domingo, 28 de setembro de 2014

El calentamiento global y la guerra: dos crisis mundiales íntimamente ligadas

Amy Goodman
Democracy Now!

Algunas horas después de que 400.000 personas participaran en la mayor marcha por el clima de la historia, Estados Unidos comenzó a bombardear Siria y así inició otra guerra. El Pentágono afirma que los objetivos eran instalaciones militares del Estado Islámico en Siria e Irak, además de un nuevo grupo terrorista, Khorasan. El Presidente Barack Obama está iniciando una nueva guerra, mientras no hace nada para combatir el cambio climático, que empeora cada día. El mundo atraviesa dos crisis que están íntimamente ligadas: el calentamiento global y las guerras. Existen soluciones a ambos problemas, pero lanzar bombas no es una de ellas.

“En las guerras de hoy, mueren muchos más civiles que soldados; se siembran las semillas de conflictos futuros, las economías se destruyen; las sociedades civiles se parten en pedazos, se acumulan refugiados y los niños quedan marcados de por vida.” Este fue parte del discurso pronunciado en diciembre de 2009 por el Premio Nobel de la Paz de ese año, el Presidente Barack Obama. Cinco años más tarde, sus declaraciones se parecen a las noticias que recibimos a diario. El grupo pacifista Pink Code está exhortando al Presidente Obama a que devuelva el Premio Nobel.

En el mismo discurso, Obama afirmó: “El mundo debe unirse para hacerle frente al cambio climático. Hay pocos científicos que no estén de acuerdo en que si no hacemos algo, enfrentaremos más sequías, hambruna y desplazamientos masivos que alimentarán más conflictos durante décadas”. Obama también sostuvo: “Por este motivo, no son sólo los científicos y activistas los que proponen medidas prontas y enérgicas; también lo hacen los líderes militares de mi país y otros que comprenden que nuestra seguridad común está en juego”.

De hecho, el Pentágono considera desde hace tiempo que el cambio climático es una gran amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos. En su Examen Cuatrienal de Defensa de 2014, el Pentágono observó que los diversos efectos del cambio climático “empeorarán otros problemas en el extranjero como la pobreza, la degradación ambiental, la inestabilidad política y las tensiones sociales. Estas condiciones pueden dar lugar a la actividad terrorista y a otras formas de violencia”.

Entonces, cabe preguntarse: ¿por qué no abordar la amenaza del cambio climático cuando aún estamos a tiempo? Asad Rehman de la federación ambientalista Amigos de la Tierra Internacional, quien viajó a Nueva York para participar en la Marcha por el clima, me dijo: “Si podemos conseguir los billones [de dólares] que conseguimos para financiar conflictos, ya sea que se trate de una invasión en Irak o Afganistán o ahora para el conflicto en Siria, estoy seguro de que podemos conseguir los fondos necesarios para lograr la transformación que se requiere hacer para brindar energía limpia y renovable a las 1.200 millones de personas que carecen de ella”.

Asad Rehman es un firme opositor del enorme gasto militar. Durante años fue activista contra la guerra y considera que hay un fuerte vínculo entre la guerra y el calentamiento global. “El petróleo ha sido una maldición para la gente de Medio Oriente, ha sido un presagio de los conflictos y de la violencia; de la destrucción de civilizaciones antiguas y de las vidas de millones de personas”.

Medea Benjamin, cofundadora de Code Pink, coincide con Rehman. Benjamin participó en la histórica Marcha por el clima y se sumó a otros miles de manifestantes al día siguiente para participar en la acción “Inundemos Wall Street” (Flood Wall Street), en la que 100 personas fueron arrestadas. Antes de ir a la Casa Blanca a protestar contra el bombardeo en Siria, Medea me dijo: “El petróleo es la base de la política exterior de Estados Unidos en Medio Oriente. Si no fuera por el petróleo de Irak, Estados Unidos nunca hubiera invadido ese país”.

El martes, más de cien líderes mundiales, junto con representantes del sector industrial, participaron en una cumbre no vinculante sobre el clima. La cumbre fue convocada por el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, con la esperanza de que daría el impulso necesario para las negociaciones formales sobre el cambio climático que procuran lograr un compromiso vinculante de los países del mundo para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el aumento mundial de la temperatura a 2 grados Celsius. Se considera que un aumento de la temperatura de 2 grados es el límite máximo de aumento que el planeta, tal como lo conocemos, puede soportar.

Mientras las negociaciones sobre el clima no tienen mucho éxito ni atención mediática, el ataque del Presidente Obama contra el Estado Islámico y otros grupos considerados amenazas terroristas dominó la sesión de la Asamblea General de la ONU y fue el tema principal de una sesión especial del Consejo de Seguridad presidida por Obama. Al reflexionar sobre el futuro del movimiento mundial para combatir el cambio climático, Asad Rehman dijo: “Creo que los que participaron en la manifestación sin duda salieron de allí con más entusiasmo y con una mayor convicción de que el poder está en nuestras manos y no en ese edificio en Nueva York, no en la cumbre de la ONU”.

Antes de la invasión de Irak en 2003, el General estadounidense Anthony Zinni estimó que solo se podría tener éxito si se enviaba una fuerza de 400.000 soldados. Donald Rumsfeld envío menos de la mitad de soldados y bromeó al respecto: “Se va a la guerra con el ejército que se tiene, no con el ejército que se quisiera tener”. Fueron 400.000 las personas que asistieron a la marcha por el clima el domingo en Nueva York…un ejército de esperanza para un futuro sustentable.

terça-feira, 23 de setembro de 2014

América Latina y el Caribe se hallan en una encrucijada climática

Susan McDade
PNUD

Los gobernantes que se reunirán a partir de hoy día 23 en la Cumbre sobre el Clima, en el marco de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se verán frente a una oportunidad única para movilizar voluntades políticas y propiciar soluciones al cambio climático. También tendrán que atender otro desafío relacionado, como mejorar el acceso a la energía sostenible, un instrumento clave para garantizar y obtener logros en materia social, económica y ambiental.

Eso es más importante que nunca para América Latina y el Caribe. Esta región es responsable de una relativamente baja proporción de los gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera, 12 por ciento según cifras de la ONU. Pero, en contrapartida, será una de las más severamente afectadas por el aumento de la temperatura global, señala el Informe del Banco Mundial.

En el Caribe, en particular, la fuerte dependencia de los combustibles fósiles importados atenta contra la estabilidad de la balanza de pagos y aumenta la vulnerabilidad de ecosistemas clave que sostienen importantes sectores productivos, como el turismo. Además, la región afronta nuevos desafíos. La demanda de energía podría duplicarse para 2030, al tiempo que aumenta el ingreso por habitante y los países se industrializan y se urbanizan. La matriz energética es limpia, con 60 por ciento de la electricidad generada a partir de fuentes hidroeléctricas. Sin embargo, la participación de los combustibles fósiles aumentó sustancialmente en los últimos 10 años, principalmente por el gas natural.

Es hora de que los gobiernos y el sector privado inviertan en alternativas de energía sostenible, no solo para incentivar el crecimiento mientras se reducen los gases contaminantes, sino también para asegurar el acceso a fuentes limpias para las alrededor de 24 millones de personas que siguen a oscuras. Es importante señalar que 68 millones de latinoamericanos siguen usando leña para cocinar, lo que genera problemas de salud graves, en especial a mujeres, niñas y niños pequeños, lo que arraiga los ciclos de pobreza y contribuye a la degradación ambiental y la deforestación.

Las ciudades también deben estar en el centro de la solución. Esto es particularmente importante en América Latina y el Caribe, que es la región en desarrollo más urbanizada del planeta. La urbanización trepó de 68 por ciento, en 1980, a 80 por ciento, en 2012. Para 2050, se prevé que 90 por ciento de la población viva en las ciudades. Esto plantea una serie de desafíos diferentes, en especial en relación al transporte y a los servicios públicos.

La cuestión es si la región explotará su vasto potencial en materia de recursos renovables para cubrir la demanda o se volcará a los combustibles fósiles. En este contexto, las políticas energéticas que se concentran no solo en el crecimiento económico, sino también en los beneficios sociales y ambientales a largo plazo serán esenciales para construir el futuro. Por lo tanto, además de disminuir las emisiones de CO2 (dióxido de carbono), la región debe favorecer las alternativas renovables. ¿Por qué? Porque América Latina y el Caribe es una “superpotencia de la biodiversidad”, como se llama un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Por un lado, el vasto capital natural puede verse seriamente afectado por el cambio climático. La variabilidad climática también desestabiliza a los sistemas agrícolas y a la producción de alimentos, que son clave para incentivar el crecimiento económico en la región. Pero por otro lado, si se maneja con cuidado, puede, de hecho, ayudar en la adaptación al cambio climático y aumentar la resiliencia. Además, en la mayoría de los países, la abundancia de recursos renovables crea una oportunidad para aumentar la dependencia en las fuentes domésticas de energía, en vez de depender del gas y el petróleo importados, disminuyendo así la vulnerabilidad a las crisis cambiarias relacionadas con los cambios de precio en los mercados mundiales.

En este contexto, los países ya comenzaron a promover políticas innovadoras. Varios países de la región producen biocombustibles de forma sostenible. Un ejemplo es el programa de Brasil para producir etanol para automóviles que se considera uno de los más efectivos del mundo. Invertir en el acceso a la energía es una acción transformadora, pues se iluminan escuelas, funcionan los centros de salud y las bombas de agua y saneamiento, se obtiene un aire más limpio y se acelera el procesamiento de alimentos, además de crear más oportunidades para generar ingresos. También significa liberar a las mujeres y a las niñas de tareas que insumen mucho tiempo, como buscar agua, golpear granos y acarrear agua, dejándoles tiempo para su educación y realizar trabajos remunerados.

El PNUD trabaja con países de América Latina y el Caribe para mejorar el acceso a la energía sostenible y disminuir la dependencia en los combustibles fósiles. En Nicaragua, por ejemplo, casi 50.000 personas de ocho comunidades rurales recibieron electricidad tras la inauguración de un nuevo microsistema de energía hidráulica de 300 kilovatios, en 2012. La iniciativa se logró mediante la asociación de autoridades locales y nacionales, el PNUD y los gobiernos de Suiza y Noruega, y mejoró la vida de la población y transformó el sector energético. Además de promover una nueva ley para incentivar la generación eléctrica a partir de fuentes renovables, aparecieron microempresas y se crearon puestos de trabajo, tanto para hombres como para mujeres.

El acceso universal a servicios modernos de energía se puede lograr para 2030, y América Latina y el Caribe están avanzando en esa dirección. Esto alentará el desarrollo y transformará la vida de las personas. En una comunidad nicaragüense que ya no está a oscuras, Maribel Ubeda, con tres hijos, contó que ellos son los que más se benefician de la electricidad recién adquirida. “Ahora tienen Internet y descubren el mundo más allá de nuestra comunidad”, afirmó.

segunda-feira, 22 de setembro de 2014

Estados Unidos se encamina a un choque

Immanuel Wallerstein
La Jornada

El presidente Barack Obama le ha dicho a Estados Unidos, y en particular a su Congreso, que debe hacer algo muy importante en Medio Oriente para detener el desastre. El análisis del supuesto problema es turbio en extremo, pero los tambores patrióticos comienzan a subir el tono y casi todo mundo, por el momento, sigue el juego. Una cabeza más tranquila diría que se están agitando desesperados por una situación de la que Estados Unidos es el mayor responsable de haberla creado. No saben qué hacer, así que actúan con pánico.

La explicación es simple. Estados Unidos se encuentra en seria decadencia. Todo les está yendo mal. Y en el pánico, son como el conductor de un poderoso automóvil que ha perdido el control y no sabe cómo disminuir la velocidad. Así que acelera y se encamina hacia un choque importante. El carro gira en todas direcciones y patina. Es autodestructivo para el conductor, pero el choque también puede acarrearle un desastre al resto del mundo.

Mucha atención le dedican a lo que Obama hace y a lo que no ha hecho. Aun sus defensores más cercanos parecen dudar de él. Un comentarista australiano en el Financial Times, lo resumió en una frase: "En 2014 el mundo repentinamente se hartó de Barack Obama". Me pregunto si Obama no se ha cansado de Obama. Pero es un error echarle la culpa sólo a él. Virtualmente nadie entre los líderes estadunidenses ha propuesto alternativas que sean más sensatas. Muy por el contrario. Están los instigadores de la guerra, que quisieran bombardear a todos de inmediato. Están los políticos que en realidad piensan que hará una gran diferencia quien gane en las siguientes elecciones en Estados Unidos.

Una rara voz de salud mental proviene de una entrevista (aparecida en el New York Times) con Daniel Benjamim, quien ha sido el principal asesor de antiterrorismo del Departamento de Estado estadunidense durante el primer periodo presidencial de Obama. Él llamó farsa a la llamada amenaza de ISIS, cuando miembros del gabinete y otros oficiales militares de alto rango describen la amenaza en términos espeluznantes que no se justifican. Y afirma que lo que han estado diciendo no tiene ninguna evidencia corroborada y justo demuestra lo fácil que es para los funcionarios y los medios acelerar al público hacia un pánico. Pero, ¿quién le hace caso al señor Benjamin?

Por el momento, y con la ayuda de horripilantes fotos que muestran la decapitación de dos periodistas estadunidenses a manos del Califato, las encuestas muestran enorme respaldo en Estados Unidos para una acción militar. Pero, ¿qué tanto va a durar esto? El respaldo está ahí mientras parezca haber resultados concretos. Aun el jefe del Estado Mayor Conjunto, Martin Dempsey, al proponer una acción militar dice que llevará por lo menos tres años. Multipliquen esto por cinco y se podría acercar a cuánto va a durar. Y el público estadunidense con toda seguridad se desencantará pronto.

Al momento, lo que Obama propone es bombardear algo en Siria, no el envío de tropas "en el terreno", sino el incremento de tropas especiales (hasta ahora 2 mil) como entrenadores en Irak (y es probable que en otras partes). Cuando Obama contendía por la presidencia en 2008, hizo muchas promesas –como es normal que hagan los políticos–, pero su promesa firmada fue salir de Irak, y de Afganistán. Y esto no lo va a cumplir, De hecho está metiendo a Estados Unidos en más países.

La coalición de Obama va ofrecer entrenamiento a aquellos que define como "los buenos". Y parece ser que este entrenamiento ocurrirá en Arabia Saudita. Bien por Arabia Saudita. Pueden examinar a todos los que van a entrenarse y decidir en quienes confiar y en quienes no se puede confiar. Esto hace posible que el régimen saudita (por lo menos tan confundido como el régimen de Estados Unidos) parezca estar haciendo algo, y les permite sobrevivir un poco más.

Hay formas de apisonar este escenario catastrófico. No obstante implican la decisión de hacer el viraje de la guerra a los tratos políticos entre toda suerte de grupos que no se quieren entre sí y que no confían unos en otros. Tales arreglos políticos no son desconocidos, pero son difíciles de llevar a cabo, y cuando se acaban de pactar son frágiles, hasta que se solidifican. Un elemento principal en los tratos que están en proceso en Medio Oriente es menos involucramiento de Estados Unidos, no más. Nadie confía en Estados Unidos, pese a que momentáneamente invoquen la asistencia estadunidense para esto o para aquello.

El New York Times apuntó que, en la reunión donde Obama acordó impulsar su nueva coalición, el respaldo de los países de Medio Oriente presentes fue "tibio" y "renuente" debido a que existe "una creciente desconfianza hacia Estados Unidos de todas partes". Así que, aunque siguen el juego, de algún modo limitado, nadie va a mostrarle gratitud a ninguna asistencia estadunidense. El fondo del asunto es que los pueblos de Medio Oriente quieren manejar su propio espectáculo, no cumplir la visión estadunidense de lo que se dice que es bueno para ellos.

domingo, 14 de setembro de 2014

La marcha por el clima no se detiene

Amy Goodman y Denis Moynihan
Democracy Now!

“Existen leyes injustas”, escribió Henry David Thoreau en su ensayo de 1849 titulado “Del deber de la desobediencia civil”. Thoreau, un pacifista y naturalista, se preguntaba en su obra: “¿Nos contentaremos con obedecerlas, trataremos de enmendarlas y las obedecemos hasta que lo hayamos conseguido o las transgrediremos desde un comienzo?”. Su respuesta fue simple: “Transgredan la ley”.

Eso es precisamente lo que hicieron Ken Ward Jr. y Jay O’Hara 164 años más tarde, el 15 de mayo de 2013. Navegaron en un pequeño barco pesquero llamado “Henry David T.” hasta un lugar de la costa de Massachusetts, cerca de la planta Brayton Point, una enorme central eléctrica de carbón construida en 1963 que es la mayor fuente de emisiones de carbono de la región. Anclaron allí y bloquearon el acceso al muelle, impidiendo que un buque descargara 40.000 toneladas de carbón. Colgaron carteles en el bote con la leyenda “El carbón es absurdo” y “350”, en referencia al grupo internacional de acción por el clima 350.org. Su nombre alude al nivel de concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, 350 partes por millón (ppm), que los científicos consideran es el máximo aceptable para evitar que el cambio climático provocado por el hombre se convierta en catastrófico. Ward y O’Hara lograron impedir la descarga de carbón. Desde el bote llamaron a la policía local y más tarde fueron arrestados por la Guardia Costera de Estados Unidos.

O’Hara, un velero cuáquero de Cabo Cod, explicó: “Nos acusaron de cuatro delitos: de alterar el orden, de conspirar para alterar el orden, de manejo negligente de un buque a motor y de no haber impedido la colisión de un bote”. Por todo ello afrontaban una posible pena de varios años de prisión. Invocaron la “defensa por necesidad” al reconocer que incumplieron la ley, argumentando que lo hicieron para evitar un mal peor, es decir, la quema de carbón que aumenta el calentamiento global. El lunes 8 de septiembre, finalmente comparecieron ante el tribunal. El Fiscal de Distrito del Condado de Bristol, Sam Sutter, les ofreció un acuerdo: retirar los cargos penales en su contra a cambio de que se declararan culpables de un delito civil y fueran condenados al pago de una multa. Pero el fiscal Sutter fue incluso más lejos, bastante más lejos: cruzó la plaza que está frente al tribunal y pronunció un breve discurso que sorprendió a los dos acusados y a las alrededor de cien personas que estaban allí apoyándolos:

“La decisión que adoptamos Robert Kidd, el vicefiscal de Distrito a cargo del caso, y yo, fue una decisión que sin duda tuvo en cuenta el costo para los contribuyentes de Somerset, pero fue adoptada pensando en sus hijos, en los niños del Condado de Bristol y en los demás niños. El cambio climático es una de las peores crisis que nuestro planeta ha enfrentado en toda su historia. En mi humilde opinión, los líderes políticos no han hecho lo suficiente al respecto. Me llena de esperanza que hayamos logrado forjar un acuerdo que complace a ambas partes y que parece satisfacer a la policía y a las personas que están aquí para apoyar a los acusados. Además, me complace enormemente que hayamos alcanzado un acuerdo que simboliza el compromiso de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Bristol de asumir un papel de liderazgo con respecto a este tema”.

La increíble muestra de liderazgo político del fiscal de distrito Sam Sutter sin duda llega en un buen momento. Esta semana, la Organización Meteorológica Mundial ( OMM ) publicó su último boletín sobre los gases de efecto invernadero, en el que da a conocer estadísticas preocupantes acerca de la aceleración del cambio climático. “La cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzó un nuevo récord en 2013”, informó la Organización Meteorológica Mundial. La concentración actual de dióxido de carbono es de 396 partes por millón. La OMM también advirtió que “El índice actual de acidificación de los océanos parece no tener precedentes, al menos en los últimos 300 millones de años”. El otro acusado de la acción frente a la planta Brayton Point, Ken Ward, ex director ejecutivo de Greenpeace Estados Unidos, señaló la urgencia con la que considera el cambio climático: “Este verano aprendimos que la capa de hielo de la Antártida occidental se está derrumbando de forma inevitable, lo que significa tres metros por encima del nivel del mar. Eso, para mí es realmente todo lo que necesitaba saber. Es decir, es un acontecimiento simbólico. De ahora en más, todo empeorará. Deberíamos estar adoptando medidas de emergencia en todas partes y la primera medida de emergencia es dejar de utilizar carbón”.

Henry David Thoreau es sobre todo conocido por su libro “Walden”, en el que describe el año que vivió en una cabaña que construyó en Walden Pond, cerca de Concord, Massachusetts. Thoreau se opuso a la invasión de Estados Unidos en México en 1847 y era un firme opositor de la esclavitud. Para protestar contra estas políticas violentas, decidió que no pagaría los impuestos. Cuando lo enviaron a prisión por ello, recibió una visita de su amigo, el poeta Ralph Waldo Emerson. Según cuenta la historia, Emerson le preguntó: “Henry, ¿qué estás haciendo aquí dentro?”, a lo que Thoreau respondió: “Waldo, ¿qué estás haciendo tú allí afuera?”. El ensayo de Thoreau sobre la desobediencia civil fue una de las primeras expresiones modernas de la táctica no violenta de la no cooperación. Sus palabras y sus acciones inspiraron a millones de personas, entre ellas a Gandhi y a Martin Luther King Jr.

El domingo 21 de septiembre se realizará en la ciudad de Nueva York la Marcha de los Pueblos por el Clima. Los organizadores prevén que será la mayor marcha por el clima en la historia. Su eslogan es: “Para cambiarlo todo, necesitamos de todos”. Sam Sutter dijo que participará, al igual que los dos activistas a los que condenó. Les pregunté al fiscal de distrito y a los acusados si marcharán juntos. Sonrieron. El fiscal Sutter respondió: “¿Por qué no? Me pueden llamar. Les daré mi número de celular”. Jay O’Hara coincidió: “Es una buena idea”.

sexta-feira, 12 de setembro de 2014

William Morris: Lo bueno, lo útil y lo bello

Paulo de Santis
Araucaria

Como suele ocurrir con muchos de los pioneros ilustres de la historia, William Morris transmite la extraña sensación de haber nacido en un tiempo equivocado, en una época poco propicia para sus intereses. Sin embargo, en el caso de este escritor, pensador, poeta, diseñador y pintor británico parece más indicado verlo como un digno hijo de su tiempo, díscolo, sí, pero hijo al fin. Morris fue un testigo de la Inglaterra victoriana, la segunda revolución industrial y el surgimiento de las grandes urbes modernas. En ese contexto de cambios feroces y avasallantes él proponía transitar otro sendero, un camino cimentado en el pasado. A los males del capitalismo desaforado anteponía las artes, oficios y espíritu del Medioevo. Proponía recuperar el valor del trabajo reemplazando al operario por el artesano, a la producción en serie por una versión actualizada del taller medieval. Buscaba una revolución que era tanto social como estética, porque en el corpus morrisiano, la belleza es revulsiva.

Como nos recuerda el ya clásico Nikolaus Pevsner, fue uno de lo primeros en cuestionar la idea de alta cultura: proponía quitarle el monopolio del arte a los sectores dominantes y forjar un mundo donde todos pudiesen gozar del disfrute estético. Influenciado por Fourier y otros socialistas utópicos, Morris buscó con empeño diseñar una sociedad perfecta, un mundo donde hasta el más insignificante de los detalles representara la comunión de tres conceptos que, para él, constituyen una trinidad sagrada: lo bueno, lo útil y lo bello. Tres palabras que dichas de corrido se convierten en un mantra, en una frase hipnótica. Aunque sin duda es el título perfecto para una obra de Morris, él nunca lo usó. Sin embargo, luego de incontables años, al otro lado del mundo, en Argentina, para ser más precisos, a dos editores se les ocurrió bautizar “Lo bueno, lo útil y lo bello” al libro que reúne textos de Morris, algunos nunca traducidos al castellano. En virtud de la naturaleza del volumen del que hablamos, no es posible pensar un título más adecuado, más efectivo a la hora de hacer justicia con el legado de un hombre que de tan inclasificable quedó relegado a la periferia de la historia de las ideas.

“Lo bueno, lo útil y lo bello” está dividido en tres segmentos temáticos: Nosotros, Ellos y Él. La primera parte consiste en un único texto bautizado “Prólogo: Morris o el hombre útil”, que es responsabilidad de los editores: Tomás García Lavín y Andrea Ferrari. Los autores realizan una breve biografía personal e intelectual de Morris, y brindan una nutrida serie de referencias históricas que ayudan a contextualizar su obra y dimensionar la influencia de su trabajo. A su vez, se permiten esbozar diversas líneas de análisis, que, aunque no desarrollan de forma exhaustiva (son temas cuyo tratamiento, por cuestiones de extensión, excede por mucho los límites de un prólogo), ayudarán al lector a sacar un mejor provecho de las obras de Morris en general.

La segunda sección, Ellos, comienza con una cálida semblanza de Morris escrita por el crítico británico George Hollbrook Jackson, un artículo que complementa las ideas expuestas en la primera parte y ayuda a construir una imagen más acabada del pensamiento morrisiano. Pero el plato fuerte de este segmento es “William Morris y su escuela”, un punzante y crítico perfil del fundador del movimiento Arts & Crafts escrito por G. K. Chesterton. El autor de El candor del padre Brown y El hombre que fue jueves se dedica a demoler a fuerza de sarcasmo e ironía los postulados de Morris. Pero, a pesar del aluvión de golpes, no hay rastros de verdadera saña en el ataque, sino que se intuye cierto cariño sincero por su compatriota. Polemista eficaz, Chesterton no puede evitar castigar a Morris y remarcar las incongruencias de su pensamiento y cierta tendencia al sentimentalismo, sin embargo, con la misma energía rescata sus virtudes y lo digno de su causa. Al final de su ensayo, luego de exponer su vendaval de críticas, Chesterton señala que alguna vez Morris será recordado como un “poeta de la niñez de las Naciones, artesano de las nuevas rectitudes del arte, profeta de una vida más sabia”.

El tercer apartado, Él, está enteramente dedicado a los textos de Morris. Es una selección heterogénea, que comienza con el prólogo que escribió al ensayo La naturaleza del gótico, de John Ruskin, su maestro y figura inspiradora de los prerrafaelistas. Luego es el turno de uno de los pasajes más ricos de libro, “Los propósitos del arte”, un texto en el que Morris expone los conceptos que estructuran su pensamiento. Quizás, uno de los puntos más reveladores de este escrito sea que la forma en que Morris articula ética, estética y producción de bienes, lo convierte prácticamente en un precursor de lo que hoy en día llamamos producción y consumo responsable. “Discurso sobre una muestra de la Escuela Prerrafaelista Inglesa”, el tercer artículo, es una suerte de racconto de la historia del movimiento artístico que el autor encabezó junto a John Everett Millais, Dante Gabriele Rossetti, William Hollman Hunt, una “hermandad” –ellos mismos utilizaban este término- que se propuso recuperar el espíritu artístico anterior al Renacimiento y la profesionalización de los artistas. El texto que le sigue, “Porqué celebramos la Comuna de París”, pone en evidencia al Morris más político, al militante socialista que reflexiona sobre la revuelta ocurrida en 1871 y los sacrificios que supone la causa revolucionaria. El mismo espíritu de lucha, pero con un tono más relajado, está presente en el último artículo, “Sobre tontos y patos”, una verdadera rareza, donde Morris hace una analogía entre la situación de los trabajadores y la explotación a la que es sometido el pato de flojel en Islandia, al que año a año los hombres despojan de sus plumas y se ve obligado a sobrevivir en el helado clima de las tierras del norte.

El libro cierra con una selección de citas del autor: frases extraídas de discursos, libros y artículos, que versan sobre los temas más diversos, y, por lo tanto, permiten ilustrar, más no sea superficialmente, las muchas facetas de Morris.

Por último, vale destacar que Lo bueno, lo útil y lo bello es además un libro de exquisita factura ya que fue realizado de forma totalmente artesanal, seguramente con el deseo de emular aquella editorial que, según Holbrook Jackson, fuese el último gran entusiasmo de Morris hacia el ocaso de su vida: la Kelmscott Press. Del mismo modo, la edición de Mochuelo Libros –que está confeccionada a mano, forrada en tela de encuadernación, y cuya tirada es limitada- busca reflejar aquellos ideales morriseanos regidos por la idea de Belleza como un elemento transformador; demostrando que tanto la forma como el contenido, sobre todo en tiempos de extrema industrialización, hacen a la obra de arte.

quinta-feira, 11 de setembro de 2014

Con Allende en la Memoria...


Seguramente ésta es la última oportunidad en que me pueda dirigir a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Portales y Radio Corporación.
Mis palabras no tienen amargura, sino decepción, y serán ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron... soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino que se ha autodesignado, más el señor Mendoza, general rastrero, que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al gobierno, también se ha nominado Director General de Carabineros.
Ante estos hechos, sólo me cabe decirle a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente.
Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen... ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
Trabajadores de mi patria: Quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley y así lo hizo.
En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección. El capital foráneo, el imperialismo, unido a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara Schneider y que reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas, esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.
Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros; a la obrera que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños.
Me dirijo a los profesionales de la patria, a los profesionales patriotas, a los que hace días estuvieron trabajando contra la sedición auspiciada por los Colegios profesionales, colegios de clase para defender también las ventajas que una sociedad capitalista da a unos pocos.
Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron, entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos... porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando la línea férrea, destruyendo los oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de los que tenían la obligación de proceder: estaban comprometidos. La historia los juzgará.
Seguramente Radio Magallanes será callada y el metal tranquilo de mi voz no llegará a ustedes. No importa, lo seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos, mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal a la lealtad de los trabajadores.
El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.
Trabajadores de mi patria: tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Éstas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano. Tengo la certeza de que, por lo menos, habrá una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.

segunda-feira, 1 de setembro de 2014

El letal juego del gato y el ratón

Robert Fisk
The Independent

De Alepo a Gaza se están cavando túneles. En Alepo, el ejército sirio encontró los túneles de sus enemigos islamitas. En Homs, incluso, se encontraron túneles en sentidos opuestos, que se agregaban a los construidos originalmente.

En Gaza, los israelíes han hecho estallar los trabajos subterráneos de los palestinos, pero una visita al gran jeque Najjar, en la zona industrial al noreste de Alepo, donde el Estado Islámico de Al Nusra combate al gobierno de Assad desde hace más de un año, constata que la guerra subterránea está en la sangre de las fuerzas islamitas. Decenas de kilómetros de túneles que se cruzan en diversos puntos son ahora una fortaleza al sur de la frontera turca. En algunos casos, estas vías subterráneas son lo suficientemente anchas como para que circulen por ahí vehículos.

En la vieja ciudad de Homs, que ha soportado meses sitiada por el ejército sirio, grupos musulmanes sunitas utilizaron taladros de minería para penetrar la roca del subsuelo, lo que arruinó varias manzanas de edificios de departamentos. Los túneles de Gaza han sido construidos y reconstruidos una y otra vez bajo el sitio de Israel. Por dentro tienen rieles y paredes de concreto reforzado; están diseñados para transportar alimentos y armas desde el enclave palestino o lanzar ataques contra Israel.

Esto no es nada nuevo, claro. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, los llama “túneles del terror”. Estas edificaciones siempre han sido intimidantes. Los romanos quedaron estupefactos al ver los túneles construidos por los judíos durante las grandes revueltas de Judea y Samaria. Durante la Primera Guerra Mundial, británicos y alemanes edificaron túneles que iban y venían bajo sus campos de batalla.

Es como si las enormes minas que fueron destruidas por los ingleses en la batalla de Messines, Bélgica, en 1917, se hubieran repetido en miniatura en Alepo durante el año pasado, cuando el frente Al Nusra y otros grupos islamitas cavaron debajo de las posiciones de ataque del gobierno sirio e hicieron volar por los aires las oficinas militares de la ciudad. Según los funcionarios sirios, se trató de una mina que colapsó y estaba ahí, debajo de la mezquita de Omayad, desde el siglo XIII. Según ellos, fue la vibración de un temblor lo que hizo que se viniera abajo uno de los minaretes del templo el año pasado.

Civiles que trabajan con el frente del ejército de Alepo han estado cavando zanjas frente a los milicianos del gobierno para evitar que la construcción de túneles socave sus casas. En vano, las milicias en los suburbios de Damasco intentan cavar túneles propios. Durante años cientos de túneles en Gaza han unido Egipto con la franja territorial de 365 kilómetros cuadrados, habitada por 1.8 millones de palestinos bajo asedio.

Esas edificaciones subterráneas han sido los vasos capilares que dan vida tanto a civiles como a combatientes. Autos, animales de granja, camas, enseres del hogar y alimentos, al igual que cohetes y municiones, han pasado por estas rutas de tránsito, que con frecuencia se construyen profesionalmente y son constantemente bombardeadas por los israelíes y, más recientemente, inundadas por el ejército egipcio.

Hamas cobra millones de dólares en impuestos gracias a ellos, lo cual es otra razón para que Israel quiera destruirlos. No está claro por qué le tomó tanto tiempo a las fuerzas militares musulmanas recurrir a los túneles. En Tora Bora, Afganistán, Al Qaeda cavó túneles que se extendían hasta 24 kilómetros por debajo de las montañas en las afueras de Jalalabad, y el éxito de los soldados de Osama Bin Laden para eludir a los rusos, y más tarde a sus enemigos estadunidenses, bien pudieron inspirar los túneles en Siria y Gaza.

La vasta red de trincheras subterráneas construidas por las Guardias Revolucionarias y el ejército iraníes durante la guerra contra Irak, de 1980 a 1988, así como los campos de batalla durante la guerra entre 1914 y 1918, también pudo haber influenciado a las guerrillas musulmanas de Medio Oriente.

Los túneles que los israelíes han descubierto, que se extienden bajo su tierra y frontera con Gaza, parecen haber sido edificados con muros curvos de concreto notablemente similares a los que construyeron los iraníes durante su guerra contra Saddam Hussein. Las mismas características que encontró el ejército sirio durante su batalla contra los islamitas.

En Homs, los pasadizos subterráneos fueron cavados a través de roca sólida y quienes los edificaron escribieron sus nombres y la fecha en que se terminó la obra en cada entrada. La excavación se planeó cuidadosamente para evitar daños a las tuberías de gas y agua. En el noreste de Alepo, los túneles, en este caso construidos por Al Qaeda, estaban conectados por kilómetros de profundas trincheras cubiertas de hierro y costales de arena, como si se intentara replicar los frentes de batalla de la guerra entre Irán e Irak.

Un oficial palestino en Beirut, quien recuerda las armas y los cohetes improvisados que se almacenaban bajo la ciudad en el sitio israelí de 1982, cree que la introducción de drones (naves no piloteadas) que Estados Unidos usó en Afganistán e Irak, que Israel está usando en Gaza, es lo que ha llevado a los combatientes a luchar desde el subsuelo. “Los ejércitos convencionales prefieren la luz del día, las guerrillas se ocultan en la oscuridad. Cuando llegaron los drones con visión nocturna nos tuvimos que ir bajo tierra”, señala.

En Homs, las fuerzas de Assad también usaron drones. Durante los últimos dos años el Hezbollah libanés, que es respaldado por Irán y lucha al lado de Assad, lanzó sus drones sobre Israel y los usó para sacar fotografías de las comunicaciones subterráneas de Israel afuera del centro de Haifa. Esa maquinaria fue construida en Irán, que ha capturado los drones estadunidenses que cayeron –o fueron derribados– sobre territorio iraní.

Por lo visto, entre más poderoso se vuelve el ojo en el cielo más túneles se cavan. Si, como dice el mantra de las fuerzas armadas estadunidenses, la guerra de guerrillas es “asimétrica”, todo indica que además se está volviendo tridimensional.