslizamiento” hacia la muerte espiritual pueda evitarse por la redención de una persona a la vez. Independientemente de la naturaleza complaciente de la salvación de Ted Williams, debemos abordar el contexto más amplio de la persistencia patológica de la desigualdad. Si no podemos hacer el esfuerzo colectivo para transformar este sistema de extremos, tanto de riqueza como de pobreza, no habrá una segunda oportunidad para nuestra nación y nuestra democracia.

quarta-feira, 19 de janeiro de 2011

Convivir para perdurar. Conflictos ecosociales y sabidurías ecológicas


Debemos discutir acerca de la mejor forma de organizar la vida social para satisfacer las necesidades humanas sin exclusiones y respetando los límites naturales. En pocas palabras, debemos aprender a convivir para perdurar.

Este libro trata de los conflictos socioecológicos, aquellos que surgen entre los diferentes grupos sociales derivados de la desigual apropiación de la naturaleza. Tales conflictos son asimismo conflictos culturales en la medida en que reflejan diferencias en las formas de valorar las mismas cosas. Aprender a convivir es también aprender a resolverlos. Además introduce elementos para construir un conocimiento y una sabiduría orientados hacia la sostenibilidad. En la condición cultural contemporánea predomina la autocomplacencia, la escasa voluntad autocrítica. Cuestionar los supuestos sobre los que descansa nuestro modo de vida es el mejor servicio que podemos hacer a nuestros congéneres y a nosotros mismos. Abandonar los errores y los excesos del pensamiento reduccionista moderno exige estrenar una nueva mirada sobre el mundo que no escamotee la complejidad de los ecosistemas físicos y sociales y que permita, por otro lado, descubrir, recuperar y albergar conocimientos y valores que han revelado una profunda sabiduría ecológica a lo largo del tiempo.

David Harvey: "La crisis capitalista también es de urbanización"



Natalia Aruguete
Página 12

Mientras algunos expertos se esmeran en alegar que la actual es una crisis de las hipotecas subprime o el estallido de un capitalismo que se ha financiarizado, David Harvey prefiere hablar de “crisis urbanas”, provocadas por una fiebre de la construcción “sin importar qué”. Autor de Breve historia del neoliberalismo, Harvey no sólo acusa a la desregulación del sector financiero como uno de los factores que llevaron al descalabro actual, sino que advierte que la supremacía del capital concentrado sobre las decisiones políticas seguirá siendo un impedimento para salir de la crisis. En su paso por Buenos Aires, invitado por el Cemop, el geógrafo británico dialogó con Página 12 sobre las transformaciones del mercado inmobiliario en las últimas décadas, la orientación que tuvo la inversión en infraestructura y la consecuente “acumulación por desposesión”. Frente a un modelo que no es sustentable, Harvey propuso pensar “un nuevo tipo de urbanización”.

Desde su perspectiva como geógrafo, ¿qué conexiones encuentra entre urbanización y esta crisis?

Una de las cosas que me gustaría enfatizar es la relación entre urbanización y formación de la crisis. En las décadas del ‘50 y ‘60, el capitalismo se estabilizó con una forma de masiva suburbanización: caminos, autos, un estilo de vida. Una de las preguntas es si son sostenibles a largo plazo. En el sur de California y Florida, que son epicentros de la crisis, estamos viendo que este modelo de suburbanización no sirve más. Algunos quieren hablar de las crisis subprime, yo quiero hablar de las crisis urbanas.

¿Qué piensa de las crisis urbanas?

En la década del ‘80 se pensaba que Japón era una potencia y se cayó en los años ‘90 por la crisis de los precios de la tierra. Desde entonces, no se recuperó más. También existe una preocupación en Estados Unidos de que la crisis inmobiliaria impida la recuperación, pese a los intentos que se hacen. Otra cuestión es que la forma de uso intensivo de la energía requería muchas extensiones de terreno y creaba un estilo de vida de lugares dispersos. Esto está planteando, justamente, un nuevo tipo de urbanización. Lo llamativo es que China está copiando a Estados Unidos, lo que es muy tonto. Uno observa que no es sustentable bajo la crisis ambiental. Existe una alta conexión entre desarrollo capitalista, crisis capitalista y urbanización.

¿En qué medida influyó la transformación del mercado inmobiliario en la crisis de la urbanización?

¿Dónde puso la gente rica su dinero en los últimos 30 años? Hasta los ‘80, poner dinero en la producción daba más dinero que ponerlo en el negocio inmobiliario. A partir de allí empezó a pensarse dónde poner el dinero para que dé una tasa de retorno más alta. Los mercados inmobiliarios y de la tierra son muy interesantes: si yo invierto, el precio sube, como el precio sube, más gente invierte, entonces sigue subiendo el precio. A mediados de la década del ‘70, en Manhattan (Nueva York), se podía vender por 200.000 dólares un tipo de edificio que ahora cuesta dos millones de dólares. Desde entonces, hubo burbujas de distintos tipos, que se van reventado una a una. Los mercados bursátiles se volvieron locos en los años ‘90. Si uno observa la participación de los distintos sectores en el producto bruto interno de los Estados Unidos, en 1994, el mercado accionario tenía una participación del 50 por ciento en el PBI. En el 2000 subió a un 120 por ciento y empezó a caer con la “crisis puntocom”. Mientras que la participación del mercado inmobiliario en el PBI empezó a crecer, y pasó del 90 al 130 por ciento en el mismo período.

¿Qué opina sobre la orientación que tuvo la inversión en infraestructura en las últimas décadas?

El capitalismo no puede funcionar sin su infraestructura típica: carreteras, puertos y vías, edificios y fábricas. La gran pregunta es cómo se construyen estas infraestructuras y en qué medida contribuyen a la productividad en el futuro. En Estados Unidos se habla mucho de puentes que van a ninguna parte. Hay intereses muy grandes de los lobbistas de la construcción que quieren construir sin importar qué. Pueden corromper gobiernos para hacer obras que no van a ser de uso para nada.

Un ejemplo de lo que describe es lo que sucedió en España, con el boom de la construcción.

Una parte de la explicación de la crisis en Grecia y España puede vincularse con estas malas inversiones en infraestructura. Grecia es también un caso típico con los Juegos Olímpicos, grandes obras de infraestructura que ahora no se usan. En los años ‘50 y ‘60, la red de caminos y autopistas, en Estados Unidos, fue muy importante para el mejoramiento de la productividad. Algo similar se observa actualmente en China, con caminos, ferrocarriles y nuevas ciudades, que en los próximos años van a tener un alto impacto en la productividad.

¿Cree qué China está enfrentando la crisis de manera distinta de Estados Unidos?

Tiene mejores condiciones que otros países, sobre todo porque cuenta con grandes reservas de divisas. Estados Unidos tiene un gran déficit y China, un gran superávit. El otro problema en Estados Unidos es político.

¿Cuáles son los factores políticos que dificultan salir de la crisis?

Quien intenta construir obras de infraestructura útiles es acusado inmediatamente de “socialista”, que es lo que está sufriendo Barack Obama. En China eso no importa porque tienen otras condiciones políticas. El gobierno en China es autoritario y puede poner las cosas en su lugar. En el caso del Congreso norteamericano está dominado por grupos republicanos y demócratas que manejan intereses económicos y las condiciones para tomar decisiones son otras.

Se deduce una diferencia en la relación entre el poder político y el poder económico en estos países.

En China, por efecto de la crisis americana, la respuesta fue hacer grandes proyectos de infraestructura de inmediato. Además, el gobierno centralizado de China tiene enorme poder sobre los bancos. Dio la orden: “Den préstamos para estas obras a gobiernos municipales y a los privados que estaban haciéndolas”. El gobierno central de los Estados Unidos no puede hacer eso. Se mantiene diciéndoles a los bancos: “Presten” y los bancos dicen: “No”. China está creciendo a ritmos del 10 por ciento después de la crisis y Estados Unidos está por el piso.

¿Cuáles son las fallas institucionales que han llevado a esta crisis?

Desde la década del ‘70 hubo una idea dominante de que la respuesta era privatizar. Hay muchas alternativas para que el sector público provea mejores servicios que el sector privado.

¿Cree que esta concepción también penetró en el sistema financiero?

En Estados Unidos, en la década del ‘30, los bancos de inversión estaban separados de los bancos comerciales. En los últimos años se permitió que se unieran. Es un caso de cambio regulatorio, donde el Estado se retira del control.

¿Cómo evalúa el tipo de regulaciones que se propusieron implementar a partir de la crisis?

Hay una teoría llamada “captura regulatoria”. Supone poner a las gallinas a ser controladas por los zorros. Si uno mira las formas regulatorias propuestas hasta ahora, se da cuenta de que los zorros están ganando y eso es porque los zorros controlan también el Congreso de los Estados Unidos.

¿Hay diferencias entre las políticas impulsadas en los Estados Unidos y en Europa?

Sí, hay diferencias. Uno de los temas que estoy estudiando es justamente las diferencias que hay en distintos lugares. Por ejemplo, en América latina la reacción de los gobiernos fue mucho más sensible a la crisis que lo que se observa en los Estados Unidos y Europa. En Europa hay un gran conflicto entre los países más grandes y los más chicos. Alemania, que por razones históricas tiene una obsesión con el tema de la inflación, impone el tema de la austeridad. El triunfo de un gobierno conservador en Inglaterra también fortalece la idea de austeridad. Por eso, no sorprende que Europa esté estancada, mientras China está creciendo fuerte.

¿Qué impacto tienen las políticas de austeridad?

La austeridad es algo totalmente erróneo. En primer lugar, por las diferencias de impacto entre clases sociales. En general, las clases más bajas son las más damnificadas. Además, las clases más bajas, cuando tienen dinero, lo gastan, mientras que las clases altas lo usan para generar más dinero y no necesariamente para hacer cosas productivas.

¿Por ejemplo?

Muchos ricos de los Estados Unidos compraron tierras en América latina. Esto llevó al aumento del precio de la tierra. En el largo plazo, debemos pensar cómo puede vivir el mundo de acuerdo con sus recursos. Eso no significa austeridad, sino una forma más austera de vivir, que no es lo mismo.

¿En qué se diferencian?

Deberemos pensar qué es lo que realmente necesitamos para tener una buena vida, y muchas de las cosas que pensamos del consumo son una locura; es dilapidar recursos, naturales y humanos. Tenemos que pensar cómo hacemos en el largo plazo para que 6800 millones de personas puedan vivir, tener vivienda, salud, alimento para que tengan una vida razonable y feliz.

Acumulación por desposesión

¿A qué llama usted acumulación por desposesión? ¿Cómo ubicar ese concepto en el contexto actual?

La forma tradicional es la desposesión de la población campesina, sacarles las tierras. En una parte del mundo hay un gran enriquecimiento por esa vía, como en India y América latina, donde en los últimos treinta años hubo un ataque contra la producción campesina.

¿Y en la actualidad qué formas ha tomado?

Formas modernas, por ejemplo, la crisis del mercado inmobiliario comenzó en los sectores de bajos ingresos. Incluso, antes de la crisis la población afroamericana ya había perdido como 40.000 millones de dólares en propiedades. Si uno observa lo que pasa con los fondos de pensión o los derechos de salud, hay cosas con las cuales se luchó y las personas pensaban que las tenían. Pero han desaparecido. Por ejemplo, la United Airlines declaró su bancarrota. En la instancia judicial dijeron: “Yo puedo parar la quiebra si eliminamos todos los derechos vinculados con la salud y los fondos de pensión”. Y el juez dijo: “Está bien”. Al mismo tiempo, el CEO de United Airlines está recibiendo altísimos bonos porque salvó la compañía. Mató a los trabajadores y salvó a la compañía: es un héroe del capitalismo. Esta es una forma de acumulación por desposesión.

Limites a la flexibilización

En España se anunciaron bajas de salarios, desaceleración de inversiones. Y también en el Reino Unido se sigue despidiendo a empleados públicos. ¿Qué cree que pasará con los trabajadores como actores políticos en este escenario?

En la década del ‘70 hubo un ataque a todas las formas de inclusión de los trabajadores. Uno de los argumentos era que el mercado laboral tenía que ser más flexible y disponible. Hubo una tendencia a contratos flexibles y empleos precarios.

¿Qué pasará después de que finalice este proceso?

Es difícil de pensar que el trabajo pueda ser más flexible de lo que es actualmente. Sí puede serlo más en Italia o Francia, pero una gran parte de la industria de los Estados Unidos se ha ido a China, donde tienen una gran fuerza de trabajo muy libre –en el sentido de flexible–, aunque en el último período empezó a ser menos flexible. Sabemos que hay un alto grado de disconformidad en China desde hace muchos años. Y en los últimos meses hemos visto movimientos grandes, no controlados por el PC Chino.

¿Por qué cree que sucedió esto?

Una de las posibilidades es que el nivel de descontento haya sido muy alto. Otra posibilidad es que hayan pensado en aumentar el consumo interno, y por eso los salarios aumentaron de 20 a 30 por ciento. Una de las consecuencias es que los trabajos (las industrias) se van de China hacia Camboya y Bangladesh. Hasta la década del ‘80, China tenía una fuerza laboral muy joven trabajando, pero impusieron la política de una familia-un hijo y la consecuencia es que no tienen más generación de jóvenes.