sexta-feira, 30 de novembro de 2012

Palestina, un territorio agujereado

Olga Rodríguez
El Diario

La admisión de Palestina como Estado no miembro en Naciones Unidas es un paso importante. Pero se necesita algo más que símbolos para que haya un cambio real en el terreno.

Lo que este jueves se ha aprobado en la Asamblea General de la ONU, con la oposición de Israel y Estados Unidos, es la admisión de Palestina como Estado observador de Naciones Unidas. Con ello la Autoridad Nacional Palestina tendrá mayor acceso a las diversas agencias de Naciones Unidas y al Tribunal Penal Internacional, donde podría presentar denuncias contra Israel, algo sin duda significativo. Por eso estos días pasados algunos países, como Reino Unido, anunciaron que apoyarían la iniciativa de los palestinos siempre y cuando éstos no acusaran de crímenes de guerra a Israel ante la Corte Internacional.

En la práctica, la entrada de Palestina como Estado no miembro no supone nada más. Lo que se decide en la Asamblea General de Naciones Unidas no es vinculante, y siempre precisa de la ratificación del Consejo de Seguridad de la ONU, que ya el pasado año pospuso la votación para admitir a Palestina como Estado, con la amenaza de Estados Unidos de vetar la propuesta. Pero el gesto, que ha venido acompañado de un reconocimiento del derecho de los palestinos a un Estado sobre las fronteras de 1967, no es baladí.

Las revueltas árabes han trastocado las alianzas regionales, algo está cambiando en Oriente Medio, Qatar, Egipto y Turquía están siendo más contundentes con Israel y Hamás se ha acercado a Qatar. Todo ello podría servir para intentar reactivar la situación palestina, y la comunidad internacional está tomando nota de ello.

De momento, cambian las formas, no el fondo. Para que el Estado palestino se convierta en algo real se necesitan algo más que símbolos. Estados Unidos tendría que permitir el reconocimiento de Palestina como Estado de pleno derecho en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. E Israel tendría que retirarse de Cisjordania, ahora acantonada, separada, dividida y esparcida en un mapa agujereado y discontinuo. De lo contrario, estaríamos ante un Estado palestino con miles de fronteras -una en cada asentamiento judío- y con instituciones que llevan años asfixiadas económica y militarmente. Por no hablar de la desconexión territorial de Cisjordania y Gaza, divididas por territorio israelí.

Mientras no haya una voluntad real de paz será inviable un Estado palestino real, con todo el significado que el término Estado implica. La aceptación de un Estado palestino de pleno derecho es una opción deseable, pero no la única. Personalidades como el difunto Edward Said han defendido un modelo de Estado binacional, donde árabes y judíos pudieran vivir en igualdad de condiciones, con los mismos derechos, sin exclusiones, en el mismo país. Para ello Israel tendría que renunciar a su esencia actual, basada en el carácter judío de su Estado.

La Ley del Retorno de Israel establece que cualquier judío del mundo, cualquier hijo o nieto de judío, y cualquier persona que se convierta al judaísmo tiene derecho a residir en Israel y a tener la ciudadanía israelí. También pueden acceder a la nacionalidad las personas casadas con israelíes, a excepción de los palestinos de Cisjordania y Gaza menores de 35 años y de las palestinas menores de 25 años. Sin embargo, un palestino nacido en Jaffa, por ejemplo, no tiene derecho a regresar a su tierra.

La voluntad de exclusión de esta ley contra un pueblo determinado es evidente. Un sueco que se convierta al judaísmo tiene más derecho a vivir en Israel que cualquier palestino expulsado que haya nacido allí o que sus descendientes. Solo así Israel es capaz de mantener su esencia como Estado judío.

Israel solo puede seguir siendo un Estado judío si mantiene la supremacía demográfica o legal de la población judía. Para ello tarde o temprano tendría que llevar a cabo una nueva limpieza étnica como la del 1948 -admitida como tal por historiadores israelíes como Benny Morris o Ilan Pappé- o practicar la segregación étnica legalizada, es decir, el apartheid. De otro modo, Israel no podría existir como Estado judío, sino como un Estado realmente democrático e integrador, donde haya cabida real para la población palestina.

Si un futuro Estado palestino va a tener sus fronteras y su espacio áereo controlados por Israel, si va a ser un territorio inconexo, desconectado e interrumpido por los asentamientos judíos, si va a estar expuesto al bloqueo comercial y al control israelí, la exigencia de un Estado binacional será una obligación para alcanzar la paz. La defensa de ese modelo exigiría que Israel pusiera fin a su voluntad discriminatoria como Estado judío de mayoría judía dispuesto a no admitir el crecimiento de otras comunidades étnicas o religiosas dentro de sus fronteras. Sea cual sea el camino que se escoja, la paz es posible. Hay decenas de soluciones y propuestas encima de la mesa. Pero falta la voluntad para aceptarlas.

Como me dijo en una ocasión Rami Elhanan, israelí integrante de la Asociación Parents Circle y que, a pesar de haber perdido a su hija en un atentado suicida apuesta por la defensa de los derechos de los palestinos, ‘Israel solo aceptará suscribir un pacto de paz cuando se dé cuenta de que el precio de no tener paz es más alto que el de tenerla’.

Para que eso ocurra es fundamental la presión de la comunidad internacional a través de los gobiernos y de la sociedad civil. Una presión que obligue a Israel a valorar si realmente le interesa condenar a árabes y judíos a ser víctimas de una situación política.

Otro Israel es posible: un Israel que apueste por el fin de la ocupación y de la exclusión del pueblo palestino. Puede resultar inconcebible, pero recordemos que una Sudáfrica sin apartheid también parecía imposible hace unos años.

quarta-feira, 28 de novembro de 2012

La ONU alerta de la desaparición de los peces en 2050

Víctor García
Solidarios

Los gobiernos de los países más industrializados del mundo aportan 27.000 millones de dólares como subsidio a empresas pesqueras que no practican una pesca sostenible. Este dato se ha desvelado tras la publicación de un estudio de la canadiense Universidad de Columbia Británica.

Dos terceras partes del total de las subvenciones las proporcionan países europeos, Estados Unidos, Japón, China, Corea del Sur y Taiwán. Esto se explica al observar que en los estados ricos se consume el triple de pescado que en los menos desarrollados. Tal desproporción en la demanda provoca que estos gobiernos tengan que recurrir a la importación. Para ello las empresas subvencionadas acuden a caladeros extranjeros y obtienen de allí sus recursos porque sus reservas pesqueras se agotaron hace tiempo.

La mayor parte de las financiaciones públicas va a parar a la construcción de barcos, cada vez mejor equipados tecnológicamente, así como al combustible necesario. Los sectores pesqueros locales no pueden competir con esta pesca industrial, caracterizada por su sistema de arrastre para conseguir capturas masivas de forma rápida.

Los 12 millones de pescadores artesanales ven reducidas sus posibilidades de obtener ingresos. Observan impotentes cómo los poderosos buques extranjeros esquilman sus recursos y poco a poco desaparecen las condiciones que les permitían ganarse la vida. Las zonas más afectadas por el expolio son África Occidental y el Pacífico Sur, desde Chile y Perú hasta las islas de Oceanía.

En Senegal un 7% de la población se dedica al sector pesquero y algunas ciudades costeras dependen de forma casi exclusiva de la pesca. Esta situación también propicia la escasez de alimento para buena parte de las poblaciones litorales empobrecidas, ya que su sustento principal es el pescado.

A pesar de la lucha por evitar esta sobrexplotación, las multinacionales buscan mecanismos para seguir faenando a sus anchas. El gobierno senegalés suspendió sus acuerdos con la Unión Europea (UE), pero ahora esas multinacionales se han transformado en empresas mixtas, es decir parte de la empresa es local. También se dan maniobras poco transparentes como la concesión de licencias para pescar en áreas protegidas.

Otro caso ilustrativo lo podemos encontrar en Chile. La Fundación Centro de Investigaciones e Informaciones Periodísticas (CIPER) asegura que la reserva de jureles ha descendido un 90% en tan sólo 20 años. Un ritmo inadmisible.

Además de que la actividad extranjera lastra los recursos marinos de la población local y deja poco dinero - entre el 2% y el 6% de las ganancias- en sus países como compensación, en muchos casos el precio pagado va a parar a administraciones corruptas que no invierten en el bien común.

La pesca industrial desecha 15 millones de toneladas de peces, el 50% de sus capturas, mientras que con los métodos tradicionales la cantidad descartada es casi nula. La pesca artesanal emplea 24 veces más trabajadores y contamina 7 veces menos. Además la pesca industrial no sería rentable sin el apoyo financiero de sus gobiernos.

Parece haber suficientes razones para apoyar la pesca tradicional en los países empobrecidos. También para alzarse contra los abusos que cometen las embarcaciones propiedad de instituciones autoras de crímenes sociales y medioambientales que operan impunes al amparo de ambigüedades legislativas y gracias a maniobras ilícitas de obtención de licencias.

La UE se encuentra inmersa en la elaboración de la reforma de su Política de Pesca Común. Propone desautorizar y penalizar aspectos como los descartes, peces que se devuelven muertos al mar por su escaso valor en el mercado, o el sistema de arrastre en los fondos marinos, culpable también de la extracción de plancton y de la consiguiente destrucción de la cadena trófica marina. Pero esta medida de control solo será aplicable al territorio europeo.

Millones de personas se quedarán sin trabajo ni comida. La pesca abusiva devasta el ecosistema marino y extingue de manera progresiva los ejemplares que en él viven. La ONU ya advirtió de que, de seguir así, el planeta se quedará sin peces en el año 2050. Es necesario exigir el fin de las subvenciones a quienes no hagan pesca sostenible y la elaboración de una legislación clara a nivel internacional que garantice una actividad pesquera respetuosa con el medio ambiente y con las personas.

terça-feira, 27 de novembro de 2012

Exhumados los restos de Yasir Arafat

Ana Carbajosa
El País

A primera hora de la mañana de este martes ha sido exhumado el cadáver de Yasir Arafat, el histórico líder palestino. El objetivo es tomar las muestras necesarias para determinar las causas de la muerte del rais en 2004 a los 75 años. Una reciente investigación halló dosis anormales de polonio radiactivo en prendas íntimas de Arafat, lo que ha dado pie a la reapertura del caso. Las tesis que apuntan a un posible envenenamiento del que fuera una de las bestias negras de Israel cuentan con un amplio apoyo entre la población palestina. Los resultados de la autopsia, que ha dado comienzo, podrían zanjar de una vez por todas el misterio que rodea la muerte del mítico dirigente desde hace ocho años.

La exhumación se ha realizado en presencia de tres equipos extranjeros. En primer lugar, participa el equipo de técnicos suizos que, junto con la cadena catarí Al Yazira, desveló recientemente los resultados de los análisis del laboratorio radiológico de la Universidad de Lausana. Un grupo de juristas franceses también ha viajado a Ramala para presenciar la exhumación, después de que Suha Arafat, la viuda del rais, presentara una querella ante la justicia francesa al conocerse los datos que podrían confirmar la tesis de la muerte por envenenamiento. Participa por último en la exhumación un equipo de técnicos rusos. El presidente palestino, Mahmud Abbas, decidió contar con la presencia rusa debido a los lazos históricos con Moscú, pero también por la experiencia de los rusos en cuestiones relacionadas con el polonio radiactivo. La participación de tres equipos extranjeros ha complicado un proceso ya de por sí delicado, reconocen las autoridades en Ramala.

La comisión de investigación palestina que dirige Taufik Tirawi ha tratado en todo momento de mantener a los medios alejados de un proceso que aspiran a que se desarrolle en la intimidad. Arafat se encuentra enterrado junto a la Muqata, el palacio presidencial en Ramala, en el que estuvo sitiado por los tanques israelíes los últimos dos años y medio de su vida, antes de viajar al hospital de París en el que murió. Hace semanas que el imponente mausoleo de Arafat se encuentra cerrado al público. Esta tarde tendrá lugar un acto oficial en el que se volverá a enterrar a Arafat y al que solo tendrán acceso un grupo muy reducido de personas, según indican fuentes palestinas. Se le enterrará de la misma forma que hace ocho años. Listo para ser trasladado a Jerusalén cuando sea posible, y rodeado de tierra de la ciudad santa.

Cada equipo de investigadores obtendrá sus propios resultados, que se han comprometido a compartir con las autoridades palestinas. Las conclusiones definitivas podrían demorarse hasta la primavera del año que viene, según explican fuentes próximas a la investigación.

La exhumación cuenta con la aprobación de Suha Arafat, a pesar de que en su día se negó a que le practicaran la autopsia. Otros miembros de la familia, en particular su sobrino, el prominente político palestino Naser Al Qidua, se oponen a lo que consideran una profanación del cadáver de Arafat.

segunda-feira, 26 de novembro de 2012

México: El traje nuevo del presidente

John Ackerman
La Jornada

Se equivocan los que afirman que para que el país esté bien es necesario que al presidente de la República le vaya bien. Cuando el mandatario viola la legalidad, agrede a los ciudadanos y conduce el país hacia el despeñadero, lo más conveniente no es subirse al barco y sonreír al capitán, sino remar a contracorriente y evidenciar las fugas del navío. El primero de diciembre la salud de la democracia mexicana no se determinará por el aplausómetro para Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, sino por la visibilidad de las protestas contra ambos.

En 2006, la interrupción simbólica del rito presidencialista de entrega-recepción de la banda presidencial en la Cámara de Diputados fue un gran avance político en nuestro país. La oposición de izquierda tomó en serio su responsabilidad de canalizar y representar el descontento social al interior de la instancia diseñada precisamente para dar cabida a la pluralidad política: el Congreso de la Unión. En un acto contundente de resistencia civil pacífica y de sacrificio político, un amplio grupo de legisladores tomó la tribuna de San Lázaro e impidió el desarrollo normal de la sesión en la que Calderón tomaría posesión como presidente de la República.

El repudiado presidente saliente, Vicente Fox, ni siquiera pudo presentarse. Calderón tuvo que entrar y salir del recinto por una improvisada puerta trasera, entre gritos y fuertemente custodiado por el Estado Mayor Presidencial.

Se cumplió estrictamente con la normatividad. El nuevo presidente protestó ante el Congreso de la Unión a guardar y hacer guardar la Constitución tal y como lo mandata el artículo 87 de la carta magna. Pero el rito de colocación de la banda presidencial se desacralizó y todo México pudo atestiguar, por lo menos en el terreno simbólico, el fin de la presidencia imperial. Con ello se evidenció la desnudez del rey y esta nueva conciencia crítica benefició a la sociedad entera.

Se repitió una escena similar el pasado 11 de mayo, cuando un amplio grupo de alumnos en la Universidad Iberoamericana recibió y despidió a Peña Nieto con gritos de ¡Fuera! ¡Asesino! ¡Cobarde! ¡Corrupto! y ¡Represor! Aquella manifestación también fue pacífica y no rompió en absoluto con la legalidad, que en ninguna parte obliga a los ciudadanos a vitorear a los candidatos presidenciales. El priísta pudo entrar sin problema en el auditorio universitario, exponer sus ideas con calma y contestar una veintena de preguntas antes de tomar libremente la decisión de escaparse por la puerta de atrás, detenerse en el baño y cancelar su entrevista con Radio Ibero.

La irrupción de la juventud dio aire nuevo al proceso electoral e iluminó la esperanza de miles de ciudadanos para participar e influir en el resultado de las elecciones presidenciales. Las instituciones electorales finalmente traicionaron esta esperanza con su complicidad con los poderes fácticos. Pero ello no canceló la enorme importancia histórica del movimiento #YoSoy132.

En 1968, Samuel Huntington, finado profesor de la Universidad Harvard y uno de los más influyentes apologistas del imperialismo estadunidense, escribió en su libro El orden político en las sociedades en cambio que lo más importante para un país en vías de desarrollo no es su "tipo de gobierno", sino su "grado de gobierno". Es decir, en lugar de preocuparse por la democratización del sistema político, los líderes deberían priorizar la construcción de instituciones fuertes capaces de imponer el orden social.

Un elemento central para lograr este fin, según Huntington, es el fortalecimiento de la institución presidencial. Sostenía que el clásico refrán estadunidense de que "lo que le es bueno para General Motors es bueno para el país" debería también acuñarse como "lo que le es bueno a la Presidencia, es bueno para el país". De acuerdo con esta lógica autoritaria, sólo un firme centralismo político podría generar las condiciones necesarias para un sano desarrollo frente a las amenazas que implicaban los vigorosos movimientos estudiantiles y socialistas de la época. El autor explícitamente halagó al sistema priísta mexicano como ejemplo a seguir a escala internacional.

Hoy el PRI busca resucitar el fantasma de Huntington y recuperar la fuerza presidencial supuestamente perdida durante los años de gobiernos panistas. Las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal y a la Ley del Servicio Profesional de Carrera no podrían ser más transparentes. Se trata de garantizar que los criterios políticos y las preferencias personales sean los únicos que influyan en la administración pública federal, tanto en materia de seguridad pública como en contratación de servidores públicos y el combate a la corrupción. El vergonzoso apoyo de destacados legisladores del PRD a estas reformas, como Silvano Aureoles, Miguel Barbosa, Manuel Camacho y Armando Ríos Piter, confirma el abandono de la lucha democrática de la mayor parte de los líderes de ese partido.

México no resolverá sus problemas con el retorno del hiperpresidencialismo del pasado, sino con la consolidación del protagonismo social que cada día más es el signo de nuestros tiempos a escala mundial. La forma en que se desarrolle el relevo presidencial este 1º de diciembre será un importante indicador simbólico de lo que nos espera en los años por venir.

domingo, 25 de novembro de 2012

Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer

Adital

La Campaña Internacional ‘16 Días de Activismo contra la Violencia de Género’ comienza hoy, día 25, en el marco del Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, en su 22ª edición. El Centro para el Liderazgo Global de las Mujeres (CWGL) de la Universidad de Rutgers, Estados Unidos, en conjunto con miles de organizaciones alrededor del mundo, realiza la campaña para exigir el fin de la violencia contra las mujeres y apelar a los gobiernos para que garanticen su protección.

Para el CWGL, el período elegido para la acción, del 25 de noviembre al 10 de diciembre, no sólo garantiza más visibilidad al Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer y al Día Internacional de los Derechos Humanos (10 de diciembre), sino que también relaciona la violencia de género con una violación a los derechos humanos.

Basado en sugerencias, este año, el tema global de la campaña continuará siendo: ‘De la Paz en el hogar a la Paz en el mundo: ¡Vamos a desafiar al Militarismo y darle un fin a la Violencia contra las Mujeres!’. Los subtemas de la campaña son: Violencia sexual y de género cometida por agentes del Estado, sobre todo policías o militares; Proliferación de armas de pequeño calibre y su papel en la violencia doméstica; y Violencia sexual después del conflicto.

En Brasil, se abordará la temática ‘Compromiso y actitud con la Ley María da Penha – la ley es más fuerte’, que pretende movilizar a la sociedad y promover la actuación conjunta del gobierno y la justicia a fin de disminuir la impunidad de los delitos contra las mujeres. El 28 de noviembre, en el Distrito Federal, a partir de las 18h, en el pasaje subterráneo de la 102/202 Norte, un grupo de grafiteros/as de Brasilia y de Río de Janeiro realizará un mural temático por el fin de la violencia contra las mujeres.

En Argentina, el tema de la campaña será ‘Argentina frente a los compromisos internacionales de Caro y Beijing’, lo que se correlaciona con las metas establecidas en la 4ª Conferencia Internacional de la Mujer en Beijing, realizada en septiembre de 1995 en China. La Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (Feim) presentó el informe "Beijing + 15. Igualdad de género: de las palabras a los hechos”, que evalúa los avances y los obstáculos existentes en el país en el cumplimiento de la Plataforma de Acción instituida en la Conferencia citada arriba.

Una de las iniciativas más innovadoras es la Campaña de Cartas de Mujeres en Perú, que busca hacer visible para las mujeres "un delito que afecta a toda la sociedad y que tiene enormes costos sociales y económicos en escala nacional y mundial”, señala María del Carmen Panizzo, coordinadora del Programa Regional ComoVoMujer, en referencia al femenicidio. Las cartas invitan a las mujeres a compartir experiencias, miedos y esperanzas ante la violencia para que, al final de los testimonios, las autoridades puedan revisar las normas y mejorar las políticas públicas del país.

Datos del femenicidio en el mundo

De acuerdo con la consultora jurídica de Derechos Humanos del portal Feminicidio.net, Elena Laporta, América Latina tiene las tasas de femenicidio más elevadas del mundo. "De los 25 países con mayor número de femenicidios, más del 50% están en América: cuatro en el Caribe, cuatro en América Central y seis en América del Sur. Otros siete se encuentran en Europa, tres en la Región Norte y otros tres en la Región Oeste. El resto, tres están en Asia y uno en África”, detalló.

Aproximadamente 66 mil mujeres son asesinadas cada año a nivel global, lo que representa el 17% del total de muertes violentas. Además, los países con mayores tasas de homicidio contra las mujeres son África del Sur, El Salvador, Jamaica y Guatemala según se señala en el informe ‘Carga global de la violencia armada 2011’.

El día 25 de noviembre, establecido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1999, presta también homenaje a Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, tres hermanas activistas políticas asesinadas en la dictadura de República Dominicana.

sexta-feira, 23 de novembro de 2012

La tragedia de Gaza

Eduardo Galeano
Contraindicaciones

Para justificarse, el terrorismo de Estado fabrica terroristas: siembra odio y cosecha coartadas. Todo indica que esta carnicería de Gaza, que según sus autores quiere acabar con los terroristas, logrará multiplicarlos. Desde 1948, los palestinos viven condenados a humillación perpetua. No pueden ni respirar sin permiso. Han perdido su patria, sus tierras, su agua, su libertad, su todo. Ni siquiera tienen derecho a elegir sus gobernantes. Cuando votan a quien no deben votar, son castigados. Gaza está siendo castigada. Se convirtió en una ratonera sin salida, desde que Hamas ganó limpiamente las elecciones en el año 2006. Algo parecido había ocurrido en 1932, cuando el Partido Comunista triunfó en las elecciones de El Salvador. Bañados en sangre, los salvadoreños expiaron su mala conducta y desde entonces vivieron sometidos a dictaduras militares. La democracia es un lujo que no todos merecen.

Son hijos de la impotencia los cohetes caseros que los militantes de Hamas, acorralados en Gaza, disparan con chambona puntería sobre las tierras que habían sido palestinas y que la ocupación israelí usurpó. Y la desesperación, a la orilla de la locura suicida, es la madre de las bravatas que niegan el derecho a la existencia de Israel, gritos sin ninguna eficacia, mientras la muy eficaz guerra de exterminio está negando, desde hace años, el derecho a la existencia de Palestina. Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa.

Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo la frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa. No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho.

Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros. ¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza? El gobierno español no hubiera podido bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA, ni el gobierno británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a IRA. ¿Acaso la tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna impunidad? ¿O esa luz verde proviene de la potencia mandamás que tiene en Israel al más incondicional de sus vasallos?

El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo, sabe a quién mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras imperiales. En Gaza, de cada diez daños colaterales, tres son niños. Y suman miles los mutilados, víctimas de la tecnología del descuartizamiento humano, que la industria militar está ensayando exitosamente en esta operación de limpieza étnica. Y como siempre, siempre lo mismo: en Gaza, cien a uno. Por cada cien palestinos muertos, un israelí.

Gente peligrosa, advierte el otro bombardeo, a cargo de los medios masivos de manipulación, que nos invitan a creer que una vida israelí vale tanto como cien vidas palestinas. Y esos medios también nos invitan a creer que son humanitarias las doscientas bombas atómicas de Israel, y que una potencia nuclear llamada Irán fue la que aniquiló Hiroshima y Nagasaki.

La llamada comunidad internacional, ¿existe? ¿Es algo más que un club de mercaderes, banqueros y guerreros? ¿Es algo más que el nombre artístico que los Estados Unidos se ponen cuando hacen teatro? Ante la tragedia de Gaza, la hipocresía mundial se luce una vez más. Como siempre, la indiferencia, los discursos vacíos, las declaraciones huecas, las declamaciones altisonantes, las posturas ambiguas, rinden tributo a la sagrada impunidad. Ante la tragedia de Gaza, los países árabes se lavan las manos. Como siempre. Y como siempre, los países europeos se frotan las manos.

La vieja Europa, tan capaz de belleza y de perversidad, derrama alguna que otra lágrima mientras secretamente celebra esta jugada maestra. Porque la cacería de judíos fue siempre una costumbre europea, pero desde hace medio siglo esa deuda histórica está siendo cobrada a los palestinos, que también son semitas y que nunca fueron, ni son, antisemitas. Ellos están pagando, en sangre contante y sonante, una cuenta ajena.

quarta-feira, 21 de novembro de 2012

Palestina: o tempo coagulado

Francisco Carlos Teixeira
Carta Maior

Desde outubro de 2012, e especialmente desde o dia 8/11/2012, as relações entre Israel e as autoridades que controlam a Faixa de Gaza entraram em colapso. As fricções de fronteira – na maioria das vezes entre patrulhas do Tsahal (Exercito israelense) e grupos de resistentes (nego aqui, na esteira da Assembleia Geral da ONU o epíteto de “terroristas”, como não chamaria os judeus que lutaram contra os ingleses de terroristas) trocam, de um lado pedradas, tiros e foguetes contra artilharia blindada e raids de aviões de combate). Nada novo. Nada tristemente fora do comum na região. Também nada de novo no lançamento de foguetes da Faixa de Gaza contra o sul de Israel – numa tentativa de mostrar a fúria dos habitantes de Gaza contra o fechamento das fronteiras, o bloqueio naval e aéreo, além do fechamento comercial da área desde 2005.

Gaza, com seus 1.6 milhões de habitantes, tornara-se desde a desocupação por Israel na maior prisão do mundo - são 362 km². Para 1.6 milhões de pessoas, sem serviços e sem trabalho. Havia, contudo, um certo cuidado de ambas as partes. Um tentativa de evitar a “escalada”. Depois de 8 de novembro tudo isso desmoronou... Por que?

Por que a atual escalada?

De forma sistemática, meticulosa, o Tsahal patrulha a estreita fronteira entre Gaza e Israel em busca de túneis subterrâneos que permitam a entrada em território de Israel. O bloqueio imposto por Israel obriga a construção constante de túneis, por onde chega até 80% dos produtos de consumo de Gaza – e também armas para a resistência. O Egito, de acordo com os tratados assinados com Israel, também construiu uma cerca, com 11 km de extensão e 18 metros de profundidade, completando o isolamento de 1.6 milhões de pessoas. O cerco a Gaza é, de longe, muito pior que o bloqueio de Cuba, do Irã ou da Coréia do Norte, posto que nem navios com cargas humanitárias sob bandeira europeia ou turca podem chegar ao porto de Gaza City.

No dia 8 de novembro de 2012 um grupo de adolescentes, como de praxe (ligados a uma organização de resistência chamada “Comitês de Resistência Popular”) lançou pedras e paus contra uma patrulha do Tsahal, composta de quatro carros blindados e um bulldozer (para derrubar ou fechar túneis, por onde, segundo Israel passariam “terroristas” para atacar Israel). A patrulha israelense invadiu o território e Gaza e fez fogo sobre o grupo de adolescentes. Um menino de 12 anos foi morto. Organizações palestinas em Gaza, mas não o Hamas, retaliaram lançando foguetes sobre Israel. Primeiro contra as cidades fronteiriças e depois atingindo mesmo a grande Tel Aviv.

Tais armas – foguetes – são armas de fácil fabricação local e algumas contrabandeadas pelo Irã. Não são mísseis (como afirmou esta semana o presidente Obama e o Governo Netanyahu, distorcendo os fatos), não possuem instrumentos de navegação e fazem vítimas indiscriminadas quanto apontadas para grandes centros urbanos. Israel respondeu com ataques aéreos e mísseis, em larga escala, atingindo alvos do Hamas, de outras entidades de resistência e a população civil. O saldo até o momento é brutal: 5 cidadãos de Israel mortos, 133 palestinos mortos e centenas de feridos. Dos mortos palestinos 40% são crianças, mulheres e velhos. Não há, como foi dito, “assimetria” (isso é outra coisa em Assuntos Militares). O que houve foi uso desproporcional e brutal de força. Segundo o ministro israelense Eli Yshian, do partido Shas, o objetivo era levar Gaza “de volta para a Idade Média”!

Entre os mortos palestinos destaca-se o Comandante Ahmed al-Jaabari, que vinha nas últimas semanas negociando, em segredo, com o negociador israelense Gershon Baskin – o mesmo que negociou com o Hamas a libertação do soldado israelense Gilad Shalit. A morte de Ahmed al-Jaabari, em 15 de novembro de 2012, o comandante militar do Hamas e que negociava um acordo com Tel Aviv, escala o conflito e produz, como resposta, uma chuva de foguetes contra Israel.

O próprio negociador israelense, Gershon Baskin, em entrevista publicado em todos os jornais, considerou a operação “cirúrgica” de matar Al-Jaabari (na verdade a operação de “assassinatos seletivos” de Israel) um grave erro. E então por que foi feito?

O sangue que corre e o tempo que se coagula

No próximo dia 29 de novembro o Presidente da Autoridade Nacional Palestina, Mahmud Abbas, do Al Fatah – organização em conflito aberto com o Hamas, mas com quem se havia feito um acordo provisório, sob mediação a Turquia e Egito – apresentará na ONU o pedido de admissão plena da Palestina . Uma analise prévia da diplomacia israelense e americana constatou que a maioria, mais do que suficiente, da Assembleia Geral da ONU aprovará a entrada, com direitos plenos, da Palestina.

A admissão da Palestina implica que o seu governo poderá, entre outras coisas, colocar demandas jurídicas perante a Corte Internacional de Haia, pedir a formação de uma força de paz e de intermediação nas suas fronteiras e exigir que os impostos e recursos da Palestina e Gaza retornam para o governo (são recolhidos por Israel, e não entregues ao governo em Ramalah). Além disso, a Palestina poderá levar para a Comissão Internacional de Direitos Humanos pleitos de violação de tais direitos, levando a uma condenação e militares e políticos de Israel.

Tal proposição de Abbas – considerada “unilateral” pela diplomacia de Israel e dos Estados Unidos e em verdade uma resposta pelo abandono por parte dos EUA, do chamado “Quarteto” e da própria ONU da crise na região – desencadeou um grande temor em Washington: o Presidente Obama, Prêmio Nobel da Paz e um defensor dos direitos humanos, seria obrigado a vetar a decisão de quase 130 nações. Além disso, Israel sofreria uma derrota diplomática histórica.

Em segundo lugar, Benjamin Netanyahu, que durante a campanha eleitoral apoiou Mitt Romney e criticou, de forma despudorada Obama, convocou eleições gerais em Israel para janeiro: precisa de mandato reforçado para enfrentar qualquer pressão de Washington por um tratado de paz e, claro, o voto hostil por parte da ONU. Por outro lado, um acordo com Al-Jaabari seria, na prática, o reconhecimento do Hamas como ator legítimo num futuro acordo de paz.

Obama, por sua vez, está paralisado perante o risco do “abismo fiscal” e tem que negociar com o Congresso Americano o orçamento de 2013. Ocorre que a maioria na Câmara dos Deputados é Republicana, fortemente pro-Israel e, mesmo no Senado, onde possui maioria Democrata, os representantes são também Pro-Israel. Obama, neste quadro, renunciou a qualquer apoio ou decisão de resolver a questão que se arrasta depois de décadas. Em sua primeira viagem pós-eleição foi a Tailândia, onde defendeu a liberdade dos oponentes do regime e... criticou os palestinos.

Testando a nova geopolítica

Tanto Israel quanto os Estados Unidos resolveram, em verdade, testar os limites da chamada “Primavera árabe”: os novos governos saídos dos movimentos populares, como no Egito e na Tunísia, deveriam ser colocados em posição de recuo, assumindo, em relação aos palestinos, o mesmo (e triste) papel das ditaduras cleptocratas derrubadas. A militância e protagonismo de Ancara, Cairo, do Qatar ou Túnis devem ser reduzidos ao grau de dependência real que tais países mantém com os EUA: a ajuda militar ao Egito ou as bases americanos no Qatar, ou ainda a pertença da Turquia ao sistema militar da OTAN.

O que talvez o que escape a estes cálculos de “realpolitik” de Washington seja a opinião pública. O slogan, hoje velho e desbotado, de que Israel era a única democracia do Oriente Médio não vale mais como desculpa. Egito, Tunísia, Líbano, Jordânia e Qatar, estes num curso tortuoso, abrem-se para ouvir a opinião pública, que não é mais o eufemismo “a rua árabe”. Sem falar nas instituições consolidadas da Turquia.

Países ditatoriais e demofobos como a Arábia Saudita e o Paquistão merecem maior apoio e prestígio que o Cairo. Sem dúvida a resposta vira da vontade popular. Governos árabes que se calam perante a Questão Palestina serão, doravante, punidos nas urnas.

Por fim, o silêncio das mídias ocidentais – quantos palestinos valem um israelense? – é vergonhoso. Embora os jornais e as associações de imprensa internacionais, começando pela SIP e “Repórteres sem Fronteiras” critiquem países como a Venezuela e a Argentina, há um total silêncio sobre um gravíssimo atentado contra a liberdade de imprensa: os escritórios, e antenas transmissoras, das televisões Al Aqsa (Palestina) e da Sky News e da Al Arabiya (internacionais) foram destruídas por mísseis de Israel.

Silêncio

Da mesma forma, a UNICEF protestou, formalmente, contra a morte de 9 crianças, algumas eram bebês, por mísseis de Israel. O mundo, e as pessoas de boa vontade, estão cansadas, já não pode haver mais tolerância para tantas mortes, de um lado e de outro – ressaltando uma contagem de corpos desmesurada e brutal -, por pura má vontade e cálculos eleitorais e políticos.

Israel é uma realidade política (e militar) insuperável. A segurança de sua população, no interior de seu território, é intocável. E a Palestina/Gaza? Sua existência, hoje em risco, é também intocável, com os mesmos direitos. É preciso estabelecer, de imediato, a integridade, soberania plena, e liberdade do povo palestino.

segunda-feira, 19 de novembro de 2012

Israel, la peor amenaza contra sí mismo

Robert Fisk
The Independent

Terror, terror, terror, terror, terror. Ahí vamos de nuevo. Israel va a erradicar el terror palestino –es lo que lleva 64 años diciendo que hace, sin éxito–, en tanto Hamas, la más reciente de las mórbidas milicias de Palestina, anuncia que Israel ha abierto las puertas del infierno al asesinar a su líder militar, Ahmed Jaabari.

Hezbolá anunció varias veces que Israel había abierto las puertas del infierno al atacar Líbano. Yasser Arafat, quien fue un superterrorista, luego un súper estadista –después de capitular en el jardín de la Casa Blanca– y después otra vez un superterrorista, al darse cuenta de que fue engañado en Camp David, también fanfarroneó sobre las puertas del infierno en 1982.

Y los periodistas escribimos como osos bailarines, repitiendo todos los lugares comunes usados en los 40 años pasados. El asesinato de Jaabari fue un ataque selectivo, una incursión aérea quirúrgica –como las incursiones aéreas quirúrgicas israelíes que mataron a casi 17 mil civiles en Líbano en 1982; los mil 200 libaneses, la mayoría civiles, de 2006, o los mil 300 palestinos, la mayoría civiles, en Gaza en 2008-9, o la mujer encinta y el bebé muertos por las incursiones aéreas quirúrgicas en Gaza la semana pasada– y los 11 civiles muertos en una casa de Gaza este domingo. Por lo menos Hamas, con sus cohetes Godzilla, no menciona nada quirúrgico al respecto. Su objetivo es matar israelíes… cualquier israelí, hombre, mujer o niño.

Como es también el verdadero objetivo de los ataques israelíes en Gaza. Pero no digamos eso o seremos nazis antisemitas, casi tan malignos, perversos, indecibles, diabólicos y criminales como el movimiento Hamas, con el cual –una vez más, por favor no mencionemos esto– Israel negoció alegremente en la década de 1980, cuando alentó a esa cáfila de mafiosos a tomar el poder en Gaza y así decapitar al exiliado superterrorista Arafat. El nuevo tipo de cambio en Gaza entre muertes palestinas e israelíes ha llegado a 16:1. Se elevará, por supuesto; en 2008-9 fue de 100:1.

Y también creamos mitos. La más reciente guerra israelí en Gaza tuvo un éxito tan asombroso –en erradicar el terror, claro– que sus unidades supuestamente de élite no lograron encontrar ni siquiera a su soldado capturado Gilad Shalit, quien finalmente fue sacado a la luz el año pasado por Jaabari en persona.

Jaabari era el casi secreto líder número uno de Hamas, según la agencia AP. Pero, ¿cómo podía ser casi secreto si conocíamos la fecha de su nacimiento, detalles de su familia, los años que estuvo preso en Israel, durante los cuales cambió su lealtad de Fatah a Hamas? Por cierto, ya que estoy en eso, esos años de prisión en Israel no precisamente convirtieron a Jaabari al pacifismo, ¿verdad? Bueno, nada de lágrimas entonces; era un hombre que vivió por la espada y murió por la espada, destino, que, desde luego, no afligirá a los guerreros del aire de Israel que asesinan civiles en Gaza.

Washington apoya el derecho de Israel a defenderse y luego clama una espuria neutralidad, como si las bombas israelíes en Gaza no vinieran de Estados Unidos tan seguramente como que los cohetes Fajr-5 vienen de Irán.

Entre tanto, el lastimero William Hague afirma que Hamas es el principal responsable de la guerra. Pero no hay pruebas de ello. Según The Atlantic Monthly, el asesinato israelí de un discapacitado mental palestino que se extravió en la frontera pudo haber sido el principio de esa guerra. Otros sospechan que la provocación pudo haber sido el asesinato de un muchacho palestino; pero éste fue muerto por los israelíes cuando un grupo armado palestino intentaba cruzar la frontera y se topó con tanques israelíes, en cuyo caso los palestinos –no de Hamas, por cierto– pudieron haber desatado las hostilidades.

Pero ¿no hay nada que detenga esta estupidez, esta guerra insensata? Cientos de cohetes caen sobre Israel. Cierto. Miles de hectáreas son robadas a los árabes por Israel –sólo para judíos– en Cisjordania. Ya no queda siquiera tierra suficiente para un Estado palestino.

Pero nos alientan a olvidarnos de eso. Nos dicen que sólo hay chicos buenos y malos en este escandaloso conflicto, en el cual los israelíes afirman ser los buenos ante el aplauso de los países de Occidente (que luego se preguntan por qué muchos musulmanes no quieren mucho a los occidentales). El problema, extrañamente, es que las acciones israelíes en Cisjordania y su sitio de Gaza acercan precisamente el suceso que Israel proclama temer día con día: la destrucción de su Estado.

En la batalla de cohetes –no menos los Fajr-5 de Irán y los drones de Hezbolá–, los dos bandos se adentran en una nueva ruta bélica. Ya no se trata de tanques israelíes cruzando la frontera libanesa o la de Gaza: ahora son cohetes, drones de alta tecnología y ataques por computadora –o ciberterrorismo, si son cometidos por musulmanes–, y la materia humana que queda destrozada por el camino será menos relevante que en los tres años pasados.

El despertar árabe toma ahora su propio curso; sus líderes comenzarán a seguir el ánimo de su público. Lo mismo hará, sospecho, el pobre anciano rey Abdalá de Jordania. Las payasadas estadunidenses por la paz del lado israelí ya no valen nada para los árabes. Y si Benjamin Netanyahu cree que el arribo de los primeros cohetes Fajr iraníes demanda un gran estallido israelí en Irán, y luego Irán devuelve el golpe –y quizá los estadunidenses también– y atrae a Hezbolá, y Obamá se ve arrastrado a otra guerra de Occidente contra musulmanes, ¿qué ocurrirá después?

Bueno, Israel pedirá un cese del fuego, como hace de rutina en las guerras contra Hezbolá. Volverá a rogar el apoyo indeclinable de Occidente en su lucha contra el mal, Irán incluido. ¿Y por qué no elogiar el asesinato de Jaabari? Por favor, olvídense de que los israelíes negociaron hace menos de 12 meses con el propio Jaabari, por mediación del servicio secreto alemán. No se puede negociar con "terroristas", ¿o sí? Israel llama Operación Columna de Defensa a su más reciente baño de sangre. Columna de Hipocresía, más bien.

sábado, 17 de novembro de 2012

Tony Blair y el declinio de la Tercera Vía

Vicenç Navarro
Sistema Digital

Uno de los desarrollos que dañaron más a la socialdemocracia europea fue la aparición y desarrollo en su seno de la corriente liberal conocida como la Tercera Vía, también llamada blairismo, enfatizando así el liderazgo que Tony Blair, el Primer Ministro del gobierno laborista británico, proveyó en la aparición de tal corriente dentro de la socialdemocracia. Tal blairismo se caracterizó por la sustitución de los principios socialdemócratas por principios de clara orientación liberal. Entre ellos, el que llamó más la atención fue su abandono de las políticas redistributivas, enfatizando en su lugar, la necesidad de facilitar la concentración de las riquezas a fin de crear y acumular capital que, indirectamente, se filtrara al resto de la población. La aplicación de tales principios despertó gran interés y apoyo al blairismo por parte del gran capital británico y muy en particular el financiero, basado en la City (el Wall Street de Gran Bretaña), que se benefició enormemente de las políticas fiscales que favorecieron a las personas que derivaban sus rentas no del trabajo, sino de la propiedad. Tony Blair se convirtió así en la figura preferida y promocionada por las grandes fortunas de la City de Gran Bretaña. En realidad, atrajo capital financiero a la City, presentándola como el paraíso fiscal de mayor rentabilidad. Tony Blair estaba orgulloso de que la City permitiera prácticas irregulares que no se permitían en Wall Street. Ello determinó un enorme aumento del capital financiero que, durante el mandato de Blair, alcanzó a ser el 32% del PIB, crecimiento que tuvo lugar a costa del sector industrial, que pasó de representar el 20% del PIB al 12%, durante el mismo periodo.

Tony Blair, como Gerhard Schröder en Alemania, hicieron también reformas laborales que redujeron los salarios como consecuencia de su desregulación. Y Tony Blair también desalentó las políticas de expansión de gasto público como medida de estímulo económico, argumentando su imposibilidad en una economía globalizada, ignorando que algunos de los países más integrados internacionalmente, como los países escandinavos, tenían un gasto público mayor, base de su expansión económica. Tony Blair continuó las políticas de austeridad de gasto público que había iniciado Margaret Thatcher. De ahí que se le conociera popularmente como la “señora. Thatcher con pantalones”. Naturalmente que esta expresión era un tanto exagerada pero sí que reflejaba la percepción popular de lo que Blair significaba en la Gran Bretaña: la incorporación del liberalismo (en el área económica neoliberalismo) dentro de la socialdemocracia, cambiando radicalmente las políticas públicas que habían caracterizado a esta sensibilidad política.

Tales políticas explican el declive electoral del Partido Laborista, disminuyendo de una manera muy significativa su representatividad parlamentaria. En otro artículo he documentado que, en contra de lo que se presentó en los medios de mayor difusión, el blairismo llevó al Partido Laborista a un desastre. Baste recordar que el Partido laborista pasó de recibir el apoyo electoral de un 33% del electorado en el inicio de su periodo gobernante, 1997, a un 25% en 2001, y un 22% en 2005. Si Gran Bretaña hubiera tenido un sistema electoral proporcional, el Partido Laborista habría perdido la mayoría parlamentaria ya en la segunda elección. El que consiguiera la mayoría parlamentaria hasta el año de su colapso parlamentario, 2005, no fue –como sus ideólogos, como Anthony Giddens, indicaban- resultado de su supuesta popularidad, sino al contrario, como consecuencia del enorme sesgo del sistema electoral y de la crisis del Partido Conservador. Un tanto semejante le ocurrió, por cierto, al partido gobernante socialdemócrata alemán. Todos los partidos socialdemócratas pertenecientes a la Tercera Vía (que eran la mayoría que gobernaban la Unión Europea) han sido derrotados electoralmente con gran pérdida de su apoyo electoral, perdiendo a la vez un gran número de militantes y simpatizantes.

Pero el significado de Tony Blair y lo que él representó quedó incluso más claro una vez éste dejó su cargo en el Gobierno de Gran Bretaña. Sus ansias de enriquecerse se han desarrollado extensamente a través de sus asociaciones con algunos de los regímenes más crueles y rechazables hoy existentes en el mundo, entre los cuales destacan Kazakhstan y Azerbaiyán, países que han sido señalados por las organizaciones a favor de los Derechos Humanos entre los regímenes en el mundo donde tales derechos están más limitados. Son dictaduras sin ningún respeto a la existencia de derechos políticos, civiles, sociales y laborales, en las que una superminoría explota sus recursos naturales, incluyendo el petróleo, con la alianza de las compañías extranjeras que mantienen una relación privilegiada con los dictadores que oprimen su ciudadanía. Tony Blair ha recibido y continúa recibiendo millones y millones de dólares como asesor en relaciones públicas, entre otras funciones, asistiendo a cambiar la imagen de tales regímenes. Opositores a tales dictaduras han pedido a las fuerzas democráticas del mundo que denuncien al señor Blair por su defensa y ayuda a tales regímenes.

Las fuentes de ingresos del señor Blair son numerosas. Ken Silvertein, codirector de la revista estadounidense ‘Harper’s’ ha citado algunas de ellas en su artículo sobre tal personaje, publicada en The New Republic, del cual saco la mayoría de datos presentados en este artículo. La lista es enorme e incluye algunas de las empresas más conocidas por su comportamiento inmoral, como JP Morgan Chase (que pago 4 millones de dólares a Blair) y el Gobierno feudal de Kuwait, entre muchas otras dictaduras, además de las citadas, consiguiendo sólo en un año (según el Financial Times) 30 millones de dólares. También recibe ingresos por conferencias (a 200.000 dólares la conferencia) sobre el futuro de la socialdemocracia y del mundo. Lo que encuentro extraordinario no es lo que este ex líder de la socialdemocracia hace (ya era predecible viéndolo gobernar) sino que círculos socialdemócratas le inviten, incluyendo la Fundación Ideas, el think tank del PSOE. Supongo que no les pagarían 200.000 dólares. Pero, me pregunto, ¿de verdad quieren aprender de Blair cómo se construye el socialismo?

sexta-feira, 16 de novembro de 2012

Israel cometeu um erro que custará muitas vidas

Nir Hasson
Haaretz

Horas antes de o homem forte do Hamas, Ahmed Jabari, ser assassinado, ele recebeu o rascunho de um acordo permanente de trégua com Israel, que incluía mecanismos para manter o cessar-fogo, em caso de uma escalada entre Israel e as facções da Faixa de Gaza. Isso é o que diz o militante pacifista israelense Gershon Baskin, que ajudou a mediar o acordo entre Israel e o Hamas para a libertação de Gilad Shalit e, desde então, mantém relações com líderes do Hamas.

Baskin disse ao Haaretz nesta quinta-feira que altos oficiais de Israel sabiam de suas relações com o Hamas e com a inteligência egípcia com vistas à formulação de uma trégua permanente, mas mesmo assim aprovaram o assassinato.

“Eu penso que eles cometerem um erro estratégico”, disse Baskin, um erro “que custará a vida de um número considerável de pessoas inocentes em ambos os lados. Esse sangue poderia ter sido poupado. Quem tomou essa decisão deve ser julgado pelos eleitores, mas para o meu lamento, eles terão mais votos por causa disso”, acrescentou.

Baskin conheceu Jabari quando serviu como mediador entre David Meidin, o representante israelense das negociações pela libertação de Shalit e Jabari. “Jabari era o encarregado todo poderoso. Ele sempre recebeu as mensagens via uma terceira parte, Razi Hamad, do Hamas, que o chamava de Senhor J.” Por meses, Baskin enviou mensagens antes da formulação do acordo. Ele manteve um canal de comunicação aberto com Gaza até mesmo após o acordo de libertação de Shalit estar completo.

De acordo com Baskin, durante os últimos dois anos, Jabari internalizou o entendimento de que a rodada de hostilidades com Israel não beneficiaria nem o Hamas nem os habitantes da Faixa de Gaza e só causaria sofrimento, e muitas vezes intercedeu para evitar ataques do Hamas contra Israel. Ele disse que até mesmo quando o Hamas foi levado a participar do lançamento de foguetes, os seus foguetes eram sempre dirigidos a áreas abertas. “E isso era intencional”, esclareceu Baskin.

Nos últimos meses, Baskin esteve em contato permanente com representantes do Hamas, com membros da inteligência egípcia e também com oficiais de Israel, cujos nomes ele se recusa a divulgar. Há alguns meses Baskin apresentou ao ministro da defesa Ehud Barak um rascunho de um acordo preparado para constituir uma base para uma trégua permanente entre Israel e o Hamas, que evitaria as repetidas trocas de tiros.

“Em Israel”, disse Baskin, “eles decidiram não decidir, e nos meses recentes eu tomei a iniciativa de fazer pressão de novo”. Nas últimas semanas ele retomou os contatos com o Hamas e com o Egito e só nesta semana ele esteve no Egito e se encontrou com altos dirigentes do aparelho de inteligência e com um representante do Hamas. Ele disse que ficou com a impressão de que a pressão dos egípcios sobre os palestinos para pararem de lançar foguetes era séria e sincera.

“Ele estava na linha de tiro, não era um anjo nem um homem justo da paz”, disse Baskin sobre Jabari e de seus sentimentos no começo da matança, “mas seu assassinato também matou a possibilidade de se chegar a uma trégua e com a capacidade dos mediadores egípcios funcionarem. Depois do seu assassinato eu falei com as pessoas em Israel iradamente e eles me disseram: ‘nós escutamos você e estamos ligando para perguntar se você escutou alguma coisa dos egípcios ou de Gaza”.

Desde o assassinato de Jabari, Baskin tem estado em contato com os egípcios, mas não com os palestinos. De acordo com ele, os egípcios estão de cabeça fria. Eles disseram que é necessário deixar o sangue acalmar. “As pessoas da inteligência egípcia estão fazendo o que estão fazendo com a permissão e a autorização do regime e aparentemente acreditam muito no seu trabalho”, diz ele.

“Eu estou sobretudo triste. Isso é triste para mim. Eu estou vendo gente ser assassinada e é isso o que me entristece. “Eu digo a mim mesmo que com cada pessoa que é morta estamos engendrando a próxima geração de odiadores e terroristas”, acrescentou Baskin.

quinta-feira, 15 de novembro de 2012

Manifesto em Defesa da Civilização

Petição Pública

Diante do quadro de regressão social que atinge os países ditos desenvolvidos, um grupo de economistas formados pela Unicamp decidiu elaborar um "Manifesto em Defesa da Civilização". "Estamos, hoje, vivendo uma crise que nega os princípios fundamentais que regem a vida civilizada e democrática? E se isso for verdade: Quanto tempo mais a humanidade suportará tamanha regressão?" - pergunta o manifesto. As respostas para tais questões, acrescenta, não serão encontradas nos meios de comunicação de massa, "ocupados hoje por aparatos comprometidos com a força dos mais fortes e controlado pela hegemonia das banalidades". Assinaturas começaram a ser colhidas pelo site Petição Pública.

Vivemos hoje um período de profunda regressão social nos países ditos desenvolvidos. A crise atual apenas explicita a regressão e a torna mais dramática. Os exemplos multiplicam-se. Em Madri uma jovem de 33 anos, outrora funcionária dos Correios, vasculha o lixo colocado do lado de fora de um supermercado. Também em Girona, na Espanha, diante do mesmo problema a Prefeitura mandou colocar cadeados nas latas de lixo. O objetivo alegado é preservar a saúde das pessoas.

Em Atenas, na movimentada Praça Syntagma situada em frente ao Parlamento, Dimitris Christoulas, químico aposentado de 77 anos, atira contra a própria cabeça numa manhã de quarta-feira. Na nota de suicídio ele afirma ser essa a única solução digna possível frente a um Governo que aniquilou todas as chances de uma sobrevivência civilizada. Depois de anos de precários trabalhos temporários o italiano Angelo di Carlo, de 54 anos, ateou fogo a si próprio dentro de um carro estacionado em frente à sede de um órgão público de Bologna.

Em toda zona do euro cresce a prática medieval de anonimamente abandonar bebês dentro de caixas nas portas de hospitais e igrejas. A Inglaterra do Lord Beveridge, um dos inspiradores do Welfare State, vem cortando recorrentemente alguns serviços especializados para idosos e doentes terminais. Cortes substantivos no valor das aposentadorias e pensões constituem uma realidade cada vez mais presente para muitos integrantes da chamada comunidade europeia. Por toda a Europa, museus, teatros, bibliotecas e universidades públicas sofrem cortes sistemáticos em seus orçamentos. Em muitas empresas e órgãos públicos é cada vez mais comum a prática de trabalhar sem receber. Ainda oficialmente empregado é possível, ao menos, manter a esperança de um dia ter seus vencimentos efetivamente pagos. Em pior situação está o desempregado. Grande parte deles são jovens altamente qualificados.

A massa crescente de excluídos não é um fenômeno apenas europeu. O mesmo acontece nos EUA. Ali, mais do que em outros países, a taxa de desemprego tomada isoladamente não sintetiza mais a real situação do mercado de trabalho. A grande maioria daqueles que hoje estão empregados ocupam postos de trabalhos precários e em tempo parcial concentrados no setor de serviços. Grande parte dos postos mais qualificados e de melhor remuneração da indústria de transformação foram destruídos pela concorrência chinesa.

Nesse cenário, a classe média vai sendo espremida, a mobilidade social é para baixo e o mercado de trabalho vai ficando cada vez mais polarizado no país das oportunidades. No extremo superior, pouquíssimos executivos bem remunerados que têm sua renda diretamente atrelada ao mercado financeiro. No extremo inferior, uma massa de serviçais pessoais mal pagos sem nenhuma segurança, que vivem uma realidade não muito diferente dos mais de 100 milhões que recebem algum tipo de assistência direta do Estado. O Welfare State, ao invés de se espalhar pelo planeta, encampando as tradicionais hordas de excluídos, encolhe, aumentando a quantidade de deserdados.

Muitos dirão que essa situação será revertida com a suposta volta do crescimento econômico e a retomada do investimento na indústria de transformação nestes países. Não é verdade. É preciso aceitar rapidamente o seguinte fato: no capitalismo, o inevitável avanço do progresso tecnológico torna o trabalho redundante. O exponencial aumento da produtividade e da produção industrial é acompanhado pela constante redução da necessidade de trabalhadores diretos. Uma vez excluídos, reincorporam-se – aqueles que o conseguem – como serviçais baratos dentro de um circuito de renda comandado pelos detentores da maior parcela da riqueza disponível. Por isso mesmo, a crescente desigualdade de renda é funcional para explicar a dinâmica desse mercado de trabalho polarizado.

Diante desse quadro, uma pergunta torna-se inevitável: estamos nós, hoje, vivendo uma crise que nega os princípios fundamentais que regem a vida civilizada e democrática? E se isso for verdade: quanto tempo mais a humanidade suportará tamanha regressão?

A angústia torna-se ainda maior quando constatamos que as possibilidades de conforto material para a grande maioria da população deste planeta são reais. É preciso agradecer ao capitalismo, e ao seu desatinado desenvolvimento, pela exuberância de riqueza gerada. Ele proporcionou ao homem o domínio da natureza e uma espantosa capacidade de produzir em larga escala os bens essenciais para as satisfações das necessidades humanas imediatas. Diante dessa riqueza, é difícil encontrar razões para explicar a escassez de comida, de transporte, de saúde, de moradia, de segurança contra a velhice, etc. Numa expressão, escassez de bem estar!

Um bem estar que marcou os conhecidos “anos dourados” do capitalismo. A dolorosa experiência de duas grandes guerras e da depressão pós 1929, nos ensinou que deveríamos limitar e controlar as livres forças do mercado. Os grilhões colocados pela sociedade na economia explicam quase 30 anos de pleno emprego, aumento de salários e lucros e, principalmente, a consolidação e a expansão do chamado Estado de Bem Estar Social. Os direitos garantidos pelo Estado não deveriam ser apenas individuais, mas também coletivos. Vale dizer: sociais. Dessa maneira, ao mesmo tempo em que o direito à saúde, à previdência, à habitação, à assistência, à educação e ao trabalho eram universalizados, milhares de empregos públicos de médicos, enfermeiras, professores e tantos outros eram criados.

O Welfare State não pode ser interpretado como uma mera reforma do capitalismo, mas sim como uma grande transformação econômica, social e política. Ele é, nesse sentido, revolucionário. Não foi um presente de governos ou empresas, mas a consequência de potentes lutas sociais que conseguiram negociar a repartição da riqueza. Isso fica sintetizado na emergência de um Estado que institucionalizou a ética da solidariedade. O individuo cedeu lugar ao cidadão portador de direitos. No entanto, as gerações que cresceram sob o manto generoso da proteção social e do pleno emprego acabaram por naturalizar tais conquistas. As novas e prósperas classes médias esqueceram que seus pais e avós lutaram e morreram por isso. Um esquecimento que custa e custará muito caro às gerações atuais e futuras. Caminhamos para um Estado de Mal Estar Social!

Essa regressão social começou quando começamos a libertar a economia dos limites impostos pela sociedade, já no início dos anos 70. Sob o ideário liberal dos mercados, em nome da eficiência e da competição, a ética da solidariedade foi substituída pela ética da concorrência ou do desempenho. É o seu desempenho individual no mercado que define sua posição na sociedade: vencedor ou perdedor. Ainda que a grande maioria das pessoas seja perdedora e não concorra em condições de igualdade, não existem outras classificações possíveis. Não por acaso o principal slogan do movimento Occupy Wall Street é “somos os 99%”. Não por acaso, grande parte da população espanhola está indignada.

Mesmo em um país como o Brasil, a despeito dos importantes avanços econômicos e sociais recentes, a outrora chamada “dívida social” ainda é enorme e se expressa na precariedade que assola todos os níveis da vida nacional. Não se pode ignorar que esses caminhos tomados nos países centrais terão impactos sob essa jovem democracia que busca, ainda, universalizar os direitos de cidadania estabelecidos nos meados do século passado nas nações desenvolvidas.

Como então acreditar que precisamos escolher entre o caos e austeridade fiscal dos Estados, se essa austeridade é o próprio caos? Como aceitar que grande parte da carga tributária seja diretamente direcionada para as mãos do 1% detentor de carteiras de títulos financeiros? Por que a posse de tais papéis que representam direitos à apropriação da renda e da riqueza gerada pela totalidade da sociedade ganham preeminência diante das necessidades da vida dos cidadãos? Por que os homens do século XXI submetem aos ditames do ganho financeiro estéril o direito ao conforto, à educação e à cultura?

As respostas para tais questões não serão encontradas nos meios de comunicação de massa. Os espaços de informação e de formação da consciência política e coletiva foram ocupados por aparatos comprometidos com a força dos mais fortes e controlado pela hegemonia das banalidades. É mais importante perguntar o que o sujeito comeu no café da manhã do que promover reflexões sobre os rumos da humanidade.

A civilização precisa ser defendida! As promessas da modernidade ainda não foram entregues. A autonomia do indivíduo significa a liberdade de se auto-realizar. Algo impensável para o homem que precisa preocupar-se cotidianamente com sua sobrevivência física e material. Isso implica numa selvageria que deveria ficar restrita, por exemplo, a uma alcateia de lobos ferozes. Ao longo dos últimos 200 anos de história do capitalismo, o homem controlou a natureza e criou um nível de riqueza capaz de garantir a sobrevivência e o bem estar de toda a população do planeta. Isso não pode ficar restrito para uma ínfima parte. Mesmo porque, o bem estar de um só é possível quando os demais à sua volta encontram-se na mesma situação. Caso contrário, a reação é inevitável, violenta e incontrolável. A liberdade só é possível com igualdade e respeito ao outro. É preciso colocar novamente em movimento as engrenagens da civilização.

terça-feira, 13 de novembro de 2012

México, um país traumatizado à espera de uma saída

Eric Nepomuceno
Carta Maior

Faltando poucos dias para passar a presidência ao sucessor, Felipe Calderón trata de mostrar os bons números obtidos durante os seis anos de seu governo. Segunda economia e segunda maior população da América Latina, o México de Calderón – segundo ele – cresceu e melhorou. No seu governo foram criados dois milhões e 200 mil empregos. Só este ano, entre janeiro e outubro foram criados 865 mil empregos formais. No mesmo período, o país produziu dois milhões e 400 mil automóveis, e exportou um milhão e 900 mil. É a maior marca alcançada em dez meses. A economia terá crescido, em 2012, entre 3,5 e 4%. A inflação prevista é de 4%. As projeções do Banco Central mexicano para o ano que vem indicam um crescimento de entre 3 e 4% na economia, e uma inflação que rondará a casa dos 3%.

Calderón diz que está deixando a presidência ‘muito contente’, entre outras razões por ter construído e modernizado 21 mil quilômetros de estradas. Aumentou as exportações para a América Latina (embora o mercado norte-americano continue consumindo 80% de tudo que o México exporta), além de melhorar e ampliar a capacidade de geração de energia elétrica. Menciona tudo isso e vai somando um sem-fim de outros resultados formidáveis.

Até aí, e considerando que sejam números reais, tudo bem. Mas convém lembrar outros dados. O preço dos alimentos, por exemplo, subiu em média 15,6% este ano. A qualidade da educação, avaliada por especialistas mexicanos, caiu. A dependência do comércio com os Estados Unidos – e, portanto, da economia norte-americana – aumentou. E o peso político do país na América Latina continuou caindo.

Tudo isso é, certamente, parte importante das preocupações de Enrique Peña Nieto, que assume a presidência levando de volta o PRI – o Partido Revolucionário Institucional – ao poder, depois de doze anos de governos do PAN, o Partido de Ação Nacional, com vasta e profunda tradição conservadora.

Peña Nieto, que ora parece um boneco falante, ora um bobalhão de topete engomado, promete surpreender. Diz que representa o ‘novo PRI’, mas todos no México sabem que o PRI é, além de uma federação de interesses regionais, nem sempre dos mais nobres, um emaranhado de raízes profundas e poderes muito poderosos.

Nada, porém, se equipara ao legado mais marcante e visível que Felipe Calderón deixa ao sucessor: a violência incontrolável, que nasceu com sua esdrúxula decisão de declarar guerra aberta aos cartéis que controlam o maior negócio do país, o tráfico de cocaína para o maior mercado consumidor do mundo, os Estados Unidos.

Não há certeza sobre os números, mas se dá por descontado que nessa guerra entre forças armadas e quadrilhas de traficantes, e que acabou abrindo espaço para outra, paralela, entre os próprios cartéis, foram mortos, em seis anos, pelo menos 60 mil mexicanos. Dez mil por ano. Por dia, 27. Mais de um por hora. Calderón nega, de pés juntos, que seu ‘plan anti-narco’ tenha causado a morte de inocentes. Não reconhece que, na maré da guerra contra os narcotraficantes, grupos paramilitares aproveitaram para liquidar dirigentes camponeses, dirigentes indígenas, dirigentes sociais – pelo menos dois mil, que não entram na conta dos mortos da guerra aberta do governo contra os cartéis.

É verdade que importantes chefões foram abatidos ou presos. Mas também é verdade que em seguida foram substituídos por outros, cada vez mais violentos. E a melhor prova de que essa ação não prejudicou em nada o tráfico de drogas é que, no mercado norte-americano, o preço da cocaína não subiu. Ou seja, o mercado não deixou de ser abastecido com a regularidade de sempre.

Esse é o México – um país profundamente traumatizado pela maré de sangue, e que continua tão desigual como sempre, com abismos sociais profundos – que Calderón deixa a Peña Nieto. O novo presidente, que assume no primeiro dia de dezembro, até agora não esclareceu o que pretende fazer com a frustradíssima e bárbara política de segurança pública que vai herdar.

Já com relação ao que pretende fazer com a PEMEX, a estatal de petróleo, foi furtivo e melífluo. Primeiro, insinuou que poderia abrir parte do capital da empresa à iniciativa privada. Depois, a investidores estrangeiros. Roçou a possibilidade de privatizar parte dos ativos da empresa. E no final, disse que estava estudando uma estratégia adequada para dinamizar esse mastodonte estacionado no tempo, eterna fonte de desvios e negociatas, e preservar da melhor maneira possível um patrimônio que é de todos os mexicanos. Entre uma declaração e outra, não disse o que pretende fazer.

Com os Estados Unidos haverá uma aproximação mais forte e fecunda. Ou seja, a dependência vai aumentar. Com o resto da América Latina, vai fortalecer os laços com a Colômbia, com o Chile e com o Peru. Ou seja, vai tentar isolar o Mercosul e ajudar Washington a se fortalecer diante das pressões de países como o Brasil.

Tudo isso começa a acontecer no dia primeiro de dezembro, num país sacudido por uma violência bárbara, que parece cada dia mais longe do fim. As imagens de cadáveres decapitados, incendiados, de corpos mutilados dependurados em pontes e viadutos principalmente das cidades do norte continuam se sucedendo. Os mexicanos esperam, sem muita esperança, que alguma coisa mude.

segunda-feira, 5 de novembro de 2012

EUA: Cinco previsões para depois das eleições

Shamus Cooke
Counterpunch

É verdade que Barack Obama e Mitt Romney têm muitas diferenças políticas. Mas eles também estão de acordo em muitas políticas essenciais, o suficiente para prever algumas das coisas que vão acontecer nos Estados Unidos, nos próximos quatro anos, ganhe quem ganhar: a guerra contra os sindicatos vai continuar, a guerra contra o meio ambiente vai continuar, Wall Street continuará a reinar, ocorrerão cortes em nível nacional em nome da austeridade após as eleições e as guerras externas também irão continuar.

É verdade que Barack Obama e Mitt Romney têm muitas diferenças políticas. Mas também estão de acordo em muitas políticas essenciais; o suficiente para tornar os próximos quatro anos facilmente previsíveis, seja quem for o vencedor. Eis cinco previsões baseadas nas mais importantes convicções que os dois candidatos partilham:

1) A guerra contra os sindicatos vai continuar. Os republicanos são explicitamente contra os sindicatos, enquanto os democratas são a favor em palavras, mas têm uma prática anti-sindical. A muito falada “Race to the Top”, política educacional nacional de Obama, atinge diretamente os sindicatos de professores – os mais poderosos sindicatos do país – atacando os direitos adquiridos por tempo de serviço e restringindo salários e benefícios.

Também os governadores democratas e republicanos, estado a estado, pretendem arrancar gigantescas concessões dos funcionários públicos ou retirar-lhes os direitos sindicais – a menos má política de exigir concessões (democratas) está apenas um passo atrás do fim da negociação coletiva (republicanos).

À medida que a recessão avança, esta política bipartidária contra os sindicatos irá intensificar-se, qualquer que seja o presidente. O alvo é baixar os salários de todos os trabalhadores, já que, dizem eles, os sindicatos distorcem artificialmente o mercado laboral em benefício dos trabalhadores em geral; atacar os sindicatos é assim um ataque a todos os trabalhadores, organizados ou não, com o objetivo de reduzir os custos laborais das empresas, que ganham assim “lucratividade”.

2) A guerra contra o meio ambiente vai continuar. Ambos os partidos tratam a questão ambiental da mesma maneira que o trabalho organizado. Os republicanos degradam-no abertamente e os democratas fazem declarações pró-ambientais ao mesmo tempo que praticam o oposto. Quem quer que vença as eleições continuará vinculado aos combustíveis fósseis, continuará a promover as prospeções de petróleo perigosas no Ártico e no Golfo, a causar estragos com a extração de “gás natural”, a construir o oleoduto Keystone, ao mesmo tempo que pouco ou nada fazem para construir a absolutamente necessária infra-estrutura energética alternativa que iria criar empregos e esperança à Humanidade contra as alterações climáticas. Obama e Romney recusam-se a tomar as medidas necessárias para enfrentar as alterações climáticas porque fazê-lo poria em causa os lucros das grandes empresas poluidoras. Nenhum dos candidatos presidenciais sequer dará início a uma honesta discussão pública sobre o problema, fazendo assim com que outros países sigam esse caminho, pondo-nos a todos em perigo.

3) Wall Street continuará a reinar. Durante os debates ficou claro que não era necessária qualquer outra ação contra Wall Street. Mas os bancos estão maiores sob Obama que na era de Bush, o que significa que continuam a ser “demasiado grandes para falirem”, garantindo que haverá futuros resgates pagos pelos contribuintes. A política da Reserva Federal não é controversa para republicanos ou democratas: as taxas de juros baixas combinadas com a emissão de largas somas de moeda – chamado de “quantitative easing” – têm ambas servido os lucros dos bancos de Wall Street, ao mesmo tempo que todos os restantes sofrem cortes nos salários e benefícios. Os empréstimos aos trabalhadores não foram facilitados, enquanto os bancos e as empresas estão literalmente sentados sobre biliões de dólares de reservas em dinheiro.

4) Cortes de austeridade nacionais após as eleições. O déficit nacional é consequência do resgate aos bancos, às guerras externas e a décadas de sucessivas reduções dos impostos aos ricos e às empresas. Obama e Romney ignoram estes factos, e são a favor de reduções maciças de empregos e cortes nos programas sociais que entrarão em vigor se republicanos e democratas não chegarem a acordo sobre quantos bilhões de dólares de cortes vão aplicar (a proposta de plano de corte de déficit de Obama seria de 4 bilhões de dólares; Paul Ryan quer 6 bilhões).

E apesar de Obama ter feito muito barulho sobre “cobrar impostos aos ricos” para ajudar a combater o déficit, as mesmas promessas foram feitas nas eleições anteriores e acabaram em nada quando ele mesmo manteve as reduções de impostos que Bush promovera para os ricos. Fazer com que os ricos paguem impostos é a única alternativa aos cortes, já que os trabalhadores pouco têm para pagar mais. Em vez disso, Obama está usando o déficit para justificar cortes maciços do Medicare, na educação pública, no subsídio de desemprego, e provavelmente noutros programas da Segurança Social. O debate de Obama/Romney sobre o déficit é, na realidade, uma discussão bem educada sobre como melhor cortar e queimar programas sociais, ao mesmo tempo em que as diferenças são exageradas para o bem das respetivas campanhas eleitorais.

5) As guerras externas vão continuar. Ouvir Obama e Romney a debater as guerras externas foi muito semelhante a um debate do tipo Pepsi/Coca-Cola. Ambos amam Israel, odeiam o Irã e a Síria, mentem sobre um calendário para o Afeganistão (nenhum analista sério acredita que os EUA saiam do Afeganistão em 2014). Ambos são a favor de continuar a bombardear com drones o Paquistão, o Iêmen e a Somália, o que constitui obviamente crime de guerra. Ao mesmo tempo, ambos acusam hipocritamente a Síria de “violações dos direitos humanos”. Em resumo, ambos candidatos discutem como melhor empurrar o Médio Oriente e o Norte de África na direção de uma guerra regional, sem receberem as culpas por isso.

Na verdade, existem sim diferenças de política social entre o presidente Obama e Mitt Romney. Mas as políticas descritas acima vão afetar profundamente todos os trabalhadores dos Estados Unidos. O país não está numa recessão típica. A maioria dos economistas concorda que, na melhor das hipóteses, os EUA podem esperar uma “década perdida” de estagnação econômica – na pior, um duplo mergulho na recessão/depressão.

As políticas descritas acima estão desenhadas tendo em conta o pior cenário, com a premissa de que para que o capitalismo se reestabilize, é necessário aumentar o poder dos bancos e das empresas, que têm de perder quaisquer restrições em relação à questão laboral, ambiental, e outras regulamentações, de forma a aumentarem os seus lucros, em detrimento de todos nós.

Assim, democratas e republicanos têm a mesma agenda na generalidade, uma agenda que todos os trabalhadores deveriam considerar detestável, já que os ganhos das grandes empresas são obtidos à nossa custa. Quando os trabalhadores se organizam e vão à luta, como fizeram os professores de Chicago, todas as ilusões nos democratas começam a desvanecer-se, porque as pessoas veem com os próprios olhos que os democratas não só se recusam a ajudá-las, mas opõem-se-lhes ativamente, tal como fizeram aos professores de Chicago. Acontecimentos como este permitirão a emergência de um movimento real que ponha em causa a agenda bipartidária dominada pelos grandes negócios.

Até que os grupos de trabalhadores e comunitários se unam numa base alargada em ações independentes contra a citada agenda bipartidária, seremos sempre arrastados ao apoio a um dos dois candidatos, nenhum dos quais defende os nossos interesses básicos.

domingo, 4 de novembro de 2012

Jean-François Sirinelli: "A linha do horizonte hoje é a incerteza"

Fernando Eichenberg
O Globo

O historiador francês Jean-François Sirinelli, que passará pelo Brasil na próxima semana, analisa a conjuntura política e econômica de seu país Quase seis meses após a ascensão do presidente François Hollande ao Palácio do Eliseu, a França vive mais uma continuidade do que uma alternância de poder. Essa é a opinião do historiador francês Jean-François Sirinelli, do Instituto de Estudos Políticos de Paris (Sciences Po), que estará no país na próxima semana. Sirinelli, acredita que o “slogan político” de “presidência normal” de Hollande será esquecido no decorrer de seu mandato, e aponta como questão ainda em aberto a possibilidade de uma futura aliança entre as forças políticas conservadoras e a extrema-direita na França.

Como o senhor analisa os primeiros meses do governo François Hollande?

Há um elemento incontestável: a continuidade se sobrepõe à mudança hoje na França. A crise econômica e financeira continua, e mesmo se agravou. Os indicadores econômicos indicam isso, seja na desindustrialização ou no desemprego. Vemos ainda a França em um período de mutação profunda, e para governos de direita ou de esquerda, a questão é a mesma: como administrar o futuro quando ele se mostra completamente imprevisível? Por muito tempo, a França teve um crescimento econômico importante, e a linha do futuro se revelava como um progresso. Hoje, a linha do horizonte não é forçosamente o progresso, mas a incerteza. Diante disso, as escolhas do poder público são complexas. E os problemas não são somente franceses, mas europeus. O presidente da República tem mais ou menos poder do que tinha há 30 anos? Uma resposta de bom senso diz que, institucionalmente, os poderes são os mesmos, mas a margem de manobra, não. Há diretivas europeias que limitam o poder nacional. Houve uma alternância política, da direita para a esquerda, mas não da vida econômica e social. Os problemas ainda permanecem e se agravam.

O senhor vê uma diferença de abordagem da direita e da esquerda no poder?

Durante a campanha eleitoral, a direita e a esquerda não propuseram exatamente as mesmas soluções, mas, na prática, a ruptura houve em temas sociais, como no caso do casamento homossexual. Porém, nas questões econômicas e financeiras — à parte, talvez, no domínio fiscal —, não se pode dizer que houve de fato um rompimento. As mudanças, no momento, não são as que haviam sido anunciadas. A ação política se inscreve numa temporalidade, e o grande debate atual é sobre o ritmo das mudanças. Há uma alternância política, mas também de alternância no modo de gestão, na medida em que mais de 30 ministros não têm experiência de governo no nível do poder executivo nacional.

Como o senhor vê o imposto de 75% de Hollande sobre as fortunas acima de € 1 milhão anuais?

Foi uma das promessas simbólicas de campanha de Hollande, mas não creio que seja o essencial. O essencial é o problema do déficit orçamentário e da dívida. A questão é como reduzir essa dívida e limitar o déficit. À parte esta medida dos 75%, há um aumento anunciado de impostos. Num primeiro momento, se disse que só alcançaria 10% da população, mas hoje parece que a classe média também será atingida. Neste caso, será uma ruptura. Mas o governo se concentrou na construção de um orçamento e na limitação do déficit, e é normal que o sistema tributário seja colocado no centro do debate. Neste ponto há um real combate político entre a direita e a esquerda.

A “presidência normal” reivindicada por François Hollande veio para ficar?

É evidente que o “presidente normal” é um slogan feito para um uso duplo. Hollande usou-o pela primeira vez antes mesmo das primárias socialistas, quando havia como provável concorrente Dominique Strauss-Kahn (ex-diretor-geral do Fundo Monetário Internacional). Os que fazem a exegese da frase tendem a pensar que, no mínimo de forma subliminar, a palavra “normal” era destinada também para marcar um distanciamento de Strauss-Kahn, que aparecia como um homem pertencente a um outro meio social, exercendo altas funções internacionais, bem remuneradas. Mas a palavra “normal” visava em primeiro lugar o presidente Nicolas Sarkozy, em oposição à sua hiperpresidência, bastante intervencionista. Estamos no regime da 5ª República, em que exercer a presidência é uma função superior à normalidade. Era o desejo de constituir uma imagem de um homem mais próximo dos franceses e menos impulsivo. Porém, é um slogan de campanha, que logo será totalmente esquecido.

Como o senhor analisa o fato de o ministro do Interior, Manuel Valls, ser hoje o político preferido dos franceses, segundo as sondagens?

Na campanha eleitoral, como em 2007, foi o candidato da direita que colocou em prioridade a questão da segurança e da ordem. O interessante hoje é que o ministro de esquerda mais popular é o guardião da segurança, o ministro do Interior. Vê-se uma tomada de consciência, por parte da esquerda, da aspiração da população à proteção. Em 2007, e ainda mais em 2002, a esquerda perdeu as eleições também porque deu a impressão de que não era suficientemente atenta à questão da segurança. Deste ponto de vista, a política de Manuel Valls está voltada para a realidade. A questão que se coloca é até onde ele poderá ir. Ele é popular, sua política serve à esquerda no poder, mas há um risco, a médio prazo, de criar clivagens no seio da maioria de esquerda.

Qual o futuro próximo da direita e da extrema-direita na França, hoje socialista?

Hoje, mesmo com a saída momentânea ou definitiva de Sarkozy, a UMP (União por um Movimento Popular, partido conservador) ainda é sólida. Com a derrota presidencial, apesar das disputas internas pelo seu controle, o que é normal, o partido não implodiu. Já a extrema-direita vem se reforçando, contrariamente à tendência habitual de sofrer altos e baixos. Com uma extrema-direita forte, exercendo uma atração direta ou indireta sobre a direita tradicional, a questão que coloca é: haverá ou não uma aliança? Esse debate ainda não está decidido pela direita.

A presidente do Brasil, Dilma Rousseff, estará na França em dezembro, para uma visita oficial. Quais são as perspectivas das relações políticas entre os dois países?

Seguidamente, nas relações entre Estados, as afinidades políticas podem ter um papel importante. As relações Brasil-França já eram boas, e o fato de que seja agora um presidente de esquerda na França deverá contribuir para que não se degradem. Mas, dito isto, é preciso nuançar, pois dependerá muito de questões econômicas. O Brasil é uma grande potência do século XXI, e sabemos que os Estados são guardiões de seus próprios interesses. Será interessante ver se Brasil e França terão mais interesses em comum do que divergentes, e como as coisas ocorrerão na realpolitik.